No reconocías nada.
Todo era nuevo pero sentías que ya habías pasado por esto.
acaso... ¿Te habías perdido?
Miraste todos los lados, pero no había nada ni nadie.
Enfrente tuyo sólo había un gran edificio que parecía ser de 4 pisos además de parecer abandonado.
A primera vista no daba miedo, estaba pintado con colores claros que hasta podría decirse que gracias al cielo era un bonito lugar.
Aunque estuviese en estas raras condiciones, te atreviste entrar, no eras una persona curiosa pero era lo único que había en este extraño lugar.
Paso a paso te fuiste adentrando cada vez más dentro del edificio.
Te sentias observada, pero intentaste ignorar esa sensación y seguir caminando.
Al entrar, todo estaba en silencio, era lo contrario al exterior, en lo único que podía igualar sería que no había ninguna persona.
Dirigiste tu mirada hacia una escalera.
Realmente no sé el porqué pero caminaste hacía allí a pasos lentos pero con algo de... ¿Seguridad?.
Subiste por completo la primera escalera pero lo único que había era un oscuro y largo pasillo.
Entre más subias las escaleras y más caminabas los pasillos
Mas miedo daba.
Menos luz había.
Y todo se hacía más estrecho.
Hasta que no había más escaleras.
Entraste a la habitación en donde la puerta estaba semi abierta.
Estaba atardeciendo, aunque no había tanta luz, pudiste distinguir una figura en el balcón de aquella habitación.
Caminaste hasta ella.
Era una chica, por su aspecto parecía de unos 17 o 18 años, pelo largo y negro.
La conocías, lo sabías, pero... ella no te sonaba conocida para nada.
Ella se dio vuelta para verte.
Tenía el rostro lleno de lágrimas y una sonrisa, en la cual se distinguía tristeza.
Empezó a hablar.
No podías escuchar, pero lo que sea que ella dijo, te hizo romper en llanto.
Intentaste acercarte, ella retrocedió.
Un paso más tuyo, uno menos para ella.
Estaban apunto de caer.
Le estirarte tu mano.
Ella dio otro paso atrás.
Empezó a caer, intentaste atraparla y subirla de vuelta.
Pero tropezaste y caíste con ella.
Y derrepente
Todo se volvió negro.
Escuchaste una voz llamándote.
Abriste los ojos y la viste.
- ¿estas bien? Al parecer tuviste un mal sueño, amor.
Tu respiración era agitada y al parecer estabas transpirando
¿tan feo había sido el sueño?
¿quien era esa persona?
¿que quiso decir aquella persona?
De igual manera, te sentías aliviada por lo que todo eso fuera un sueño o...pesadilla, talvez.
La miraste a los ojos y sonréiste.
Abrazaste a Yuju, tu novia y suspiraste.
- Yuju...tengo miedo.
Ella te abrazo más fuerte y te pregunto el porque tenías miedo.
- de morir...que alguien muera por mi culpa, no dejarás que muera ¿verdad?
- No, claro que no. Si tu mueres, yo también.
Volviste a sonreír.
Yuju te agarro de los hombros y te alejo un poco para verte a los ojos en donde estaban cayendo lágrimas.
Te secó las lágrimas pero aún seguian cayendo.
Justo antes que ella preguntará porque estás llorando, la besaste.
- tu no debes morir.
Dijiste cuando terminaste de besarla.
Ella sonrió y asintió.
- tu tampoco.
Se volvieron a abrazar.
Te sentías protegida y feliz al estar con Yuju.
Ella se acercó a tu oído y mientras acariciaba tu cabello, volvió a hablar.
- vamos a vivir juntas hasta envejecer, nos amaremos hasta el final, cuidaré de tí a si que no te preocupes en la muerte ahora.
Sonréiste.
creías en esas palabras.
La última lágrima cayó.
- te amo.
Dijo finalmente tu novia.
Ambas estaban mutuamente enamoradas, sabías que ya no deberías de tener miedo estando con ella y que cuando Yuju vaya a trabajar y este lejos de tí, sabrás que te ama y te cuidará no importa cuán alejadas estén el una a la otra.
- olvida ese tonto sueño...
Perdonen si ven algún error, intentaré mejorar.