Capítulo 34

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La sorpresa de Becka era notorio, por unos segundos permaneció inmóvil sin saber como reaccionar; aquella era la mejor noticia que le daban desde que volvió a Svernid, ella sabía que Arget conocía cada secreto de su madre o eso era lo que le dieron a entender y ahora podía aclarar tantas dudas, tenía tantas preguntas que hacerle que empezó a temer por lo que el pueda decirle, estaba segura que muchas de la personas que tenía alrededor le ocultaban algo pero no sabía que era, y quería averiguarlo y su única salida hasta ahora era aquel elfo del bosque que sus padres criaron y protegieron.

Sin saber cómo sus piernas se movían siguiendo a su tío, ni siquiera se dio cuenta de que Theo los observaba, este se acercó hasta el tío Adam.

_¿Qué sucede?_ pregunto a lo bajo siguiendo los pasos de Adam.

_Encontramos a Arget, hablamos con el antes aunque no salió, suponemos que está ahí, y esperemos que salga si la ve a ella.

_¿En donde está escondido?_ pregunto con interés.

_Aunque no lo creas, con los animales, los Spork de Bright lo encontró, no estaría mal tu compañía_ y así hizo que Becka llamara al primer caballo que vio para hacer rápido el viaje, y ellos dos agarraron dos caballos y se pusieron en marcha hacia el bosque donde se encontraban aquellos animales que Alice creo para proteger a los habitantes pero que hasta ahora no ha podido ser dominados a falta de un descendiente de la realeza.

_No te preocupes, es normal que te sientas nerviosa y a la vez emocionada.

_¿Cómo lo sabes? _ Ella no comprendía como se enteraba de sus emociones, según le habían dicho sólo con Kira podía enterarse de las emociones del otro.

_Cualquiera en tu lugar lo estaría, sólo lo intuía._ aquello la tranquilizó más.

Después de unos minutos por fin lograron cruzar por completo el campo de cultivos y ahora a pasos lentos se adentraron al bosque. Becka nunca había estado en aquel lugar, era mucho más grande que los que había visto a las afueras, los árboles se extendía a lo alto y el suelo estaba muy despejado, mientras avanzaba Becka empezó a escuchar ruidos, entre ellos rugidos.

_Son los animales que creo tu madre, estoy segura que se pondrán felices al verte._ escuchó que le hablaba, y ahora recién se está dando cuenta de que es yegua.

_O querrán matarme por ausentarme tanto tiempo_ respondió ella.

_Estoy segura que esa no va a ser su reacción_ Becka ya no le prestaba atención ya que sus dos acompañantes se habían detenido. Se bajaron de sus respectivos caballos, los dos tenían la vista en un punto fijo, Becka intento descifrar que era pero no había nada alrededor.

_¿Qué pasa? ¿Por qué nos detuvimos?_ por fin los dos le habían prestado atención a Becka y fue su tío quien se acercó a ella.

_Desde aqui ya no podemos avanzar, es el lugar donde empieza a extenderse la capa protectora donde habitan los animales salvajes que tu madre creo_ al terminar de decir aquello escuchó un rugido estremecedor_ mira aquel árbol, es una especie única, se extiende alrededor de la franja protectora y esa es la forma de distinguir que hasta ahí hay que avanzar_ miro y tenía razón había unos árboles recto y alto que se extendía en una línea, separadas unos metros de otro, era el único estilo de árbol que no tenía parecido con los demás. Unos ruidos la saco de sus pensamientos.

_Ahi vienen_ escuchó a Theo en un susurro, agarró a los caballos y los alejó del lugar, Becka permaneció quieta esperando a que aquello no fuera tan malo, aquel último lo olvido cuando vio aparecer en frente los ojos penetrante de 4 animales que notablemente la sobrepasaba a ella.

Primero estaba un ave enorme amarillo con alas verdes, su pico ganchudo sobre salía de su cara, sus ojos amarillo oscuro, sus garras parecían filosas y la altura le doblaba a Becka, la siguiente también era un ave pero más parecido a una águila, o mejor dicho asemejaba a una águila a diferencia de que este era diez veces más grande que un águila normal. A su izquierda estaba, al que a Becka le parecía más temible, era un tigre que la miraba amenazante, por supuesto era el doble más grande que un tigre normal y por último un león, tiene la misma estatura que el tigre y es totalmente blanco, inclusive más blanco que los Spork de Bright, a diferencia de que este no se veía como un león macho.

La sorpresa llegó a Becka cuando varios segundos después los cuatro animales se agacharon haciéndole reverencia a Becka, a principio no supo como reaccionar y se quedó parada sin saber que hacer, hasta que en un susurro salió.

_No lo hagan...

_Bienvenida!_ el tigre fue el primero en alzar la vista y aquello salió de sus pensamientos.

_Por fin has venido!_ aquel último sonó más entusiasmado y estaba segura que era el ave de color amarillos.

_Seguramente ya te han hablado de nosotros_ era una leona, y su pelo blanco la hace ver mucho más hermosa_ mi nombre es Layla y tengo el poder de curar las enfermedades femeninas, como te imaginarás por eso soy hembra..

_ El mío es Eiser _ el siguiente en hablar fue el ave amarillo_ mis lágrimas curan heridas hechas de espada o metales..

De repente Becka dejo de escucharlos, está ves ya no hablo nadie y tanto como Eiser, Layla y el tigre, que aún no había dicho su nombre, se giraron a mirar al águila, quien agachó la cabeza antes de hablar.

_Oh vamos! No me obliguen a decirlo_ los tres mantuvieron la mirada hasta que este se rindió_ bien! Soy Reger, curó enfermedades de los intestinos, SI YA SE! Soy un águila, fuerte y poderoso y curó los intestinos! Vamos! Quien va a querer mi saliva para tomar, que asco! Hasta a mi me da náuseas_ los demás se pusieron a reír de el al igual que Becka.

_No te sientas mal_ por fin decidió hablar Becka_ tu trabajo es el más importante, las heridas normales pueden curarse con el tiempo, pero lo que hay adentro es más difícil.

_Ay no!

_Ay no!

_Ay no!

Eiser, Layla y el tigre hablaron al mismo y Becka los miro sorprendida sin entender.

_¿Ya oyeron? El mío es el más importante!_ está vez era Reger quien alardeo sus poderes.

_Ahora se lo va a pasar alardeando todo el tiempo!_ dijo Eiser mirando hacia otro lado.

_Es mi turno, soy Dornan, mi sangre puede curar heridas mortales, como el que le hizo los de Dark a tu caballo_ Kira, pensó Becka, y estaba dudando en pedirle que la curara ahora mismo_ no te preocupes lo haré pero primero hay alguien que quiere conocerte.

Todos miraron hacia atrás y desde el bosque empezó asomarse un niño, por supuesto no se veía como los niños normales, este llevaba el cabello alargado hasta la nuca y sus orejas puntiagudas sobresalía de ella, sus ojos grandes y marrones brillantes y en sus labios apareció una media sonrisa mirando a Becka, pero no venía sólo a su lado caminaba alguien aún más chico que el, este apenas le llegaba a su cintura y su nariz puntiagudas sobre salía de su cara, además ser pequeño era flaco, la miraba con curiosidad. Llego hasta donde se encontraban los animales y este parecía un angelito en medio de bestias.

_BECKA!!!_ grito antes de correr y arrojarse en sus brazos. Lágrimas salieron de los ojos de ella, quién tuvo vagos recuerdos de aquel niño que jugaba con ella cuando era pequeña, iba a sacarlo del castillo a escondidas de sus padres para mostrarle y contarle lo increíble que era la naturaleza, y cuando no! Si era un elfo del bosque!

Becka Colder: El Destino De Svernid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora