Hospital Psiquiátrico De Liddell

Capítulo 3. - #STIGMA

#.STIGMA

AUTISMO.// αὐτός -'actúa sobre sí mismo o por sí mismo' e -ismos 'proceso patológico'

PACIENTE: KIM TAEHYUNG

EDAD: 21

PADRES: - SIN REGISTRO-

- ¿Puedes decir algo en tu defensa?-

- ¿Cuántos años tienes?

- ¿Dónde están tus padres?

- Dime, ¿dónde están tus padres?

- "No tengo algo como eso..."-

Siguiendo con el mismo patrón de hace unos meses. Las preguntas llegaban a mí. Como aquella luz del fondo de la habitación, aquella roja y parpadeante al final. ¿Qué es eso? ¿Una lámpara? No creo que aquí tengan una lámpara. ¿Qué es eso? Son hojas, muchas hojas que están recorriendo el mismo camino que sus compañeras sobre el mismo cuaderno donde pertenece. Siento que alguien me habla y trata de tener mi atención otra vez. Pero es difícil con tantas luces y tantos ruidos de por medio. ¿Qué es eso?

- Kim Taehyung, ¿has visto al chico que ha atacado a Taemin? -

¿Quién era? Ah verdad, yo lo había visto, junto a la cama, en plena noche donde yo mismo estaba pendiente de la respiración de Taemin, y del hecho de que algo lo estaba haciendo dar pequeños jadeos de dolor. ¿Qué es eso? Al parecer estaba alguien más en nuestra habitación, ¿Por qué esta aquí? esta habitación es solo mía y ahora de Lee Taemin. ¿Por qué existe alguien más aquí? Parecía torpe y desorientado, tanto que no se fijaba que se estaba sosteniendo del brazo de un chico el cual, ya tenía heridas en sus brazos. Le está haciendo daño con aquel bisturí que tiene en sus manos. ¿Estará perdido? ¿Por qué no se fija en que le está haciendo daño al chico que duerme? Creo que la obscuridad no está siendo muy buena con él. A medida que me levanto para intentar ayudarle. Me miro asustado, como si yo fuera un fantasma o como si él lo fuera. Pero no podría ser. Porque, el, él era...-

- Si, era Kwon Ji Yong.

- Sabes que está muerto ¿verdad? -

- Era Kwon Ji Yong. Yo mismo lo ví. -

Al ver que podía mirarle, aquel chico, por el cual tenía entendido que ya no estaba desde el día del fuego. Estaba tan asustado, las llamas estaban comiendo todo lo que querían. Las luces del incendio estaban llegando a mí. Estaba solo. Estaba solo como aquel día donde aquel hombre dejo de respirar, donde mi hermana estaba llorando a mi lado tratando de detenerme. Y la botella de cerveza seguía rota aun sosteniéndola entre mis manos, y aun gritando por lo que había hecho esta vez. Había llegado demasiado lejos. Había cumplido lo que mis amenazas llegaban, siempre, entre gritos y llantos, cada vez que este hombre llegaba gritándole a mi hermana, golpeándonos a ambos y más aun abusando de su fuerza contra todo lo que llegaba a él. Abusando de su fuerza, aquella fuerza la cual había sido culpable de la muerte de mi Madre años atrás. Aquella botella había llegado directamente a su pecho y estómago, una y otra vez. Cortando y dejando escapar la sangre que manchaba todo.