No siempre se salva el dia.

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Los siguientes días pasaron como una nebulosa para Harper

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Los siguientes días pasaron como una nebulosa para Harper.

La noche en qué había ayudado a Gwen con el suero fue la misma noche que el Capitán Stacy había dado su vida ayudando al super héroe.

En realidad se sintió mal por la chica, y esto incrementó al ver como su mejor amigo, Peter, intentaba evitarla a toda costa. No era justo, Harper tenía ganas de darle un buen golpe al chico, pero ella entendía. Las cosas realmente no eran fáciles para ninguno de los dos.

Por una parte estaba Gwen, a la que Harper había podido conocer mejor y su opinión de ella era que además de su inteligencia Gwen era de la clase de personas que no se dan por vencidas, y como lo había demostrado antes, no dejaba que su miedo le impidiera hacer algo. Era comprensiva y se preocupaba por los demás. Después de todo, fue así como se enteró de la existencia de Peter de todas formas. Harper recordaba ese día, Peter se lo había contado muy entusiasmado, restándole importancia a la paliza de Flash y haciendo énfasis en que Gwen sabía su nombre.

Ahora Gwen había perdido a su padre, la atención de los compañeros en la escuela estaba en ella, lo que Harper odio, no porque estuviera celosa o algo, sino porque entendía lo que Gwen pasaba en ese momento y no era justo que en cada pasillo que la chica caminara hubiera murmuros detrás de ella. Aunque claro, la rubia intentaba no demostrar más que una tristeza moderada, tal vez propia de la situación.

Y por otro lado, estaba Peter. Harper también pudo imaginar como se sentía el castaño, ya que por el momento no hablaba con ella al menos que fuera absolutamente necesario, y si tenía suerte, en clase sólo se sentaba a su lado sin soltar una palabra, aunque realmente no era necesario. Harper entendió que Peter se sentía culpable, ser el super héroe de la ciudad había traído grandes consecuencias y mucha responsabilidad, algo que tal vez ahora se estaba arrepintiendo de haber tomado.

Las cosas resultaron ser así ahora, Peter y Gwen no se hablaban ahora y Harper resultó ser la amiga de ambos.

Harper salió de sus pensamientos al notar como un par de chicos de su clase la saludaban del otro lado del patio. Les dedicó una sonrisa pícara antes de pasar la atención hacia el cuaderno que tenía en su regazo. Después, por el rabillo del ojo observó a su amigo al lado de ella, seguía sin inmutarse o decir algo, justo igual que la última media hora. Harper tomó aire respirando profundamente mientras se estiraba, escribió un par de cosas más para por fin resolver esa página y poder girarla pasando a la siguiente. Peter levantó su mirada, observándola sólo una milésima de segundo.

—Creí que hoy tenías entrenamiento.-Le murmuró el chico, Harper casi sonríe al oír al fin su voz.-

—Este es el último examen que tengo que aprobar para lograr no repetir la materia, creo que las porristas pueden arreglárselas sin mí. Como si no lo hubieran hecho antes.-Agregó.-

Hold on  |Spiderman| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora