capítulo 7

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Cuando Damaris y Ronny se van, me dirijo hacia mi habitación en busca de mi celular, estoy muy aburrida... Ni siquiera puedo jugar con el perrito porque un mocoso convenció a su madre de llevárselo.

Al desbloquear el aparato, veo que tengo mensajes nuevos... Y son de Susann.

"Ivana, en verdad lo siento, no esperaba que reaccionaras de ésa manera. Cuando te marchaste, yo estaba despierta... No tenía unos apuntes de Historia y se me hizo fácil buscar tu cuaderno para así pasarlo. Entre los cuadernos había unos papeles que llevaban tu nombre... Sólo estaba jugando cuando te llamé así, lo lamento Ivana."

"Ivana, por favor, cuando veas éste mensaje llámame."

"Ivana... Sé que estás molesta, pero no fué mi intención, lo siento. "

Al leer los mensajes, hago memoria, y efectivamente, ahí tenía mi acta de nacimiento, debió de ver el nombre... Dios, tanto drama para nada...

1 timbre... 2 timbres... La voz de Susann:
-Ivana, lo siento, enserio, sólo bromeaba, ni siquiera me iba a ir de ahí... -habla atropelladamente.

-Lo sé, perdóname por mi comportamiento... No estuvo bien, y menos después de que te quitara la virginidad, ¿no? -le interrumpo-, fué un acto muy bajo de parte... Pero, ¿qué te parece si me dejas redimirme con una cena? Es lo menos que puedo hacer...

-Está bien -dice interrumpiéndome a la vez que se carcajea- ¿Dónde va a ser la cena?

-Mmm... ¿Te parece bien en un McDonald's? -respondo insegura.

-Es perfecto.

-Paso por tí a las 8, hasta entonces Susann...

-Adiós Ivana.

Y, por primera vez en años... Alguien me cuelga.

•••

-¿Así que la invitaste a cenar para compensar el mal rato? -dice Luna a través de la línea.

-Sí, espero que esté en su casa... Podría dejarme plantada...

-No seas idiota, por supuesto que estará ahí.

-Bueno, ya es hora de que te cuelgue, ya te contaré que pasó con ella, ¡adiós tarada! -alejo el celular de mi oreja y justo cuando voy a colgar Luna grita:

-¡Coges, imbécil! -y le cuelgo.

Mi atuendo es bastante sencillo.
Llevo una chamarra cuero negra, converse blancos, una blusa blanca de manga larga, y un pantalón de mezclilla; nada fuera de lo normal.

Checo el reloj y son las 7:45. Y entonces me doy cuenta de que algo falló en mi plan: no sé dónde vive Susann.

-Susann, ¿dónde vives? -le pregunto en cuanto contesta el teléfono.

-¡Pensé que nunca lo preguntarías! -dice burlesca-, vivo en el séptimo piso del edificio.

-¿De qué edificio?

-Si no te estoy dando una dirección, ¿dónde crees que vivo? -está burlándose ahora.

-En... No puede ser... ¿Vivimos en el mismo edificio?

-Sí -se escuchan carcajadas, debe estar apunto de orinarse.

-¿Por qué no me lo habías dicho antes? -le recrimino.

-No me lo preguntaste -dice, aún riéndose y excusándose.

-¿En qué departamento?

-53... Si quieres nos vemos en recepción...

-Ni hablar, voy para allá -le interrumpo y cuelgo.

Tomo las llaves de la moto y del departamento y salgo. Cuando llego al ascensor marco el número 7; es increíble que nunca me la haya topado, sólo vivo 2 pisos arriba del de ella...

Cuando las puertas del elevador se abren, ante mí aparece el departamento marcado con el número 53. Me encamino hasta éste, toco la puerta e inmediatamente ésta es abierta por: unas botas al tobillo, piernas largas, un short de mezclilla un poco corto, una blusa sin mangas negra con el logo de Nirvana, una sonrisa que abarca toda una cara, ojos color miel y con el cabello sujetado en un moño desordenado.

-Hola -dice Susann.

-Hola -respondo, mientras me acerco a ella, la tomo por la cintura y la beso, no es un beso lleno de deseo o por el contrario "tierno", es uno relajado... Casi reconociendo al otro par de labios, saludándolos. Dejo de besarla y le susurro al oído:

-Perdóname por lo que pasó, soy una idiota por reaccionar así -beso su sien y me alejo.

-No pasa nada, no debí de llamarte así, ahora lo sé -me da un beso casto en los labios- sólo agarro mi suéter y nos vamos, ¡pasa! -abre la puerta, permitiéndome la entrada.

El lugar es igual en espacio que el mío; pero la decoración es totalmente diferente. Consta de una pequeña sala, una mesa de centro, con un estéreo en ella. Las paredes están ocultas detrás de varios libreros, repletos de libros. Todo es de color oscuro.

-¿Y, compartes el departamento? -le pregunto, ella está en su cocina haciendo quien sabe qué.

-No, vivo sola... Bueno, mi hermano a veces viene a quedarse aquí, generalmente cuando se pelea con mi madre, pero éso es diferente -dice riéndose.

-Ah... Me parece genial... Debo suponer que no tienes novio o novia... -digo distraídamente mientras observo los títulos de los libros. Hasta que volteo me doy cuenta que Susann tiene la boca abierta de par en par- ¿qué pasa? -su expresión me confunde

-¿Acabas de preguntarme si tengo una relación con alguien? -sus ojos están muy abiertos y está sonriendo burlonamente.

-Sí, éso creo... Siempre es bueno saber si habrá problemas, me ayuda a prevenir -me encojo de hombros.

-No, no tengo nada con nadie -dice, está poniéndose su suéter.

-Bien, vámonos... ¡Muero de hambre!

¿Un Triángulo Amoroso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora