Capítulo 8; parte II

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"Leo" toca de nuevo.
—¿Cuántas notas estaban pegadas en mi motocicleta hace 2 noches? —abro la puerta y le cuestiono.

—786 Ivana —responde tranquilo.

—¿Cómo se llama el cachorro? —intento de nuevo, no voy meter un desconocido a casa.

—Poppy; tu color favorito es el rojo, tienes 18 años, amas a Ed Sheeran, tu canción favorita es All of me, naciste un 29 de marzo, tu película favorita es Mi pobre angelito... Podría seguir por horas... Mi nombre es Dante, pero sé que me apodaste "Leo", así que puedes decirme de ambas formas —dice mirándome fijamente a los ojos y sonriendo, Dante.

—Pasa, si quieres —respondo y me largo a la cocina para desayunar. No creo que pueda comer mucho de todos modos, el tipo éste bien podría saber hasta mi CURP completa...

—¿No vas a decir nada? —cuestiona confundido. Ambos tomamos asiento en lugares opuestos de la mesa.

—¿Sobre qué? ¿De tí? ¿De lo que me haz dejado durante semanas? —contesto intentando reflejar una paz que estoy muy lejos de tener en éste preciso momento— no lo haré, si esperas oírme decir que tus poemas me han enamorado junto con tus detalles... Estás muy equivocado, no te voy a negar que me parece romántico todo éso... Pero hasta ahí, no te conocía... Quizá con el tiempo... —le miro, esperando ver una reacción enojada o algo por el estilo pero sólo puedo ver diversión en su cara.

—Me parece bastante coherente lo que has dicho, y te tomo la palabra sobre conocernos más —contesta un tanto altanero.

—¿Perdón? Yo nunca te ofrecí conocernos más...

—Shhh —me interrumpe— Sé que soy irresistible Ivana —éste tipo tiene un ego demasiado alto.

—No te pareces en nada al tipo que me dejaba cartas y regalos...

—No me conoces del todo, solamente es éso...

—¿Crees que tú a mí si? —le cuestiono.

—Sé como reaccionarias ante unas cuantas situaciones, tus gustos, algunos datos personales... Pero nada más... —su mirada se vuelve seria al igual que su voz— Quiero conocer cada uno de tus pensamientos, deseo saber todo aquello que te aterra, que me cuentes incluso el más descabellado de tus sueños... Estoy enamorado de tí Ivana, mi único sueño durante años a sido hablar contigo, tocarte... Si me dejas enamorarte, te prometo que serías feliz —finaliza dejándome sin respiración.

—Dante... Debes saber que...

—Te gustan las chicas —completa por mí, interrumpiéndome— lo sé, buenos gustos por cierto, no me interesa que lo hagan, la sexualidad de una persona no define quién es.

—Bueno, aclarado ése punto no creo que haya problema en... —por segunda ocasión unos golpes en la puerta hacen que me detenga.

Abro la puerta y me encuentro con una Susann exhausta, parece que corrió en un maratón.
—Ivana —dice con enorme esfuerzo— tengo que decirte algo, es esencial que lo sepas... —se agacha y toma sus rodillas, intentando regular su respiración— yo...

—Dios, pasa —la tomo del brazo llevándola a la cocina, rápidamente lleno un vaso con agua y se lo entrego.

Susann lleva sólo unos cuantos tragos cuando voltea a ver a Dante y le escupe el agua en la cara.
Sin poder evitarlo comienzo a carcajearme; totalmente opuesto a lo que hago, Susann y Dante se lanzan miradas asesinas.

—¡¿Qué haces aquí?! —le grita enfurecida ella. Al ver que la cosa va en serio, paro de reír y me concentro en lo que ambos hacen.

—¡Estaba platicando con Ivana, Susann! —le responde Dante furibundo.

—¿Ustedes se conocen? —pregunto totalmente desconcertada.
Los dos se giran a verme, Dante le da una mirada burlona a Susann.

—Él es mi hermano —contesta claramente molesta Susann, mientras se pasa la mano por la frente y baja la mirada al suelo.

—¡¿Qué?! —No puedo creer lo que estoy escuchando.

—¡¿Cuánto le has mentido, idiota?! —le gritonea indignada a Dante.

—Le he dicho que "Leo" soy yo, y le he confesado que le amo, ¿algún problema? —replica Dante.

—Sabes perfectamente cuál es el problema Dante... No tenías por qué hacer todo ésto...

—¿No, enserio? ¿No debería de importarme que...

—¡Cállate!... —dice asustada y a punto de llorar Susann.

—¡Ya es hora de  que lo sepa Susann! ¡Díselo! —le presiona Dante.

—No puedo... —de sus ojos comienzan a manar lágrimas, aleja la mirada de su hermano y de mí.

Todo ésto me parece irreal... Hace unas horas estaba haciéndole un oral a Susann; no mucho tiempo después ella se fué de mi departamento a quién sabe dónde. Ni siquiera deben de haber transcurrido treinta minutos desde que llegó Dante diciéndome que él es "Leo"; ahora resulta que Susann y Dante son hermanos, como si no bastara con éso, ellos están gritoneándose en mi cocina sobre lo algo que debería de contarme Susann.
Una cosa más y me estalla la cabeza... Enserio.

—Bien, se lo digo yo... —responde Dante exasperado.

—¡NO! —ella parece muy nerviosa, toma una respiración profunda y toda su cara resuma resignación— Ivana... No lo haré Dante... No ahora... —sale de la habitación, después se escucha un portazo.

—Disculpa que hayamos hecho todo éste espectáculo... Ella hablará contigo pronto... Fue un gusto conocerte Ivana —me da un beso despedida en la mejilla y se marcha dejándome con un millón de preguntas en la cabeza.

¿Un Triángulo Amoroso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora