Hoy es viernes y mi mamá me dio chance de irme con Mickey porque hoy acabamos semestre e iremos por una micheladas a un lugar donde no nos piden IFE. Bueno, eso no lo sabe mi mamá.
Bajo las escaleras cuando Sara y Ely se me unen.
— Hola, Mr. Cannabis – ruedo los ojos –. Yerba mala nunca muere...
— Qué güey estás – niego con la cabeza sonriendo –. ¿A dónde van?
— A aburrirme en casa – Sara arruga la nariz.
— Tengo una cita con mi cama – contesta seria Ely.
— ¡Naaambre, güey! No se diviertan tanto. ¡Son vacaciones! Voy con un amigos a unas alitas, ¿le caen?
— Creo que mi cita puede esperar. Solo haré una llamada.
— Yo también – se convence Sara.
Salimos de la escuela y nos detenemos bajo un árbol. No mames con el puto sol...
— Y ¿cómo se llama tu amigo? – curiosea Ely.
— Mickey – veo el moscamovil de mi amigo –. Es el azul-verde mosca de allá.
Alzo una mano esperando que el idiota me vea. Y él pita 3 veces. Me asomo por la ventana del acompañante y chocamos puños.
— ¿Qué pedo, güey? Eh... Ellas son Sara y Ely. Él es Mickey.
— ¡Hola! – saludan las chicas al mismo tiempo.
— Hola – responde el ojiazul quitándose los lentes de sol y con una sonrisa para ambas.
Abre la cajuela y metemos las mochilas. Subo al asiento del acompañante preparado para la labia del pavo real de Mickey.
Cuando acercamos a las niñas a sus casas, nos encaminamos a la de mi amigo.
— Sonará loco, güey, pero la morra flaquita se me imaginó a Scar.
— ¿Sara? – río sacando la mano por la ventana – Nada que ver.
— Sí, güey. O sea como que las dos son calladas, flaquitas y así.
— ¿Y nomás por eso? – golpeteo el cigarro con mi pulgar.
— No sé, hay algo – controla los autos que vienen para unirse a la glorieta.
— Güey, nadie te cree una mierda cuando te empedas, cabrón.
— Ay, güey solo fue una michelada, puto.
— Tas bien güey, Mickey – suelto una risa.
— Todos me dicen eso, pero nadie me dice, Mickey ¿tas bien, güey? – se le sale un gallo y me río.
— Cállese alv Mickey güey.
— ¡Güey no mames! Milkey way.
Nos botamos de risa.
*All I want – Kodaline
— Otra vez porque el final no me convence, definitivamente necesita el bajo – espeta Mickey deteniendo sus platillos vibrantes.
Desde que llegamos a su casa, estamos tratando de terminar una canción pendiente.
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Plan B
Teen FictionDicen que el mundo es de los aventados, de los tercos y perseverantes. De quien, si su plan A no funciona, cambian al plan B o al siguiente hasta conseguir lo deseado. Yo me considero así porque tampoco creo que el plan B sea aferrarse al A. La vida...