Harper corría lo más rápido que podía, no sabía por cuánto tiempo ya llevaba haciéndolo; sus piernas ardían al igual que su pecho, sus pulmones rogaban por oxígeno, su respiración entre cortada y sus pisadas resonaban por la calle, todo era apacigua...
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No importó cuánto lo intentó Harper, ni siquiera el que evitara tener contacto visual. El momento de que pasara frente a clase y hablara sobre el tema que valía 60% de su calificación total había llegado.
Hizo su recorrido desde su lugar en la segunda fila hasta delante del pizarrón, con una caminata firme y actitud segura. Pero para Peter sólo bastó una rápida mirada hacia él para saber que no se sentía lista y posiblemente la chica tuviera ganas de salir corriendo o vomitar...o ambas. Al momento en que lo notó, un tanto preocupado soltó su lápiz, susurrando un "Tranquila", haciendo ademán con sus manos y sonriendo poco después. Harper tomó un respiro profundo y comenzó a hablar...
—¡Lo logré, lo logré!.-No pudo evitar salir de allí gritando eufórica. Su amiga, Liv, esperaba afuera y la recibió con un abrazo, ambas comenzaron a saltar.-
—¡Harper, no dejaras el equipo!.-La rubia rió.—¡Y puedes ir al baile!.
Ambas soltaron un "Wuuu" que pudo haber sido más largo, si la maestra no se hubiera asomado y dicho que necesitaba silencio. Ambas amigas se disculparon y al momento en que se cerró la puerta de nuevo, un en un grito/susurro celebraron de nuevo.
—Creo que nunca había estado tan feliz en toda mi vida.-Dijo Harper, alzando sus brazos y dando un suspiro grande.-
Liv le sonrió en respuesta, ambas caminaron hacia el casillero de Harper, colocó la clave para abrirlo y después de introducir unos libros, por pura coincidencia miró hacia su derecha. Peter estaba del otro lado del pasillo, y la estaba viendo. Harper retiró la mirada de inmediato, aún intentaba asimilar lo ocurrido días atrás:
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Harper caminaba por el pasillo, riendo con los integrantes del comité del baile. Eran las típicas cosas de las que sólo se preocupaban esos chicos; bailes, juegos y fiestas. Así que, como cada vez que ella se inmiscuía en esa onda de chica popular, Peter esperaba a un lado sin querer interrumpir. Harps ya le había hablado de eso, no importaba con quién pudiera llegar a estar, si Peter tenía algo importante o no tan importante que decirle en ese momento debía interrumpir, era su obligación como mejor amigo.
Sin embargo él no opinaba igual, lo aceptaba; él no era un don nadie ante esos tipos e irónicamente, Peter era el que se sentía incómodo de que los vieran juntos.
Eso no evitaba que Harper lo saludara como si nada o le hablara cuando lo viera, como pasó justamente ese día. Peter había visto sus intenciones desde lejos, así que cuando pasó junto a él, el chico se volteó hacia la pizarra de anuncios, pero ya era tarde.
—Hola, Peter.-Él se sobresaltó, volteando al mismo tiempo que el libro y su cámara que traía en las manos cayeran.-
—Rayos.-Murmuró, agachándose a recoger sus objetos mientras escuchaba reírse al resto. Tomó su cámara del piso al mismo tiempo que las manos de Harper.-
