Hace tres semanas entré a la prepa y apenas me acostumbro al horario matutino. Me costó ser puntual en la primera clase. Los días que no me trae mi madre (lunes y viernes).
La cabeza no deja de zumbarme. Pinche Mickey y sus combinaciones culeras. Antes de entrar al estacionamiento de la escuela, paro en donde se junta la bolita para fumar y me encuentro con unos vatos.
— ¿Qué pedo?
— ¿Qué onda, güey? – responde Chris.
Luis me choca el puño. Miro hacia la entrada a los vigilantes de la escuela, controlando que no estén viendo. Volteo atrás y a los lados.
— ¿Qué traes? – pregunta Luis.
Antes de sacar la bolsita de mi chamarra, me relamo los labios y vuelvo a los vigilantes.
— ¿Quieren?
— Güey... no mames, cabrón – Chris se impulsa de la pared para avalanzarse al sobrecito.
— Pero ámonos más pa llá – señalo mi carro con la cabeza.
Nos subimos al auto para no estar tan a la vista. Saco el papel ya recortado y voy enrollándolo después de pasar la lengua por el borde. Y Chris le echa la bola de hierba y la desbarata a lo largo de la sábana.
— Pero atínale, güey.
Luis nos pasa fuego y le doy la primera calada. Me relajo al sentir el característico sabor en mi boca. Siento que me quitan el porro de las manos. Me hundo en mi asiento y coloco las manos relajadas en el inferior del volante.
Juego con el humo atrapado en mi boca, hasta liberarlo.
Sin duda siempre será la mejor opción para la cruda.
¿Cuándo limpiarán las lámparas del salón? Esos bichos ya están más que disecados. Aún así no impide que siga siendo intensa la luz blanca pa dejarnos ciegos o sepa la verga.
Ihh... ¿Güey tendré los ojos rojos? Me miro en el celular estirándome los párpados.
— ¿Tienes una pestaña? – me habla Sara.
— Na era un... un... una lagaña – me río.
Ella asiente y vuelve a la clase.
¿Y las gotas? ¿Carro? Ihh... no mames, las dejé en la casa de Miguel. Puta madre.
De un momento a otro Belén se sienta en el escritorio de mi lado, me aturde el sonido que provoca la silla arrastrándose. Me saluda con un beso tronado en el cachete.
Ana, la maestra, termina de explicar la actividad en parejas. Luego luego pienso en hacer equipo con Sara, aunque en mi estado... creo que ella terminará haciendo sola el trabajo.
— ¿Hacemos equipo? – se adelanta a decirme Belén.
*My way – Andy Black
Sara también me ve esperando mi respuesta, como si se hubiera enterado de la conversación en mi mente.
— Mmm... Seh.
— Va.
Sara tuerce los labios, expresando como un "ya qué".
— Va, como son 6 puntos... – es difícil captar todo lo que dice Belén, habla muy rápido. Yo solo asiento con la cabeza.
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Plan B
Teen FictionDicen que el mundo es de los aventados, de los tercos y perseverantes. De quien, si su plan A no funciona, cambian al plan B o al siguiente hasta conseguir lo deseado. Yo me considero así porque tampoco creo que el plan B sea aferrarse al A. La vida...