Harper corría lo más rápido que podía, no sabía por cuánto tiempo ya llevaba haciéndolo; sus piernas ardían al igual que su pecho, sus pulmones rogaban por oxígeno, su respiración entre cortada y sus pisadas resonaban por la calle, todo era apacigua...
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La mamá de Harper había estado extrañamente silenciosa a la hora de la cena. Incluso mucho antes de que Peter tuviera que irse la rubia lo había notado, sin embargo no fue capaz de comentar nada al respecto. La razón del estado de su madre pudo haber sido desde un mal turno en el trabajo hasta que la chica no haya recogido su habitación; cualquiera que haya sido el caso, por el gesto que tenía la adulta era mejor no preguntar por el momento.
El día siguiente Harper tenía el entrenamiento final antes del partido, así que, saliendo de la clase de Literatura caminó por el pasillo mientras leía un libro sobre química. La verdad es que no le daba vergüenza admitirlo; sacrificaba una materia por otra, (era consciente) pero aunque no pareciera tener sentido en lo más mínimo, hacer todos esos proyectos sola a causa de sus amigos no estaba sirviendo, seguía siendo pésima. Tenía que aprobar esta vez si quería seguir en el equipo de porristas, tenía que aprobar si no quería repetir la materia.
Salió hacia el campo aún con los ojos en las páginas cuando Liv le quitó el libro de pronto. La rubia volteó, mirándola mal.
—Nerd.-Se limitó a decirle su amiga.-
—Si, ojalá eso fuera cierto.-Dijo en un suspiro.-
—Anímate...literalmente porque, no puedes animar al equipo si estas triste.-Harper rió.-
—Sería un ánimo falso.-Liv fingió sorpresa.-
—No serías capaz.-Le siguió el juego, para luego decir.—Además no puedes hacer la rutina mientras sostienes un libro.
—Añadiría algo de complejidad al asunto, o sólo lograría que alguien se cayera y rompiera algo. De cualquier forma, sería interesante.
—Y entonces esa chica te odiaría por no poder ir al baile.-Liv sonrió.-
—Quedaría sin una súbdita.-Canturreó mientras llegaban y dejaban sus cosas en el césped.-
—¿Lo ves? Ahí esta, si defenderás la corona este año.-La rubia se encogió de hombros.-
—¿Qué puedo decir? Me gusta el poder que ser la reina conlleva.-Dejó pasar unos segundos.—Estoy bromeando, no hay ningún poder en esto.-Su amiga rió.-
—Según tú. Ser la chica de los sueños de todos parece no ser lo suficiente para mi ambiciosa amiga.
—Ser "la chica de los sueños de todos" no me ayuda a pasar mis clases.
—¿Estás segura que lo que te molesta no es no ser la chica de los sueños del chico de tus sueños?.-Harper alzó una ceja, procesando la pregunta enredada de Liv.-
—Ya hemos hablado de eso.-Harper caminó hacia el demás grupo de animadoras, sonriendo en saludo.-
—Si, hablamos de tu enamoramiento, pero no de lo que debemos hacer por él.
