Capítulo 37

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Y así, tal cual como vino, el tiempo voló. Pronto, la blanca nieve dejaba de caer sobre el cielo de Iwatobi para ser reemplazado por las brisas de primavera. Pronto los sakura florecerían, dando así el adiós a los de último año. Sin embargo, Kai no quería eso.

Se apoyó del barandal de la azotea, observando como el viento golpeaba las verdes hojas que de los árboles salían. A su espalda, la risa de los chicos y las exclamaciones de Nagisa lograban causarle un extraño sentimiento de paz, capaz de alejar cualquier mal pensamiento ahora que la cuenta regresiva comenzaba a descender aún más rápido.

Observó al grupo, allí sólo faltaba una persona. Su corazón saltó en cuanto el recuerdo de año nuevo volvió a su cabeza. Mordió su labio inferior, con un leve cosquilleo molestando en el estómago, lo extrañaba.

Unos pasos la alertaron, el viento primaveral sopló con fuerza, por lo que su cabello ocultó el rostro de el dueño de aquellos pasos. Quitó los mechones de su vista, observando como la amable sonrisa de Makoto la saludaba, se posicionó a su lado, tenía una mirada amable y cansada, probablemente por los exámenes finales.

—No esperé que Haru fuera tan repentinamente a Australia...

Kai sonrió, una suave risa se escapó de sus labios.

—Nadie lo esperó, Rin fue bastante...¿espontáneo?

Se carcajeo suavemente, su sonrisa nunca desapareció de su rostro.

—Pero... —Makoto apoyó su espalda, observando a la chica por el rabillo del ojo— creo que es algo que Haru realmente necesitaba

Confundida, Kai lo observó.

—Confío en que Rin le muestre una nueva vista...—susurró

Prefirió observar, sin comentar nada ni preguntar, sabía que era algo que tal vez ella no llegaría a entender completamente y que la explicación llegaría a ser dificultosa para el chico a su lado. Los ojos de la chica viajaron al ruidoso grupo, Nagisa peleaba por arrebatarle comida a Rei mientras Gou animaba cual animadora al rubio, su corazón se estrujó. No sabe cómo serán sus días sin aquel trío ruidoso de siempre. La graduación estaba cerca.

—Dime, Makoto... —la voz de la chica había asustado al chico— ¿dónde estudiarán tu y Haru?

Un extraño movimiento nervioso apareció en la mirada verde del chico, mordió su labio inferior levemente antes de que una gota de nerviosismo bajara por su mejilla. Kai se giró hacia él, con un deje de preocupación ante el repentino comportamiento. 

—Aún no lo decidimos... —soltó— H-Haru aún no decide qué hacer y yo aún no he visto universidades...

Sabía muy bien que aquello era mentira, con el paso del tiempo, Kai había aprendido a identificar los momentos en los que el chico mentía. Makoto era, definitivamente, un libro abierto.

Decidió dejar el tema, respondiendo con un leve asentimiento de cabeza y un sonido de afirmación, no sacaría nada con insistirle.

(...)

Haru apareció luego de unos días, sus ojos brillaban más que antes y una extraña determinación se había instalado en él. No sabe muy bien qué fue lo que Rin hizo con Haru en Australia, sin embargo, una serie de sentimientos encontrados había comenzado a instalarse en el pecho de la chica. 

Los exámenes finales terminaron, las hojas del calendario comenzaron a ser robadas por el tiempo con aún más rapidez que antes. Los árboles de cerezos comenzaron a florecer y la tan esperada graduación ya se encontraba a la vuelta de la esquina. 

Ahora, sentados sobre cojines y con una gran manta en el suelo, los chicos admiraban como los pétalos caían sobre el pequeño lago. Había sido la pelirroja quien, de improviso, había citado a todos para una pequeña despedida. Por supuesto que llamarla de esa manera solo hacía que el corazón de la castaña diera fuertes y dolorosos latidos. No quería ver que su diversión se terminara, no quería decirle adiós a su amada vida escolar, no quería dejar nada atrás. 

Ojos de Mar [Haruka Nanase x OC] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora