Capítulo 35

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Se revolcó una y otra vez en la cama, la sabanas desechas se enredaron en sus piernas y su cabello cubrió su rostro por completo; una exhalación se escapo de sus labios, exhausta. 

—Maldición...—susurró, quitandose el cabello del rostro

La cálidez en su pecho aún seguía allí, intacta, haciendo brincar a su corazón cada vez que el rostro de él volvía a su cabeza, quiso chillar pero el leve ronquido de la pequeña a su lado la detuvo.  Aún no entendía como con tanto movimiento podía seguir durmiendo, no recordaba que fuera de sueño profundo. 

Se sentó en el borde de la cama, el frío suelo hizo que un escalofrío le recorriera levemente. Sus manos buscaron su móvil sobre la mesita de noche, no sabía cuanto tiempo había pasado ni si había llegado a dormir en algún momento, lo único que sabía claramente es que debería ordenar la cama antes de que la menor agarrara un resfriado, la habitación comenzaba a enfriarse. 

Desbloquó la pantalla en cuanto lo tuvo en sus manos, el lugar se iluminó por completo, irritando sus ojos. 

—Dos y cuarto...—murmuró

Una notificación saltó a su vista, pinchó en ella antes de que la aplicación de mensajes de abriera. 

De: Suzu-chan

¿Estás despierta? 

Sus cejas se arquearon levemente, curiosa. Tecleó con rapidez una respuesta afirmativa, no paso mucho tiempo hasta que una llamada entrará; Suzume la llamaba.

—¿Suzu-chan? —habló a penas pegó el aparato a su oído

Kai, necesito un consejo ahora mismo...

La nombrada dirigió una rápida mirada a Aya, quien dormía plácidamente. Salió de la habitación, cerrando la puerta con sumo cuidado antes de caminar hacia la escalera y sentarse en los primeros escalones. 

  —Eres tú la que generalmente da los consejos, Suzu-chan — soltó divertida—. ¿Sucedió algo?

Un carraspeó nervioso se oyó al otro lado, Kai sonrió, sabía muy bien de que se trataba.

  —¿Cómo es él? —susurró

 —Él... —un suspiro se escapó de sus labios— es atento, amable, divertido... ¡muy divertido! siempre logra sacarme risas cuando estoy mal, siempre está allí cuando estoy mal... cuando se enoja realmente da miedo pero cuando su lado infantil sale... ¡es mucho más tierno de lo que alguien normal puede ser! Además...

Kai la interrumpió, su risa había salido inevitablemente de sus labios, tapandoselos para así evitar que Aya no se despertara.

¡Estoy siendo seria! —bufó— ¿qué te causa tanta gracia?

—¿Él no es normal entonces?

¡Y-ya sabes a lo que me refiero! 

Ambas guardaron silencio por tan solo unos segundos antes de estallar en carcajadas, extrañaba aquellas platicas en los que ambas conocían lo que la otra pensaban y aún así no dudaban en molestarla por ello.

—Dijiste que necesitabas un consejo...—respondió, calmandose  

¡Ah, sí! —se escuchó como varias hojas eran movidas, provocando que Kai se confundiera— verás... él... es muy conversador y a veces no se como seguirle el paso sin sentirme tonta... ¿cómo lo haces tu?

—Eh...

La imagen de Haru apareció en su cabeza junto con todas aquellas acciones, su corazón volvió a emocionarse y una incontenible risa nerviosa escapó. 

Ojos de Mar [Haruka Nanase x OC] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora