El Internado V1

Capítulo 1: La Carta

Mamá: ¡Andrés, despierta! ¡Vamos, levántate ya!

Poco a poco iba abriendo los ojos, acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana y que me atravesaba la vista. 

Mamá: Venga, hijo. Aunque sea vacaciones, debes mantener la costumbre de madrugar. Te han mandado una carta.

¿Una carta? Yo nunca me he hablado por cartas con ningún amigo, todos hablamos por el móvil. Que extraño... ¿Quién me ha mandado una carta a mi?

Le pedí que me la diera, la abrí y esto es lo que ponía:

Estimado Andrés Maldonado:

Debido al crimen que cometiste el día 28 de febrero de 2037, se ha decidido penarte. Por tu minoría de edad, debes pagar condena en un Internado durante 1 año. Debes ir en un autocar que se te proporcionará el día 15 de julio. 

                                                                         Juzgado Nacional de Amora

Andrés: ¿¡Quéee!? ¡¡Yo no he hecho nada!!

Mamá: ¿Un crimen? Estoy segura que tu no has hecho nada, pero yo no jugaría con el Juzgado. Ya sabes lo que le ha hecho a otra gente que se ha opuesto a obedecerlos. 

Andrés: Jo... Ni siquiera puedo negarme. Se han confundido y ahora tengo que ir a un Internado... ¿No podrían mejorar la justicia en esta región? 

Al poco tiempo de acabar de tomarme el desayuno, se despertó mi hermana. Ella es Laura y es mayor que yo. Todos en mi familia somos de pelo castaño claro, excepto ella, que lo tiene teñido de azul oscuro. Se sentó a mi lado para tomar su desayuno.

Laura: Que caras más tristes lleváis, ¡Alegraos un poco, que es verano!

Mamá: No, hoy no es una día para estar feliz...

Le explicamos lo sucedido, ella se sorprendió. Pero respondió serenamente:

Laura: Es una putada... Pero no puedes hacer nada contra el juzgado, a un amigo le descubrieron y por no presentarse a tiempo, le ejecutaron.

Mi mirada se quedó clavada en el último punto al que estaba mirando, sabía que estaba contra gente que no perdonan a nadie, hayan hecho algo o no.

Andrés: Definitivamente tengo la peor suerte del mundo. De toda la gente que hay en la región, me tiene que pasar a mi...

Laura: ¿Cuándo te tienes que ir?

Volví a leer la carta, por si por algún casual había leído algo mal y la carta no era lo que pensé. Pero no, aunque era imposible que eso pasara, siempre tienes esa esperanza de que ocurra. Me paré donde decía la fecha. Comprobé la fecha de hoy con mi móvil, y vi que solo había un día de diferencia entre una fecha y otra.

Andrés: Tengo que ir... Mañana.

Laura: ¿¡Mañana!? A esa gente no le importa nada, ni siquiera dan plazo para prepararte.

Mamá: ¿Por qué me tiene que estar pasando esto a mi? Todo lo que había pasado recientemente era positivo, que poco ha durado esta racha. Ya verás tu padre como se va a poner cuando se entere.