Everyland ࿐ · Yoonmin

SIETE

— Jimin, eso no puede ser. Zester me dijo claramente que teníamos que ir al octavo islote.

Jimin negó con la cabeza — No señor, solo hay siete islotes. Después ya no hay nada más.

— ¡Mierda! No puede ser Jimin — dijo Yoongi mientras sacaba la copia del libro antiguo de la bolsa — A lo mejor tú no lo conoces.

— Señor, conozco todos los islotes. Todo el mundo los conoce. Eso se aprende cuando eres niño. Everyland está compuesto de siete islotes.

Yoongi abrió el libro y empezó a buscar información en las páginas que Zester le había dejado señaladas.

— ¡Mira! — dijo señalando una de las páginas con una sonrisa — Aquí está. “La primera piedra descansará por el resto de los tiempos en el altar mayor, en el punto más alto del mundo flotante. El octavo islote protegerá la llave de todos los mundos, y solo se mostrará ante los ojos del elegido”

Yoongi levantó la mirada del libro y la fijó en Jimin, que estaba con la boca abierta — ¿El elegido? ¿Y eso qué significa?

Yoongi miró las escaleras que subían hasta Rhunnin y luego al cielo que empezaba a oscurecerse — ¿Sabes? — dijo soltando un suspiro y dejando el libro a un lado — Creo que vamos a hacer una cosa.

— Claro señor, lo que quiera.

— Lo primero de todo, quiero que dejes de llamarme señor. Me llamo Yoongi.

— Pero… yo no… yo siempre…

— Mira Jimin, no sé como son las cosas aquí, pero de donde yo vengo, nadie es señor de nadie ¿de acuerdo? Tal vez Hyung pero eso es otra historia.

Jimin asintió tímidamente — De acuerdo se... Yoongi.

— Bien, y en segundo lugar, creo que se nos ha hecho algo tarde para empezar a subir las escaleras, así que pasaremos la noche aquí, y aprovecharé para contarte a dónde vamos y por qué.

Para cuando anocheció por completo, Jimin y Yoongi estaban sentados al lado de una fogata que habían encendido entre los dos. Habían cenado parte de la comida que llevaban en las mochilas, y Yoongi le había contado a Jimin todo lo que Zester le había dicho sobre los mundos y la roca sagrada.

— Entonces… ¿Vas a volver a tu mundo? — A Yoongi le pareció oír un deje de tristeza en la pregunta de Jimin, aunque no estaba seguro, ya que este tenía la cabeza agachada, ocultando su cara de la mirada de Yoongi.

— Si. Tengo que volver Jimin.

— ¿Por qué?

— Porque este no es mi mundo, yo no pertenezco a aquí.

— Pero este mundo no es tan malo.

— ¿Puedo preguntarte algo, Jimin?

Jimin solo asintió con la cabeza, sin decir nada.

— ¿Por qué te ocultas de la gente? ¿Por qué esa capa y esos guantes?

Jimin se removió incómodo en el sitio.  — Yo… es necesario.

— ¿Necesario? ¿Igual de necesario que la capucha? Jimin, nos vamos del pueblo, ya no tienes que ocultarte de nadie.

— No es lo mismo — dijo Jimin con cabezonería.

— Sabes que podrías quitártelos ¿verdad? Conmigo no tienes que taparte.

Jimin soltó un suspiro y se tumbó dándole la espalda a Yoongi, con su mochila como almohada — Será mejor que durmamos, mañana va a ser un día cansado.