Un Admirador Secreto

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En la mañana antes de salir revisé la correspondencia y una carta de color negra llamó mi atención.

Lydia
Cuando te ví no supe como reaccionar. Tu cabello rojo me encanta y tu sonrisa me vuelve completamente loco.
S.B.

-. Bueno esto es muy raro.- Pensé.
Y tomé mis cosas para irme.

Ya en el instituto le mostré la carta a Jenna con un poco de preocupación.
-. Pero que boba eres, tienes un admirador secreto Lydia!-.
-. No se si sea como tú lo piensas, sabe donde vivo y me observa-. Dije algo preocupada.
-. No creo que sea algo malo, quisiera que Nick hiciese algo así para mi-. Dijo mordiéndose el labio.
-. Pero yo no se quien es este hombre, podría ser algo malo Jenna-.
-. Veamos el remitente y tal vez diga donde vive-.
-. Buena idea-. pero al revisar el sobre no había nada escrito. Ningún remitente, ninguna dirección.
Que extraño, pensé.
-. Bueno eso si es extraño.- Me dice.
-. ¿Qué debo hacer ahora?-. Le pregunto.
-. Bueno no hay nada que puedas hacer, veremos si envía otra. Tal vez sea solo un chico que le avergüenza hablarte-.
-. Es probable-.

El día transcurrió normal, Jenna se hizo cargo de contarle a los chicos sobre mi "admirador secreto" todos parecieron reírse menos Jackson que pareció preocuparle que la dejarán en mi puerta y le di la razón. Después de todo eso era lo que más me preocupaba.

Al final de clase Jackson se acercó hacia mi en la salida.
-. Lydia quería saber si quisieras que te acompañe a casa, ya sabes por ese admirador tuyo-. Dijo nervioso rascándose la cabeza.
-. Claro Jackson, me gustaría no estar sola, ¿quieres que vayamos por unos refrescos antes?-.
-. Me conoces muy bien-. Me dijo con una sonrisa y se subió a su motocicleta y yo a mi auto.

Ya en casa vimos unas películas y comimos palomitas de maíz.
-. Bueno creo que ya es tarde, debería ir a casa-. Me dijo levantándose del sofá.
-. Si, mañana hay clase, nos vemos en el instituto.- Le digo con una sonrisa.
-. Le das mis saludos a Karen, por cierto... ¿Dónde está?-. Dijo arrugando las cejas.
-. Viaje de negocios-. Respondo rodando los ojos.
Fuimos hasta mi puerta y me saludo con un beso en la mejilla.
Cuando cerré los ojos, en mi habitación el sueño llego rápido y me dormí.

Al día siguiente lo primero que hice fui a revisar el correo y encontré otra carta negra.

Lydia:
Verte con Jackson hizo que mi corazón sintiera celos, ni siquiera sé por qué, no somos nada. Pero lo seremos. Lo presiento.
S.B

Me muero de miedo, estoy petrificada. Quien sea que haya escrito las cartas, ayer estuvo acechandome en mi propia casa. No se me ocurre que hubiera pasado si Jackson no hubiera estado conmigo. Se me eriza la piel pensar que no estoy segura en mi hogar y si le comento esto a mi madre va a hacer un gran escándalo y esta repleta de trabajo, no creo que sea correcto interrumpirla. Tengo miedo de que quien sea la persona y que pueda hacerme daño.

-. No puedo creerlo-. Me dice Jenna con su boca en una perfecta O.
-. Yo tampoco, estoy muy asustada.-
-. También yo pero ¿tú y Jackson?-.
-. Jenna por dios no ves lo grave de la situación y tú piensas en ¿Jackson y yo?-. Digo asombrada.
-. Lo siento, es que siempre sospeché química entre ustedes dos-. Dijo subiendo y bajando las cejas.
-. No puedo creerlo-. Digo rodando los ojos y me largo.
Pero Jenna toma mi brazo y me voltea.
-. Esta bien lo siento, tienes razón, da miedo, pero, ¿Qué piensas hacer?-.
-. Tal vez podría quedarme en tu casa esta noche hasta que regrese mi madre mañana.-
-. Claro de eso no te preocupes-. Dijo abrazandome fuerte.
-. Gracias.- Le digo sinceramente, después de todo es una gran idea, no quiero estar sola en casa.
-. Vamos a entrar, nos toca Física juntas. No voy a llegar tarde con la Señorita Roths-. Dijo al caminar.

En la segunda hora tenía que ir a Biología avanzada, así que fui por unos libros a mi casillero y me encontré con Sean.

-. Ey! Lydia, ¿Cómo estás?-. Dijo acercándose hacia mi con una sonrisa en el rostro.
-. Todo va bien y tú?-. La verdad es que nada iba bien, todavía estaba un poco preocupada por aquellas cartas que rondaban en mi cabeza, pero no quería contarle sobre eso a Sean, a penas nos conocíamos.
-. Excelente, vamos juntos a Biología?-. Me dijo intentando ser amable, supongo.
-. Claro, ¿hiciste la investigación?-. Le pregunte por si podía salvarme, porque yo no había tenido tiempo de hacerla.
-. Si, tú no?-.
-. No eh tenido tiempo-.
-. Te la paso, pero cambia algunas palabras para que no reprobemos-. Me dijo con una carcajada. Su risa era linda.
-. Me salvaste. Gracias, gracias, gracias!-. Dije saltando de la alegría y cerrando mi casillero. Sean era un gran amigo, si es que así podía llamarlo, todavía no sabia mucho de él. Pero había sido bueno conmigo.

La profesora no se dio cuenta de que había copiado la investigación de Sean, o tal vez sólo lo ignoró, yo nunca fui sin los deberes a su clase, me daba miedo su reacción. Todos le temían.

En el almuerzo no quise contarle a los chicos sobre la carta, solo a Jackson, que me preguntó y tuve que decirle, no podía mentirle, se preocupó pero cuando le dije que iba a dormir en casa de Jenna le pareció una gran idea.

***
Jackson en Multimedia

Cartas de Amor a LydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora