Capítulo 7 "Secreto revelado"

728 78 19
                                    

Terminé de hacer todo el trabajo que me pidió.

-Bueno, fue más rápido de lo que esperaba... Así que los humanos trabajan bien- Lo último lo dijo con una gran sonrisa.

-¡Ni lo pienses! No seré tu esclava ni mucho menos-

-Aún así, no puedes negarte- seguía sonriendo.

-Malvado...- Él rió. Se veía lindo sonriendo...

Me acerqué a la flor que estaba en el escritorio. Una hermosa amapola.

-Que bonita Amapola, se nota que la cuidan bien- Su expresión cambió al mirar la flor.

-En realidad... Esa planta había muerto hace poco y no tenía tiempo de hacer algo por ella... Qué raro...- Volví a mirar la flor extrañada. Esta estaba completamente sana. Solo la tierra estaba bastante seca.

-¿Magia?- Dije buscando un motivo.

-...Tal vez- Me miró fijamente. 

-Ahaja vamos, no te pongas tan serio- Dije sonriente.

-...Fuera...-

-¿Qué?-

-¡Dije que te vayas! ¡Fuera de aquí!- ¿Qué significa este cambio de humor repentino?... ¿Tanto me odia?...

-Está bien... Ya me voy- Dije yéndome.

Narra Ezarel 

Esta humana me está volviendo loco... No hay momento que no me recuerde a Amaltea... ¿Acaso ella es Amaltea?... No, no puede ser... Mi Amaltea es única. No hay nadie que pueda remplazarla. No hay nadie que pueda ser como ella... Joder, y yo que pensaba que la había superado ya... Me apoyé en la pared, colocando mis manos en mi rostro... 

-Amaltea dijo que volvería... ¿Será posible?...- No, no puede ser ella... Imposible... ¡NO! ¡ES IMPOSIBLE! 

-Amaltea...- Susurraba su nombre entre llorando... Qué estúpido soy... Pensar que alguien como yo se lamenta de esta forma por una chica muerta... ¿Por qué tengo que revivirla de esta forma en mi mente?... Creo que aún no acepto que ya no este... 

Narras

El echo de que Ezarel me hubiera echado de esa forma me pone muy triste. Así que para calmarme decidí salir del C.G. El bosque ha cambiado mucho. Me fui adentrando poco a poco en el bosque. Ahí me encontré con un montón de hadas.

-¡Amaltea haz vuelto!- Chillaban.

-Sí he vuelto- Afirmé.

-Amaltea, ayúdanos, el bosque aún no se ha recuperado desde que te fuiste- ¿Aún no? Las seguí hasta lo más profundo. Efectivamente estaba todo quemado. 

-¿Puedes ayudarnos Amaltea?- Suplicaban las hadas. 

-Podría intentarlo- Contesté indecisa. ¿Cómo salvaría este bosque?

-<Entona tu voz, haciendo saber tus sentimientos>- Dijo aquella voz en mi cabeza... ¿Entonar mi voz?... ¡Claro! ¡Cantar! Dar a conocer mis sentimientos.

Cerré los ojos y respire profundo. Entonces comencé a cantar. (Es la canción del vídeo de la portada). 

Canté sobre como me sentía ahora. Creo que si pudiera dedicar esta canción a alguien sería a el jardín de flores que solía cuidar, a las hadas y a Ezarel, sobre todo a él. La flor de la canción sería la representación de como me siento por Ezarel, además de ser el jardín que esperan las hadas. Finalmente queda la mariposa, una representación de mi misma, quien tiene el mismo sentimiento que las hadas, quienes sufren por su bosque. 

Mientras cantaba caminaba por el bosque, el cual por arte de magia cobraba vida de a poco. 

Después, llegué hasta lo más profundo del bosque, donde yacía una hermosa y brillante Kikyo. Me agaché para admirarla mejor. Pasé mi mano por sus pétalos, entonces esta comenzó a crecer. Me alejé de ella aún cantado. Y terminó convirtiéndose en un gran y majestuoso árbol grueso con hojas azules. Nunca había visto un árbol tan grande. Era lo suficientemente amplio para vivir dentro de él. En cuanto creció el lugar se convirtió en un jardín de flores, casi el mismo donde pasaban los arroyos. Entonces, me di cuenta, que el lugar que pisaba era mi verdadero hogar. Mi tan preciado jardín. Paré de cantar. Y un montón de seres bailaban y reían de felicidad. Ellos tenían un hogar gracias a mi. Aquello me hacía sentir tan contenta. 

-Gracias Amaltea, verdaderamente tu eres nuestra única reina- Dijeron las hadas poniendo una corona de flores en mi cabeza. 

-Sólo faltaría un hombre para que reine a tu lado- Chillaban y asentían. -Sí, necesitas a alguien que te cuide, ya que tu cuidas de nosotras- Decían dando vueltas a mi alrededor las haditas.

-¿Y qué tal aquel elfo gruñón?- Comentó un hada.

-¿Ezarel?- Pregunté ruborizada.

-¡Sí! ¡Si no eres tú él es quien cuida de nosotras!- Dijo una.

-Realmente sólo cuidaba a la Kikyo- Intervino otra. Yo reí. Así que Ezarel venía a cuidar de la flor. Y yo que creía que ya no era el mismo. Supongo, que se está ocultando.

-¡¿___?!- Escuché el llamado de Ezarel.

-¿Ezarel? ¡Estoy aquí!- Le grité. Él acudió a mi llamado. Se veía agotado, al parecer vino corriendo hasta aquí. 

-Estúpida... Ah... ¿Qué estabas haciendo?- Se agarraba de un árbol intentando respirar. 

-Respira... ¿Te encuentras bien?- Después de que recuperara él aliento se acercó echo una furia hacía mi.

-Tú.. ¡¿Tienes idea de qué hora es?!- 

-Eh...- Miré el cielo y ya estaba anocheciendo. 

-¿Tienes idea de lo preocupado qué estábamos?- 

-Lo siento...- Me disculpaba al ver que nuevamente era una molestia para él.

-...Ahg! Sólo ven aquí- Él tomó de mi mano algo brusco. En ese sentido me recordaba un poco a Castiel. Me llevo con él. Haciéndome salir del bosque. 

-¿Cómo me encontraste?-  

-Sólo lo supe- Por la manera en que esquiva mi pregunta sé que miente.

-Sé que esa no es la razón- Le dije. -¿Lo sabes, no?- Le increpé.

-¿Saber qué?- 

-No finjas, quien soy en realidad ¿Era muy obvio?- Paró súbitamente. 

-No, tampoco tanto... Escucha, para mí Amaltea está muerta. Tú eres una completa desconocida para mí.- 

-¿Tanto me odias?- Lágrimas salieron de mi rostro. Él pareció sorprenderse. 

-No... Eso no es cier...- Solté su mano agresivamente. 

-Espera, yo no quería hacerte sentir así...- Intentó tocarme, pero inmediatamente la aparte.

-¡Cállate! ¿¡Tú cómo sabes cómo me siento?!- Lloraba furiosa.

-___... Me ahogo...- Abrí los ojos y vi a Ezarel siendo levantando por unas enredaderas. Estas lo estaban ahorcando...

-... Ezarel!...- Me asusté, y la enredaderas desaparecieron. Ahora él estaba tosiendo en el piso.

-Lo lamento! ¡¿Estás bien?!- Me acerqué a verlo.

-Regla número uno no hacerte enojar, ni mucho menos quebrar tus sentimientos...- Comentó sonriendo.

-Qué bueno... Eres él de siempre...-

-¿Quién más iba a ser, idiota?- Me reí. -Bueno volvamos- Añadió, por lo cual yo asentí.

¡Gracias por leer! Espero les haya gusta! Voten y comenten para más! ^^ 
















&quot;A Través De Mis Sueños&quot; (Ezarel X Ti X Nevra) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora