"A Través De Mis Sueños" (Ezarel X Ti X Nevra) [Terminada]

Capítulo 6 "Secreto de dos son de tres"

Nevra dirigió su mirada a mí.

-Amaltea... Sabía que te había conocido antes, ahora todo tiene sentido- Decía sonriendo. -Eso era lo que Miiko tanto ocultaba-

-Por favor, no se lo cuentes a nadie- Le suplicaba.

-¿Contárselo a alguien?- Él rió -No, por su puesto que no lo haré, esta es mi oportunidad perfecta- No comprendía las intenciones de sus palabras, pero me alivia saber que no lo contará.

Narra Nevra

¿Cómo no me di cuenta antes? Ese sabroso olor sólo pertenecía a Amaltea. Ella fue mi primer amor, pero Ezarel fue quien se ganó su cariño. Desgraciado elfo... Bueno, no importa, esta vez seré yo quien se gané su amor.

-Se hace tarde, deberíamos volver- Me dijo

-Que chica más responsable, por esta vez te haré caso-

-Solo no quiero problemas el primer día- Se excusó.

-Ven yo te bajaré- Extendi mis brazos. Vacilo un poco, pero terminó cediendo. La cargué, así que ella pasó sus brazos por mi cuello. En cuanto lo hizo, salté del árbol. Use parte de lo significaba ser un vampiro para bajar y caer perfectamente parado sobre la hierba.

-Gracias Nevra- Me dijo con su linda sonrisa.

-No hay de que mi bella dama- Besé su mano.

Volvimos juntos al C.G. conversando cosas sobre este mismo. Aún no puedo creer que sea mi misma Amaltea. Ella era una ninfa extraña, tenía pensamientos extraños y un cabello extraño. Este cambiaba de color dependiendo de sus acciones y emociones. Los colores más habituales eran negro y blanco, también el verde cuando usaba sus poderes. Los cambios de color se debían a que ella contenía un gran poder y tenía que sacar lo que no utilizaba de alguna forma. Aunque, esa no era la única manera, también cantando sacaba la mayor parte de lo no utilizaba. Su espléndida voz es una muestra del gran poder que guarda.

-¿Nev? ¿Qué estás haciendo?- Me sorprendió Amaltea.

-Sólo intento descifrar cual planta es la oppuluts y cual es la Lutus- Ella me sonrió y me indicó cual era cual.

-Esta es la Lutus, la forma de las hojas son distintas ¿Ves?-

-Oh, ya comprendo, gracias- Me llevé la planta indicada.

Ella siempre me enseñaba y ayudaba, además que me salvó un par de veces. Yo amaba a Amaltea, aunque creo que nunca fue lo suficiente. Cuando murió en vez de ponerme a llorar o demás, quedé en shock, simplemente mi mente no podía aceptarlo, todo había sido tan repentino. Apenas era un niño, así que creo que no comprendía el echo de que Amaltea no estuviera con nosotros. Yo me había acostumbrado a ella. Realmente a quien le afectó seriamente fue a Ezarel, desde entonces nunca volvió a ser el mismo, claro que yo también fui cambiando, pero no solo por ese motivo...

Narras tú

Inmediatamente me fui a dormir, la pase súper bien con Nevra, es un buen amigo y acompañante. Ese lado de él no ha cambiado, eso me alegra.

-Tock! Tock!- 

Alguien llamaba a golpes la puerta. No tenía ganas de levantarme, que toquen lo que quieran la puerta. 

-¡Oye! ¡Estúpida humana! ¡Despierta!- Era Ezarel. Me levanté apenas, casi a rastras.

-Ya voy- Respondí entre bostezos. Abrí la puerta.

-¡Eres un desastre! ¡Apúrate, Miiko quiere verte!- 

-¿Miiko...?... ¡¿Miiko?!- Deprisa me fui al baño a darme una ducha rápida y vestirme.

-...¿Ya estás lista?- Oía la voz de Ezarel jodiéndome.

-Solo un momento, no seas impaciente-

-Soy impaciente- Me molestaba Ezarel.

-Ya, ya estoy lista- Salí del baño.

-¡Por fin! Ahora apresúrate.- Corrimos hasta la sala del Cristal. 

-Son muy impuntuales ¿Lo sabían?- Reclamó Miiko.

-Pero llegamos, mejor tarde que nunca ¿No?- Bromeó Ezarel.

-Como sea... Tenemos que ayudar a ___ a encontrar su guardia-

-¿No se hace un test para ello?- opinó Ezarel.

-Sí, pero ___ es un caso especial, ya viste el potencial que tiene.- Bien, la kitsune encontró una buena historia, así no tendré que mentir demás.

-Entonces ___, estarás de lunes a martes con Ezarel, miércoles a jueves con Nevra y el fin de semana con valkyon.

-¿Qué hay del viernes?- Pregunté.

-No te preocupes, será tu día libre-

-¿Qué? ¡Qué injusto! ¡Ni si quiera yo tengo un día libre a la semana!- Se quejó Ezarel.

-Ezarel...- Él se enfureció y salió de la sala. ¿Me odia, verdad?

Después de conversar con Miiko, me dirigí a mi habitación. Sin embargo, Ezarel me esperaba en la puerta.

-¿Ezarel?- Pregunté indecisa.

-¿Qué esperas? Es lunes, vamos, tengo trabajo para ti- Lo seguí.

-Supongo, que sabes moler, no?-

-Cualquiera puede- Contesté.

-Bien, entonces toma- Me entregó unas bolsas llenas de Lupus.
Así, comencé a moler la planta.

-Usan el Lupus bastante a menudo ¿No?- Él se volteó sorprendido.

-No sabía que los humanos supieran lo que es el Lupus-

-La mayoría no lo sabe, pero si te fijas bien en los libros fantásticos puedes encontrar una que otra cosa curiosa-

-Tú... Eres extraña- Me dijo bien cerca de mi rostro.

-Ahm... ¿Eso es un cumplido?- Él comenzó a reír.

-¡Definitivamente eres muy rara!- Decía sin parar de reír ¿Había dicho algo gracioso?.

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