Tú eres el héroe, yo soy la ninja.

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Harper ignoró los llamados de Peter, sabiendo de ante mano que no la seguiría pues Spiderman tendría que encargarse de todo el caos

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Harper ignoró los llamados de Peter, sabiendo de ante mano que no la seguiría pues Spiderman tendría que encargarse de todo el caos. Eso la hizo sentir algo mal, habían entrado ahí buscándola a ella, y ahora estaba huyendo.
Con todo el pánico extendiéndose por todo su ser, corrió a través del estacionamiento de la escuela, alejándose y yendo hacia la calle.
El pavimento estaba mojado, una ligera lluvia había pasado hace poco y Harper sufrió varios resbalones a causa de su calzado. Cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos, bajó la velocidad. Miró hacía todos lados antes de tomar una gran respiración, sacó su celular e intentó llamar a su madre.
Se dio cuenta de que su mamá había tenido razón; debieron irse cuando pudieron.
No pudo evitar que todo el asunto le afectara de nuevo, sintiendo la presión en su pecho y sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos. El tono para dejar mensaje de llamada sonó por quinta vez, Harper maldijo antes de colgar definitivamente.
La pregunta se coló entre sus pensamientos: ¿Si la buscaban a ella entonces que había pasado con su padre? No quiso asumir lo peor, de veras que no.
Limpió sus ojos y caminó unos metros más antes de darse cuenta (afortunadamente) que una camioneta negra venía por el camino un poco más atrás que ella.
Las señales de alerta se activaron en su cerebro y apresuró el paso. Giró a la izquierda en la siguiente calle y se dio cuenta, si la estaban siguiendo.
Aunque fuera tonto ella debía intentarlo, ella aceleró el paso de nuevo.
Harper corría lo más rápido que podía, no sabía por cuánto tiempo ya llevaba haciéndolo; sus piernas ardían al igual que su pecho, sus pulmones rogaban por oxígeno, su respiración entre cortada y sus pisadas resonaban por la calle, todo era apaciguado por la fría oscuridad de la noche.
Lágrimas caían por sus mejillas nuevamente, no podía pensar nada con claridad; tuvo un tropezón y siguió de largo hasta metros más adelante dar vuelta a la derecha, quedando sin una salida. Llegó a un callejón y ahora estaba atrapada.
La camioneta detrás de ella no tardó mucho en llegar.
Segundos después, personas con overoles negros bajaron de ella.
Ella volteó, justo en el momento que una figura azul y rojo pasaba arriba de ella, colocándose a su lado.
Si bueno, Peter estaba aquí, se alegraba de verlo, pero en definitiva ésta no era su noche.

—¡Qué hay!.-Exclamó su amigo, pasando su mirada de ella a los sujetos.—Chicos, dejaron la fiesta muy rápido, incluso se llevaron a la reina del baile antes de ser coronada. Eso es muy grosero.

Los tipos lo miraron sin decir nada, antes de apuntarlo a él y Harper con sus armas. Pet retrocedió, quedando frente a su amiga de manera protectora.

—¿Qué haces aquí?.-Susurró con pánico la rubia.-

—¿Que qué hago aquí? Desapareciste en medio del caos. ¿Qué rayos pensabas?.-Le respondió de la misma manera.-

—Fuera de nuestro camino, fenómeno.-Le dijo uno de los uniformados a Parker.—Esto no te concierne.

—Bueno si soy sincero, si, no tengo idea de lo que está pasando. Te concedo eso, pero sé identificar a los tipos malos, y tú eres uno de ellos, amigo.

Hold on  |Spiderman| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora