DIEZ

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La imagen de Árthedir desde el borde de Rhunnin donde empezaba la plataforma que les llevaría hasta allí, era absolutamente impresionante. Parecía un iceberg suspendido en el aire, un gigantesco bloque de hielo flotante. Tras disfrutar de la imagen durante un rato, por fin iniciaron el camino hacia Árthedir, por la plataforma que unía los dos mundos como si fuera un paseo.

El paso hasta el sexto islote fue mucho más llevadero que el camino del día anterior. Tal y como había dicho Jimin, los dos islotes estaban prácticamente a la misma altura, por lo que los veinte kilómetros de recorrido por la plataforma fueron llanos, a excepción de un par de escalones cada cierta distancia.

Apenas les quedaba un kilómetro para llegar a Árthedir, cuando la temperatura bajó bruscamente y empezaron a ver nieve en el puente. En ese momento pararon para ponerse las botas y el resto de ropa de abrigo que habían comprado, y continuaron su camino.

Una vez en Árthedir, desplegaron un mapa del islote para decidir el camino a tomar. El diámetro de la superficie del islote, era de aproximadamente diez kilómetros, y aunque el terreno de la parte exterior del islote era más seguro de recorrer, rodear todo el islote les iba a suponer tener que andar unos cinco kilómetros más, por lo que al final decidieron seguir el camino más recto posible hacia su destino.

Los dos primeros kilómetros no fueron muy complicados, una zona boscosa pero que no tenía demasiada nieve, por lo que los caminos entre los árboles se podían seguir con facilidad. Después de eso, la cosa se complicó bastante. El centro del islote era un valle con su parte más baja en el punto central, por lo que primero debían bajar una larguísima pendiente cubierta de nieve y sin ningún resguardo del viento, para después cruzar el gran lago helado que había justo en el centro del islote. Al otro lado del lago, había un refugio en el que tenían pensado parar a descansar y probablemente a pasar la noche.

— Bien — dijo Yoongi frotándose las manos enguantadas — será mejor que bajemos con cuidado, no tengo ganas de acabar rodando hasta el lago.

— Bueno, sería una buena forma de bajar rápido — contestó Jimin mirando hacia el fondo del valle con una sonrisa.

— Si claro, y también de romperse una pierna o algo peor. Vamos, y no hagas ninguna tontería.

El descenso fue duro, el fuerte viento helado les dejaba prácticamente sin respiración, y las piernas sufrían por sujetar el peso del sus cuerpos durante la bajada, haciendo que sus músculos se cargaran demasiado y empezaran a sentir calambres.

Casi habían llegado al fondo del valle, junto a la orilla del lago, cuando Jimin se paró un momento a recuperar el aliento y se giró para lanzar una mirada al camino que habían recorrido.

Sus huellas eran claramente visibles en la nieve virgen y siguió con la mirada las marcas hacia arriba.

— ¡Yoongi mira! — gritó de pronto señalando hacia el lugar por donde habían bajado.

Yoongi se giró rápidamente y sintió cómo su corazón se aceleraba al ver a una persona siguiendo sus huellas a poco más de 300 metros de donde estaban ellos.

— ¡Mierda! ¡Vamos Jimin! ¡Si llegamos al refugio podremos encerrarnos dentro!

Los dos echaron a correr y empezaron a cruzar el lago helado todo lo rápido que el suelo resbaladizo les permitía.

Yoongi iba unos metros por delante, consiguiendo a duras penas no caerse en el hielo, y Jimin le seguía, mirando hacia atrás cada pocos pasos, para comprobar la distancia a la que estaba su perseguidor.

El hombre que les seguía, corría también sobre la nieve intentando alcanzarles, y para desesperación de Jimin, a cada minuto estaba un poco más cerca de ellos.

Everyland ࿐ · YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora