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El día de hoy, Pete no le envió mensaje a Patrick, algo que le preocupó un poco, pero no tanto, ya que no hablaban todos los días, pero sí la mayoría.

Al día siguiente, cuando Patrick salió de clases, Ryan lo dejó para ir a saludar a un amigo de él que al parecer había ido a aquella escuela. Patrick solo lo siguió, a pesar de no saber quién era aquella persona.

Cuando Patrick vio de quién se trataba, quedó sorprendido. No pensó verlo tan pronto, apenas llevaban un par de semanas hablando y solo había visto un par de fotos de él.

Sacudió la cabeza intentando sacar cualquier pensamiento de su mente, para después acercarse a ellos.

Se paró a lado de Ryan, fingiendo no haber reconocido a Pete. Ryan los presentó y Pete solo tenía una sonrisa en su rostro, mientras que Patrick estaba un poco nervioso.

Ryan se disculpó, ya que habían llegado por él, a lo que se fue, dejando a los chicos solos. Patrick mordió su labio inferior gracias a los nervios, mientras que Pete solo miraba el cielo recargado en su auto.

—No pensé que te conocería tan pronto. —Habló el rubio.

El pelinegro solo bajó la mirada hacia Patrick, nunca había escuchado su voz y le encantó, a pesar de haber escuchado tan solo siete palabras. Dejó salir una sonrisa ladina y asintió.

—Ryan me pidió que viniera, no pensé que te vería aquí. —Mintió él. Ryan no le había pedido ir, y sabía perfectamente bien que vería a Patrick ahí, pues sabía que era mejor amigo de Ryan, a lo que estarían juntos la mayoría del tiempo. Patrick tan solo asintió, creyendo aquella mentira.

—Yo... Debo irme. —Excusó el rubio, comenzando a caminar. El pelinegro abrió los ojos como platos y agarró el brazo de Patrick, haciendo que éste volteara. —¿Qué pasa? —Preguntó antes de haber dejado a Pete hablar.

—¿Qué tal si vamos por algo de tomar o comer? Y después te dejo en tu casa si gustas. —Miró hacia el auto, indicándole al rubio que aquel auto era suyo.

El rubio lo pensó un poco, mirando de Pete hacia el carro, luego del carro a Pete y así repetitivas veces. Después de un rato, asintió, dejando escapar un suspiro. El pelinegro solo sonrió y abrió la puerta del copiloto, dejando entrar al rubio ahí. Patrick se sonrojó un poco, pues aunque había estado en relaciones anteriores con otros hombres, nunca le habían abierto la puerta así, algo que lo puso un poco más nervioso.

Patrick se subió al auto y Pete cerró la puerta, teniendo cuidado de no haber lastimado a Patrick o algo parecido. Rodeó el auto y se subió a su lado, encendiendo el auto. En todo el camino, Patrick iba mirando por la ventana, mirando a cada persona pasar, ya sea con sus hijos, pareja, paseando a su mascota o simplemente sola. Pete de vez en cuando volteaba a mirar a Patrick, sonriendo un poco, Patrick era rellenito, haciendo que así se viera más tierno.

Pete aparcó frente a un Starbucks, no sabía qué era lo que Patrick quería, a lo que lo llevó ahí, ya que por suerte vendían bastantes cosas y no solo café. Apagó el auto y se bajó, teniendo en mente abrir la puerta del copiloto para que así pudiera bajar Patrick, solo que Patrick eliminó aquello, pues él se bajó solo.

Pete le sonrió y Patrick le correspondió, después ambos entrando al local. Comenzaron a hacer fila, había más de lo que esperaban, pero no tanto como suele estarlo. Cuando les tocó ordenar, Pete ordenó un café americano mientras que Patrick solo pidió unos muffins y galletas. Dieron sus nombres y Patrick caminó hacia una mesa que se encontraba vacía, Pete solo sonrió y caminó tras él. Se sentaron, Pete frente a él en vez de a lado de él. El rubio se sentía un tanto nervioso aún a lo que sacó su celular, perdiéndose en él. El pelinegro lo notó y arqueó una ceja, sacando su celular también.

Whatsapp [Peterick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora