Ángel y Demonio

Debate interno

                     

—Chaeyoung tengo algunas dudas

—Lo raro sería que no tuvieses… a ver, dime

—Nayeon dijo que Momo es hija de una de las esposas del Dios del mal ¿Correcto?

—Correcto… ¿Y?

—Pero tú dijiste que él no podía tener hijos

—Pero Indirectamente tú y Momo son sus hijas, cuando él se casó le dio algunos poderes a sus esposas, él se despojó de 4 poderes y los repartió a cada una, aunque ellas se embarazaran de otro hombre una parte de él sigue en ustedes.

—Entonces indirectamente… ¿Momo y yo somos… hermanas?

—Bueno, si lo miras desde ese punto… supongo que sí

—Genial… mi Diosa hermana, me ha violado…

—Ja ja Mina, sabes que no es tanto así

— ¿Cuál crees que sea el poder que heredó mi madre?

—No lo sé, pero imagino que lo perdió cuando se embarazó de ti, ya que le fue infiel a su esposo

—Sigo sin creerme todo esto… espero que sea un sueño y que despierte en mi cama

—No es un sueño, es tu realidad…

Mi realidad… Todo un mundo que no pedí. Aunque me agradan mis poderes, eso hace mi vida un poco más interesante.

—Entonces Chaeyoung… ¿Cuántos poderes tengo exactamente?

—En realidad no lo sé, aunque todos tus poderes y el cómo despertarlos están escritos en el libro de los Dioses.

— ¿Libro de los Dioses? ¿Cómo es que lo mencionas hasta ahora Chaeng?

—Bueno, no me parecía importante – sonrío

—Pero así todo sería más fácil para mí… aashh

—Ya, tranquilízate… y ni te molestes en preguntarme donde está porque no lo sé.

— ¿Crees que Nayeon sepa?

—No creo que lo sepa, pero no pierdes nada preguntándole

— ¡Auch! Chaeng… más despacio por favor

— ¿Te estás quejando de mis caricias?

— ¿Caricias? Más bien tortura… ¡Yaaah!

— ¡Quédate quieta de una vez!

—más lento por favor…

— ¡No!

—Me duele…

—Me alegro

— ¡Yaaah!

— ¿Te gusta?

—Así no

—De acuerdo… déjame ir por más aceite y ya continuamos con el masaje

—Mi espalda… — fingí llorar y  observé desde mi posición en la cama hacía la entrada de la cabaña. Llevamos 8 días aquí. Nayeon me regresó los poderes y mi hermoso medallón, pude curarme a mí misma después de lo sucedido con Momo.

Ahora empiezo a debatir internamente si será correcto o no destruir a Momo “¿En qué estoy pensando? ¡Claro que es correcto! Ella quiere matarme…”  Creo que a veces estos poderes del Bien no van mucho conmigo. Al menos no cuando deseo hacer pagar a Momo y entonces llega a mi esa extraña confusión de no querer hacerle daño.