Había un chico con su chica, ese miserable era yo.. Y ella era mi novia...Y esta fue nuestra historia.
Ella lo quería mucho, aunque no con todo su corazón.. El la queria demasiado, pero nunca le expresó todo.
Ella era una chica dulce, aunque no la más bonita, parecía ser feliz, pero sólo lo parecía.
El era un chico amargo y cerrado, siempre fue triste, pero ella, ella lo hacía feliz.
Un dia, ella no quizo fingir más, no quería seguir complaciendo al mundo, después de todo, siempre estubo triste. Optó por el metodo más simple, aunque cliché, para acabar con ese vacio, tomó una hoja de afeitar, espero a encontrarse sola, y corto su cuerpo hasta morir desangrada, sintió a su corazón lastimandola y lloro del dolor, pero al quedarse dormida, su pesadilla había terminado.
Y ahora, estoy aquí, extrañandola, y arrepentido por nunca haberle dicho, lo mucho que en verdad la queria . Una noche escape al cementerio con un ritual en mente, Dios no permite a las almas regresar, pero el demonio me devolverá su cuerpo por un costo sencillo, "mi vida no vale la pena, y si lo valía era por que lo valía para ella".
Desenterre el cuerpo de mi chica, estaba frío, pero no me importaba, olia a muerte, pero tampoco me importaba.
Pronuncie unas palabras en una lengua antigua, le di de beber mi sangre, y moje su frente con mis lágrimas.
Entonces justo en el plenilunio, sus ojos se abrieron una vez más.
Exactamente como cuando aun vivía, aun se marcaban sus claviculas, sus pómulos hinchados y brazos flacos, pude ser feliz otra vez, y tocar sus grandes cicatrices.
Caminamos por el cementerio.. y le confesé lo que nunca me atreví a decirle en vida.
Horas después, su cuerpo volvió a morir, se hacía polvo, y le pregunté, "en que momento te volveré a ver??", ella me dijo "Eso nunca más será, pues mi alma esta atrapada en el pabellón de las almas suicidas, y nunca podré salir de ese agujero", entonces, su cuerpo se desvaneció. Al escuchar eso me deprimi, me fui a casa.
Como cualquier adolescente, no lo pensé dos veces, tome el arma de mi padrastro, y me puse un tiro en la cabeza, que lindo se sintió morir, como si todos los problemas quedarán atrás.
Desperté sin sentir frío ni calor, no sentía nada más que soledad, hasta que volví a oír su voz,
"Hola... te estaba esperando"
Pese a estar muerto, y no sentir nada físico, me sentí feliz, ahí en el infierno, no me podía sentir ni mas, ni menos miserable."Nuestras pobres almas suicidas, vagan en el infierno por toda la eternidad"
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El Cementerio De Las Luces
RastgeleUn bote de basura para mis ideas, ilusiones y sueños estúpidos