Rubén:
Habían pasado semanas y Beatriz no volvió, se había mudado, no sé dónde pero no quería saberlo. Estaba en la casa de Alex, grabando un vídeo, Mangel se había quedado en nuestro departamento, ahora él era el problema, ha estado actuando muy raro, creo que me oculta algo...ha estado encerrado en su habitación por horas pero cada vez que salía de su habitación, se le veía contento, ¿Me...estará engañando...? ¿Con quién? No, es imposible, ¿No? Después de todo lo que hemos pasado juntos...
"De nuevo se encerró en su habitación...ya me estaba preocupando demasiado y tenía miedo, fui hacia su habitación y toque la puerta.
-¡No entres Rubius!.
-M-Mangel...¿Qué me estás ocultando...?
-Tranquilo...no es nada.
¿Nada...? Entonces, ¿Por qué se encierra siempre? Que digo, ¿Siempre? Desde hace unos días.
-¿P-Por qué te encerraste de nuevo...?.
-Ya lo sabrás."
-Rubius, llamando a planta Rubius.
-¿Ah?.
-¿Me escuchaste?.
-S-si- no...
-¿Qué dije?- mierda...¿Qué digo?.
-Q-que...los unicornios...vomitan arco iris...y-y pueden volar.
-No- se rió- que tenemos que despedirnos del vídeo.
Nos despedimos del vídeo, apago la cámara, me levante de la silla y me estire.
-Rub, ¡que se acerca tu cumpleaños!.
Voltee para verlo, estaba mirando su móvil, ni me di cuenta que se acercaba mi cumpleaños, espero poder pasarla bien, ya que no lo podía festejar...por mis padres.
-Ya se que regalarte- dijo mientras sonreía.
-¿Qué cosa?- dije emocionado como un niño.
-Espera para tu cumpleaños.
-Ñooo.
-Sigues siendo el mismo niño.
-Bueno- lo miré de abajo hacia arriba- hablo- sonreí.
-No es mi culpa ser de estatura normal, slenderman.
-¡Oye! Te me calmas, enano.
-¿Cómo? ¡Que te reviento!.
Nos reímos, como extrañaba nuestras peleas de broma, agarre mi móvil y vi la hora, mierda, es demasiado tarde, Mangel seguramente debe estar preocupado.
-Me tengo que ir, Alex.
-Bueno...pero antes te quería hacer una pregunta.
-¿Q-qué cosa?.
-Al fin, rubelangel es real, algo que todos estábamos esperando...¿Por qué aún no se los cuentan a los fans?.
-Ambos decidimos que ellos se den cuenta solos, además no tenemos porque decírselo a la gente, ya la mayoría lo sabe.
-Eso es verdad y se ponen locas.
-Muy locas.
Me acompaño hasta la puerta, la abrió y me abrazo, otra cosa que extrañaba de él era sus abrazos, me causaba gracia ya que él era enano, nos separamos y fui hacia mi departamento.
Agarre la llave y abrí la puerta, la cerré detrás de mi, no había señales de Mangel, fui hacia la habitación y lo escuché hablando por el móvil.
