El chico verde extendió el ramo de flores a la de pelo morado.
—Chico Bestia. - ella frunció el ceño.
—Sé que es algo típico, dar flores. Pero te quería dar un detalle, Rae.
Ella suspiró.
"Aquí vamos de nuevo"
Pensó Raven.
—No me gustan las flores.
Ella sentenció de brazos cruzados.
Él miró el ramo, y lo alejó de ella. Se rascó la cabeza y sonrió con nervios.
—Cierto. Em... Yo... ¡Ya regreso! Te traeré algo que sí te va a gustar.
Ella gruñó.
—No.
Chico Bestia la miró confundida.
—¿Por qué haces ésto, Garfield?
—¿No es obvio?
—Eso mismo te pregunto yo a ti.
Ella rodó los ojos.
—Te he dicho como seis mil veces que solo somos amigos. Eres como un hermano para mí. ¿No lo he dejado claro? Estás loco. No arruines nada con toda esta mierda. Amigos, Garfield, solo somos a-mi-gos.
—Pero...
—No me des esa mirada, Garfield, solo haces que me aleje de ti. ¿No entiendes que solo he sido amable contigo?
Ella estaba harta de esto.
Él se mordió el labio, evitando llorar.
—¿Te lo deletreo? -ella lo vio negar con la cabeza, sus orejas caídas y sus ojos llorosos.
—Bien, manten eso en tu mente. - ella se giró y lo dejó ahí parado, con el corazón en el suelo, ella podía sentir lo triste que se encontraba el chico pero ya estaba harta e incómoda de que Chico Bestia tratara de ser algo más que amigos con ella.
***
Raven se sorprendió a sí misma viendo cómo Chico Bestia hablaba con Terra.
Él había cambiado mucho últimamente, la dejó de ver con esos ojos de amor, y ahora solo la veía con seriedad, la saludaba y hablaba con ella solo si era necesario. Se sentía raro no tener al chico verde detrás de ella todo el tiempo.
Raven rápidamente se aburrió, ya no tenía a Garfield hablándole de cosas tontas o contándole chistes aún más tontos.
Ella reposó su cabeza en la palma de su mano y suspiró.
Terra reía y sonreía sin parar. Estaba en el sofá de la torre, Chico Bestia la había invitado después de que le pidió permiso a Robin. Pues los días habían estado muy tranquilos en la ciudad.
El chico verde miraba a la rubia con cariño y Raven pronto lo analizó.
Él era amable, atento, cariñoso, protector, gracioso, fiel y un buen amigo, y aunque él lo niega hasta el cansancio, él era guapo. A pesar de sus orejas puntiagudas, sus colmillos o su piel verde, él era muy guapo. Más ahora, que ya le pasó en estatura y su contextura era más la de un hombre que la de un niño.
Raven frunció el ceño.
Él ya era un hombre.
Todo éste tiempo ella lo trató como un niño inmaduro.
¿Enserio Raven estaba considerándolo como un potencial novio?
Raven se sorprendió por sus pensamientos y decidió ir a meditar a su habitación antes de que perdiera su control.
