( BEAUTIFUL PROBLEMS ¡! )
Alastor E. Haworth lleva una vida que podría considerarse digna y tranquila, aunque muy solitaria.
Es un locutor de radio altamente famoso y respetado por la mayoría de los grupos sociales, aunque hay un pequeño detalle; s...
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ADVERTENCIA Este capítulo contiene escenas que muestran agresiones sexuales, uso de drogas sin consentimiento, intersex omegas, relaciones sexuales (lo que incluye omegaxomega), asesinato, sangre e intento de vi0l4ci0n ... Se recomienda discreción al lector...
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—No le pregunté por su nombre, ya suélteme...
Lucifer miró con gran incomodidad y cierto terror al Alfa que se cernía frente a él. Valentino le observaba fijamente, casi con burla, escrutándolo como si estuviera meditando en qué podría hacerle. Nada bueno, eso era seguro. Trató de zafarse otra vez pero lo atrajo hacia él con las dos manos hacia sus muñecas, y así pudo aspirar el olor a cigarrillo, coñac y una colonia a roble que casi le mareó de tenerlo tan cerca.
—Oh, ¿por qué la prisa, preciosura? Nada más vengo a saludarte y que nos conozcamos un poco mejor, ¿sabes? Desde el primer momento que te vi entrar, ya no pude quitarte el ojo de encima... Saliste como una hermosa ninfa en medio del jardín de monstruos —le deslizó muy lentamente uno de sus guantes largos hasta la muñeca, y entonces, se atrevió a lamerle con un lengua perforada la piel de su antebrazo.
El Omega sintió repulsión y le apartó el brazo desnudo. Todavía lo sostenía de su otra mano.
—Realmente eres un adorable espécimen —continuó el más alto, caminando lentamente a su alrededor, y posándose tras sus espaldas, lo agarró ligeramente del cuello—, con ese rostro angelical, tan puro y limpio de maldad, y ese cuerpo bonito podrías hacernos ricos...
—¡Valentino! —gritó Angel entre asustado e indignado, saltando de la mesa para caminar directamente hacia los dos. Apartó enseguida a Lucifer del agarre de aquel Alfa, y se interpuso entre ambos, protegiendo al Omega más bajito.
Valentino arqueó una ceja, mirándolo entre incrédulo y amenazante.
—No esperaba verte aquí también, Angel, aunque quizás esta sea una... buena recompensa por todo el duro trabajo conmigo —dijo él con indolencia, sonriendo y mostrando sus dientes y uno de oro, con un mohín de burla—, que no se diga que mis mejores putitas no puedan darse el lujo de asistir a este tipo de fiestas, y veo que tú no perdiste tu tiempo... ¿Quieres presentarme a esta hermosa criatura? —posando sus ojos nuevamente en Lucifer, mirándolo con lujuria.
El joven Morningstar arqueó las cejas hacia abajo.
—Él no... No es nadie importante —respondió el segundo Omega, cruzándose de brazos.
—Ooh, ¿qué pasa Angel? No me digas que estás celoso —rió el proxeneta—. Bueno, amorcito, es más joven y bonito que tú, sin duda...
—Dije que es alguien insignificante, Val —replicó Angel, fingiendo una indiferencia que no sentía, aunque en el fondo estaba temblando, lo que menos quería era encontrarse con su maldito jefe esta noche. Respiró profundamente—, lamento romperte las ilusiones pero no creo que te interese porque no es ni siquiera casto de abajo, y está esperando un bebé...
