Si supieras, yo te amo .

Capitulo 21

¿Acaso el me está preguntado eso en serio ?, lo que más deseo es tener una vida con el, compartir como antes y que no tengamos ningún obstáculo para disfrutar de nuestro amor.
Quiera decirle que, millones de cosas, que le perdono por todo y solo deseo estar con él y no importa nada mas, que no me importa si estamos debajo de un puente muriendo de frío yo igual estaré feliz y a salvo porque estoy con el.

—¿Esto es verdad?. –le pregunto asombrada y con los ojos vidriosos.

—Si, es en serio.

Narra Ani

A pasado cinco meses y me siento sola, me siento una basura. Deje todo por él y me entero de la peor manera que nos estuvo engañando todo el tiempo a las dos y que su prometida estaba embarazada, hoy recibí un sobre, un sobre que me cambiaría la vida, era la gota que le faltaba a mi vaso para que se derramara.
Scott se estaba por casar, se casaba dentro de tres meses ¿y ahora que voy hacer yo?, necesito hablar con el, pero no me responde las llamadas, ni siquiera la devuelve ya no lo encuentro por ningún lado. Estoy sola, todo lo eche a perder, en ese momento me levanto del piso y me seco las lagrimas agarre las llaves de mi auto y fui por un café. Cuando estaba aparcando mi auto logro verle a lo lejos a Mike, estaba con una mujer morena y de cabello afro, realmente me parecía familiar, ambos estaban de negro y con unos lentes oscuros, en ese momento solo vi el mundo pasar lento, no podía dejar de verlos, esa era Ruth, estaba agarrándole de su brazo, ambos caminaban con la cabeza hacia abajo, Mike llevaba las manos dentro de su bolsillo del frente, mis lagrimas empezaron a brotar, cuando Mike y Ruth estaban pasando cerca de mi auto, el voltea mira justo hacia mi y yo le sigo con la mirada, el voltea pero luego Ruth le agarra delicadamente de la cara para que la mirara. Solo quise seguir mi camino y olvidarme de eso, arranqué el auto y solo manejé hasta que se hiciera de noche, por qué tuve que volver a este lugar, por qué dejé todo sin haber pensado en nadie más, empecé a andar más rápido la carretera estaba oscura, yo solo miraba el frente y pensaba en todo.
Empecé a acordarme de todo lo bueno que tenía en todo lo que viví, y todo lo que dejé, entonces mi celular empieza a sonar yo desvío mi mirada de la carreta para agarrar mi teléfono y ver quien me estaba llamando. Para mi sorpresa era Scott, abrí los ojos como plato pero me atajé y colgué el teléfono para cuando volteó, se atraviesa una camioneta roja, intente parar pero ya era tarde,lo único que pude hacer fue tocar la bocina lo más que pude, luego todo se puso oscuro...

Narra Sara

—Ya basta Carlos, deja de llamarme no haremos nada okay, esto se queda así, por favor deja de molestarme.

—No, Sara necesito saber si ese hijo que llevas en tu vientre es mío, Sara si supieras que yo te puedo dar todo lo que deseas, solo dame la oportunidad de hacerte feliz, por favor yo te amo, no te cases con Scott.

—Lo siento, tu no eres el padre, ya déjame .—le digo molesta. —Carlos y yo fuimos al mismo hotel que antes nos encontrábamos, le cité en ese lugar para poder hablar cara a cara y que me deje ya de una vez, porque Scott está empezando a sospechar ya que el, me está insistiendo mucho con las llamadas. —Y esta es la última vez que nos vemos, tu no eres el Padre ya entiéndelo, yo amo a Scott y por él daría mi vida.

—¿Estás segura de lo que estás diciendo Sara?. ¿Ni siquiera me quisiste un poco?. —dice Carlos acercándose lentamente, pude notar que estaba herido por mis palabras, pero si no era cruel con el, no me dejara en paz nunca.

—Querido siempre te dije que eras una diversión para mi. —dije cruelmente y sacándome sus manos de encima.

— Entonces solo fui un estupido juguete, siempre pensé que luego de darte cuenta que Scott no te amaba, volverías a mi y nos daríamos una oportunidad como pareja,yo tenía la ilusión de hacerte feliz, de que sientas que eras la mujer mas bella del planeta.

—Por favor Carlos, solo me divertía contigo, ahora veo que me equivoque en estar contigo. —le digo cruzando los brazos y volteando los ojos. —No me interesa tener una vida contigo, antes que estar contigo preferiría morir. Es más si Scott me deja, nunca vendría por ti, solo me moriría sin él.

—¡Yo moriría por ti Sara! ¿Acaso no ves?. —Carlos empieza a llorar, en ese momento se arrodilla. —Acaso no ves que muero sin ti, que estoy loco de amor por ti, que no me importaría ser el segundo con tal de estar contigo. Sara si me dejas moriré de amor yo sé que ese bebé es mío, es nuestro.

—Ya basta, me voy de aquí. —agarro mi cartera y le dejo en aquella habitación, el aún estaba arrodillado cuando salí y lo último que escuché cuando salí por la puerta fue un llanto. Entre al auto y maneje por la carretera.
Cuando llegue a casa, Scott estaba haciendo un sándwich.

—Hola amor. —dice Scott acercándose a mi y besando mi panza. —¿Donde estaban mis princesas?.

—Solo fuimos a dar un paseo, estaba aburrida. —le digo alzando los hombros.—¿me das?.—le digo apuntando su sándwich de queso y jamón.

Estuvimos viendo películas y jugando un rato hasta que se hizo de noche, Scott fue a bañarse y yo seguía viendo la película en ese momento, recibo una llamada era Carlos. Miro hacia atrás para ver si Scott seguía en el baño, atiendo.

—¡Hola,Hola Sara! –eso me asusto porque no era Carlos, era una mujer.

—Soy yo ¿que sucede ?

—Su novio está parado en el techo del edificio,¡se va a matar!. —¡No puede ser!—pensé. Agarre mis llaves y solo lleve mi celular.

—¡Amor surgió algo te llamo cuando llegue a la casa de mi amiga! —le gritó a Scott y salgo alterada de la casa. Subí al auto, estaba temblando, mi teléfono sonaba y sonaba en eso sale Scott.

—¿Que pasa donde vas?.

—¡Te explicó luego!. —hola?—contesto con la voz temblorosa. Arrancó el auto y voy a toda velocidad. Estupido no se te ocurra tirarte de ese edificio.
En ese momento vuelvo a llamar al teléfono de Carlos los minutos no pasaban y sentía que estaba cada vez más lejos. Voy acelerando. —Hola, cómo está Carlos?.

—Señorita, está bien le bajaron los bomberos. —Mi alma volvió a mi cuerpo. —le pasó quiere hablar con usted. En ese momento cruzó la carretera y voy más lento. —Hola Sara gracias por preocuparte, pero vete no vengas no quiero volver a verte te superaré. —En ese momento me agarró una rabia, como se le ocurre decirme eso, estoy manejando solo por ir a verlo.

—¡Eres un estu.....—piiiiiii piiiiiiiii volteó y veo una Luz blanca.

—¡¿Sara, estás ahí, Sara ?!......