—¡Dios no había comido tanto en mucho tiempo! —dice Susann mientras pasa sus brazos por mi abdomen, sujetándose para no caer de la moto.
—Me alegra escuchar éso, quiere decir que soy libre de culpa —respondo a la par que me incorporo al poco tráfico de automóviles y demás.
—Mmm... No... —suena un tanto a burla, por lo que no sé qué tan cierto sea.
—¿Aún no me perdonas? —digo un poco confundida.
—Nop, tengo pensado en algo que te absolverá de culpas... —baja una mano a mi entrepierna, acariciando en círculos la zona. Su masajeo me hace contraerme.
—Para Susann, o chocaremos —respondo entre dientes, ella se ríe inocentemente.
Conduzco lo más rápido que puedo e incluso me paso algunas señales de alto. Cuando al fin llegamos al estacionamiento del edificio, me saco el casco, bajo deprisa la moto y jalo de la mano a Susann. Una vez dentro del ascensor —aprovechando que está vacío— la pongo entre la pared y yo, después chupo y mordisqueo su lóbulo izquierdo. Ella arquea su espalda y lanza un gemido por lo bajo.
Las puertas del elevador se abren en mi piso, tiro de su lóbulo con los dientes, finalizando con éso.
Busco las llaves del departamento en el bolsillo trasero de mi pantalón, estoy tratando de meter la llave en la cerradura cuando Susann aleja el cabello de mi nuca y deja una serie de besos en ella. De puro milagro la puerta se abre, Susann entra antes que yo, cierro con seguro.Ella camina hasta mi recámara, la sigo.
Se desviste de espaldas a mí, al momento que se voltea, la levanto agarrándola de las caderas, cruza sus piernas en mi cintura, realizo el corto camino que resta a la cama, con Susann a cuestas; el deseo que siento por ella no puedo compararlo con ningún otro que haya sentido por alguien más.
La deposito con cuidado en el colchón y me pongo sobre ella.
Sus ansiosas manos me ayudan a sacar toda prenda de mi cuerpo, al finalizar, quedamos sentadas, por lo que decido comenzar por sus pechos; me los llevo a la boca, juego con sus pezones con mi legua y manos. Susann echa su cabeza hacia atrás, la habitación se llena de jadeos y gemidos de su parte.La recuesto y recorro un camino con la lengua desde su garganta, finalizando en su pelvis. Separo sus piernas, poso mis labios en los suyos y le doy un beso, lo que provoca que ella suspire.
Lamo centímetro a centímetro su vagina... Los sonidos que hace Susann son los más malditamente excitantes que he escuchado en lo que llevo de vida.
Al cabo de unos minutos termina por correrse en mi boca. Y efectivamente, sabe tan dulce como huele su perfume.Me acerco a su cara y beso su frente.
—Descansa Susann —no puedo ni alejarme un poco, porque ella toma mi cara entre sus manos y me da un largo beso.—Buenas noches Ivana.
Nos cubro a ambas con el edredón de cama, Susann me sorprende cuando cruza sus piernas con las mías y pasa un brazo por mi cintura, decido abrazarla. Al poco tiempo estoy profundamente dormida.
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¿Un Triángulo Amoroso?
RomanceIvana sólo tiene dos reglas en su desmadrosa y loca vida: 1.- Sexo con chicas, sólo chicas. 2.- Noviazgos con chicos, sólo chicos. Pero todo esto podría venirse abajo con la llegada de su sexi compañera de historia: Susann y el romántico vecino que...