El perdón

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—Entonces díganme que ha pasado que ahora son… esposas— Chaeyoung acompañó a Nayeon en la cama, sentándose a su lado abrazándola pero sin dejar el contacto con mi mirada.

—Fue solo un matrimonio obligatorio, además es temporal – expliqué

— ¿Entonces tu no querías casarte con Nayeon? – preguntó mientras acariciaba la espalda de esta.

—No dije eso, solo debía hacerlo para salvarme y para salvarte a ti Chaeng

—Hmm, ya veo. ¿Ya has pensado seriamente en la decisión que debes tomar al final de esto? – Chaeyoung sostenía y jugaba entre sus dedos con el medallón de Nayeon

—Si Chaeyoung, ya tengo mi decisión y no fue nada fácil.

De verdad no fue fácil, pero el día en que Momo me atacó en la cabaña de la playa algo me hizo pensar profundamente sobre todo esto y cuando obtuve todos mis poderes todo quedó más claro para mí. Aunque no tengo idea de las consecuencias que pueda traer mi decisión, creo que será lo mejor, de esta manera las tres tendremos paz, en especial yo.

No pensé que la respuesta fuese tan simple, en verdad me lo dejaron difícil, gracias a Nayeon y Chaeyoung y aunque odie admitirlo, gracias a Momo descubrí mi verdadero “YO” el camino que debo y quiero tomar para siempre. Solo hasta ahora comprendí la calma que sostenía Chaeyoung cuando Momo se encontraba cerca y el gran temor que sentía Nayeon.

El objetivo de Momo sigue siendo el mismo, despojarme de mis poderes, pero no conseguía deducir como los obtendría ella si no es poseedora de ningún medallón. Con lo que ella me hizo básicamente me quitó todo, no puedo quedarme con todos estos poderes, ella ha ganado esto.

En Momo domina su parte buena, pero me dio una lección de una manera un tanto ruda y extraña. Sé que tenía planeado destruirla, pero no puedo, simplemente porque ella me ha revelado indirectamente el mejor camino para mí, ella me mostró cuál es mi ruta de escape, la verdad de nuestra salvación.

— ¿Y no puedes revelar ni un poco de esa decisión? – Chaeyoung se levantó y tomó mis manos, yo dirigí mi mirada a Nayeon quien me observaba un tanto triste.

—No puedo Chaeng, en su momento lo sabrán – Mis ojos no se apartaban de Nayeon y Chaeyoung lo notó. Tomó mi rostro y me obligó a mirarle.

—Sea cuál sea tu decisión, debes saber que traerá consecuencias

>Le sonreí

—Lo sé Chaeyoung pero estoy segura de que será la mejor decisión

—Estoy segura de ello también, Mina.

Su abrazo no se hizo esperar, sus brazos finos y delgados rodeándome, su cara hundida en mi cuello y su cuerpo buscando aún más el mío.
Quise separarme cuando vi que Nayeon se levantaba y caminó junto a nosotras para luego salir de la habitación, pero Chaeyoung me lo impidió, sus brazos me apretaban con más fuerza queriendo evitar que me fuera.

Quise recurrir a mis poderes para liberarme, pero entendí que ella me necesitaba ahora, y yo le debía algo de cariño y atención.

Poco a poco se fue separando con la mirada gacha, sus dientes apretaban su labio inferior con bastante fuerza, sus manos dejaron mi cuerpo y cayeron a lado y lado de ella.

—Te está esperando – pronunció sollozando

—Estoy contigo ahora, ella puede esperar – quise abrazarla pero dio un paso atrás

— ¿Me amas? –Esta vez me vio directo a los ojos

— ¿Qué?— estaba un poco desconcertada por la pregunta tan repentina

Ángel y DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora