¡¡¡Hostia!!!

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Madrid, España
1980

—ME CAGO EN LA LECHE!.- grite desesperada al ver que no estaba teniendo una mañana tan buena y mi coche se quedo con la llanta baja.

Joder, encima llego tarde a la entrevista de trabajo que os tendría para poder salirme del otro que me parte el coño cada día.

—¿como coño llego alla?- miraba alrededor.

—oye guapa, parece que se te ha ponchao' una llanta.

Grito un hombre con aspecto de negro de barrio en la esquina. Estaba en una moto fumando y tomando una Coca Cola.

—joder! No me dices y ni me entero. Gilipollas.

—vaya carácter...- rió el —os tenía pensao' en ayudarte, pero que va.

—caballero de su parte.

Tomé mi maletín y deje el coche aparcado en la acera para poder esperar un taxi e ir a la entrevista.

El sujeto se acercó en su Chooper y me ofreció su casco.

—¿a donde guapa?.

—al coño de tu madre. Jamás me subiría a esa porqueria de moto.

Continue caminando a otro lado y el tipo me seguía haciendo rugir su moto.

—JODER QUE NO ENTIENDES...- le grite —sigue tu camino.

—venga guapa que aquí no has de conseguir ni un taxi, además de que esos gilipollas de alla os piensan en robarte en cuanto arranque.

Señaló la parte de atrás y giré despacio. Habían dos tipos parados observando el coche y me miraban a mí también.

—se como cuidarme. Gracias.

Continue caminando.

—conste que te dije. Nos vemos guapa.

—Gilipollas.

Me quedé en la esquina parada a esperar un taxi y no pasaba ninguno. Evitaba los charcos que habia dejado la lluvia de la madrugada y los tipos me estaban esperando. Me concentraba más en la hora y los quince minutos que me faltaban para poder llegar a la entrevista.

Siento que no llegaré. Incluso con el tráfico que se forma en el centro. Seré como agente de misión imposible.

—coño de la madre... coño de la madre... coño de la madre.

Me repetía indignada de una mañana tan de mierda que estaba pasando. Primero mi tacon de mi zapatos favoritos se rompe, después mi desayuno se quema, el coche que se pincho la llanta y ahora que ni un puto taxi pasa por la zona.

—venga tía...- dijo uno de los tíos enseñandome una navaja frente a mi —la cartera y el maletín.

—¿acoso pensáis que vosotros podéis venir y decirme que les entregue mi bolso?- reí a carcajadas.

—no seas tonta y pasa el bolso, sino a aquí mismo te rajamos. Coño- decía el tio detrás de mi.

—miren par de hijos de puta...- mire a ambos -OS ME DEJÁIS SOLA O SE ATENTAN A LAS CONSECUENCIAS.

Rieron a carcajadas.

Al ver que no bajaban sus armas decidi atacar primero. Al tío de al frente le di en la nariz y al de atrás en las bolas con la punta del maletín. Le quite la navaja y también le patee la entrepierna. Al de atrás le pegué en las costillas unas siete veces y también le quité el cuchillo que escondía.

Historias cortas para dormir byMina Lang S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora