San Francisco - EEUU
2012Estaba circulando por la calle como si estuviera esperando que algo bueno me pasara. Salia del trabajo, call center de ayuda al servicio al cliente. Mi vida no era para nada interesante, estaba dentro del grupo laboral de este país que me acogió desde que llegue a buscar un mejor futuro.
Daba vueltas con el auto por muchos lugares, queria acabar la gasolina de mi auto para por lo menos llegar a la oficina y decir... "Hey, a que no saben que me ocurrio ayer"... ese siempre era Anthony el que decía eso. Tenía tantas aventuras que me impresionaba cada día. Llegaba al trabajo a las nueve y comentaba su encuentro con el destino. El era feliz con su trabajo y familia, tenia una linda esposa la cual trabajaba en otra empresa de organizaciones de eventos y sus dos hijos eran los perfectos niños que hacian sus travesuras y sacaban buenas notas.
Incluso envidiaba su camisa llena de mermelada por su hijo que corrió a abrazarlo.
Yo solo espero que mamá me llame en la mañana del sábado para decirme que todo iba de maravilla con papá y que eran felizmente casados y que se alegraban de que yo me haya ido de casa para formar mi propia vida. Eso es lo malo de tener padres tan liberales y que se amen demasiado. Los hijos, en este caso su hijo, ósea yo, valen igual a que no esten.
Me aburri de circular encontrando alguna diversión. Aparque a comer algo y continue con mi recorrido por la ciudad de San Francisco.
Iba por el puente para luego dar la vuelta cuando me pareció a ver visto a alguien intentar subir al borde del puente.
-¿que esta haciendo?- observe detenidamente a una mujer que estaba a punto de saltar.
Maldicion si va a saltar.
Estacione el auto y corri a encontrarme con ella.
-¿que carajo haces?- le dije acercandome.
-dejame...- regreso a verme con lágrimas en los ojos, vestía de negro y se habia quitado sus zapatos altos y la cartera dejandolos en el piso -no haras nada para que no salte de aqui-.
-pero ¿por qué?- me quede a una distancia de menos de cincuenta centímetros para que no saltara o cometiera yo la estupidez de hacerla caer.
-nadie me entiende, alejate. Das un paso mas y salto-.
-todo el mundo tiene problemas, el suicidio no es la solución. Solo baja y hablemos-.
-¿hablar?...- miro hacia al frente llorando -nadie quiere hablar conmigo, yo soy nadie en este mundo. Nadie me ve y nadie me entiende-.
-yo podría...- me acerque despacio -solo baja y me cuentas-.
-no seas gentil conmigo...- sollozaba -al principio todos dicen eso pero después desaparecen de mi vida-.
-¿como lo sabes? Ni siquiera me conoces-.
Mi corazón latia a mil por el temor de que pudiera hacerlo al sentir que corria más viento y ella se pudiera dejar llevar por eso.
-conozco a todo el mundo...- cerro los ojos y me acerque mas -todos han pasado por mi lado y nadie se voltea a verme-.
-yo estoy aqui...- me señale -mirame, te mire y ahora te estoy hablando. Mi mamá solía decir que el destino es cosa de oportunidades y quizas el destino me hizo acercarme a ti para que tengas la oportunidad de arrepentirte-.
-¿eso dice?- volvio a verme.
-si...- sonrei -solo baja y hablemos. Podria entenderte-.
-¿tú crees?- se iba bajando.
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Historias cortas para dormir byMina Lang S.
ContoHistorias cortas llenas de alegría, tristeza, emoción y remordimiento para un dia lluvioso, dormir y/o comentar con amigos. Una muy diferente a la otra!!! Disfruten