·OneShots·Percy Jackson·

Percy Jackson

El día de San Valentín cada vez estaba más cerca. Y Kai podía ver a varias parejas besándose en los pasillos, o aveces escuchaba extraños ruidos en los baño.

Hasta el chico flacucho y grandes lentes estaba al lado de una linda chica rubia de lentes azules, Kai veía cada día como se regalaban flores y chocolates.
Los amigos también celebraban, jugando con la nieve o llendo al karaoke.

Todos tenían alguien con quien estar menos Kai, esa chica de cabello corto negro. Kai realmente no se preocupaba mucho que ese dichoso día se acercara. Siempre había sido alguien solitaria, por lo menos no tendría que gastar dinero en regalos para sus amigos.

–¿Kai? ¡Kai! –La voz gruesa del profesor de Literatura la hizo levantar la cabeza de su sitio, últimamente la chica no había podido dormir bien por su hermana mayor.

–¿Si, Profesor? –Pregunta mientras se sobaba los ojos para quitarse el sueño.
El profesor de piel Morena resopló.

–Anda a los servicios, regresa cuando puedas escuchar sin dormir. –Sin vacilar, Kai salió a paso apresurado hacia el baño de chicas. No estaba con el humor suficiente para discutir con un superior.

Ya frente al espejo, la chica dio un pequeño salto. ¡Parecia un zombie!
Tomó agua entre sus manos y la tiro a su cara, al salir por los baños chocó contra una gran muralla.

–Lo siento–Dijo una voz. Kai se separó rápido mirando al chico.

–No importa. –Respondió secando su rostro con sus mangas.

El chico parecía algo mayor que ella, pero tenía un aura alegre y algo tonta. Sus ojos eran verdes y su cabello azabache, vestía con una gran cantidad de color azul y se veía relajado.

–¿Como te llamas? –Curioso el chico preguntó.

–Kai, solo Kai.

–Kai...¡Kai!–Recordó Percy el nombre de una semidiosa que Quirón encargo a Grover. Carraspeó notando la expresión confundida de la chica.–Así que tu eres la Kai de quien hablaban.

La chica era linda, su cabello negro corto era encantador a los ojos del chico. De pronto, Percy dejó de pensar en Annabeth.
La rubia que lo rechazo por un chico de Hermes.

–Soy Percy Jackson, y tengo que decirte algo muy importante.