Desayuno por la tarde ¿Qué dices?

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⊹ Partes: 1/1
⊹ Advertencia: No
⊹ Edad: (B): 14 (C): 15
⊹ Pareja secundaria: No
⊹ Alternative universe: No

—Entonces para pasar este jefe debes saltar al tubo que está aquí, tomar la espada escondida y con la combinación que te dije, haces un combo con la espada para aumentar la fuerza un veinte por ciento. Es muy fácil. –Belson estaba sentado jugando un videojuego en su consola portátil, mientras que sus amigos y unos cuantos chicos más lo rodeaban y se maravillaban con la facilidad que tenía él en cuanto a los videojuegos.

Clarence, quien estaba con sus amigos Jeff y Sumo, se quedó mirando el montón de gente que se acumulaba alrededor de Belson. Desde hace una semana estaba esperando a que el chico quede completamente solo, tenía una pregunta que hacerle, lo suficientemente vergonzosa como para que ni si quiera sus amigos sabían que se la iba a hacer.

Estaban en el parque, Clarence sugirió ir pues supo esa mañana que Belson iría a pasar la tarde jugando ahí, por haber escuchado por casualidad su conversación con uno de sus tantos amigos.

Pero no contó con el hecho de que casi nunca Belson estaba solo. Sí, le gustaba la soledad, según sabía él, pero simplemente no hallaba un momento adecuado.

Pasaron los minutos y Sumo ya comenzaba a aburrirse.

—Hey, Clarence, no sé qué seguimos haciendo viendo las nubes, ¿Buscamos OVNIs? –preguntó desde el suelo.

—Sería interesante captar uno. –siguió Jeff.

—...

Clarence no respondió. Estaba angustiado, quería que todos los chicos que se hallaban alrededor de Belson se fueran, y lentamente se iban yendo uno a uno, pero muy lentamente.

—Agh. Estoy cansado de no hacer nada. Me voy chicos, un gusto... No tanto, pasar la tarde respirando con ustedes, nos vemos mañana.

Sumo se levantó del suelo y sacudió el trasero de su bluejean y se agachó para atar las agujetas de sus botas.

Jeff lo imitó y se sacudió su pantalón junto con su abrigo.

—¿A dónde vas? –le preguntó.

—A donde sea, tengo hambre. ¿Vienes? –sugirió Sumo, al notar que Jeff también se aburría.

Ambos se despidieron de Clarence, aclarando que se verían al día siguiente. Él sólo asintió y siguió recostado en el suelo.

De las 14:00 pasando por las 16:30 hasta llegar a la actualidad; 17:55.
Clarence era paciente cuando realmente quería serlo.
Finalmente sólo quedaban tres personas en el pequeño parque, que más bien era una plaza.

Él, Belson y una señora que paseaba con su perro.

¡Bien Clarence, es tu oportunidad!
¡Invita a Belson a salir!
No es tan difícil; acercate, saludalo y ve directo al grano.

Caminó entonces decidido, hasta llegar a estar a dos metros de distancia.
Carajo, se ponía más nervioso mientras más se acercaba.
Belson notó la presencia del chico. Al verlo notó que estaba nervioso.

—¿Clarence? ¿Qué te pasa? ¿Te pica algo? –confundido y extrañado, con su tono burlesco característico.

—Ahh... –¡Vamos Clarence! ¡Sólo pregúntale por una cita! Lo peor que te puede pasar es que te diga que no.

Belson lo miraba con curiosidad, lo había estado viendo desde hace un buen rato, cuando se dio cuenta de que había quedado solo. Pero no se atrevió a llamarle, era tímido y reservado, cosas que ocultaba tras una actitud tosca y repelente.

—¿Y bien? –insistió.

—¿Te gustaría ir a desayunar el martes a la tarde? Estrenan una película muy buena, no la vi aún pero dicen que será buena. Jaja, si no quieres está bien yo sólo pasaba por aquí. Es más, ni me viste, soy una ilusión óptica –Clarence iba retrocediendo mientras hablaba–. Mañana será jueves de pasta así que no olvides llevar agua extra porque ehh.. Ya sabes, la pasta se te queda pegada en la garganta y –por seguir retrocediendo, Clarence chocó con la señora del perro–. ¡Oh! Disculpe señora. Lo siento.

Y se fue corriendo. Ni siquiera dio tiempo a Belson de responder.
Éste, en su mente, iba repasando nuevamente las palabras del chico;

—"Ir a desayunar el martes por la tarde..."
"Estrenan una película que aún ni se vio pero dicen que es buena"...

Tapó su consola portátil y la guardó en el bolsillo interior de su chaqueta.
Luego de levantarse de la banca y meditar un poco más lo recién sucedido se dijo para sí mismo:

—Sí quiero.

Gift for you [Clarence x Belson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora