|| 12 ||

1.2K 188 12
                                    

Recuerdo con exactitud aquellos días en los cuales viniste con tu hermano, vinieron para ejecutar algunos de sus inventos en México, justamente Santa Cecilia...

Te recuerdo perfectamente, a ... el momento, el lugar, inclusive fecha y hora...

Tú mostrando junto con tu hermano Tadashi los grandes artefactos que podrían llegar a cambiar la vida de cada persona del planeta, mientra yo, despistado y sin ningún interés ante aquellas explicaciones y solo deseaba llegar a aquella tiendo de guitarras acústicas, en donde me daban un curso gratuito para seguir practicando con mis notas y el sin fin de ideas que deseaba crear en canciones dadas y hechas por el mismo corazón.

Fue cuando uno de tus artefactos paso por frente mío, un gigantesco malvavisco de diseño adorable, fue cuando en ese momento choque miradas contigo, me impactó tanto aquel diseño de ese invento, al parecer de tu hermano pero... yo solo me fijaba en lo que tú hacías, era extraño ya que las personas veían a tu hermano, poniéndole más atención pero yo... yo veía a tus pequeños "microbots" y ajustabas aquella "diadema" que colocas alrededor de tu cabeza, me diste tanta curiosidad que había perdido ese día mi curso de guitarra y la posibilidad de comprar una guitarra de práctica para dejar en paz la de mi papá Héctor, a pesar de que a él no le molestaba que yo la tomara, pues era feliz cuando yo la tocaba y cantaba al son de las notas musicales.

    Comenzaste con tu exposición de los dichosos microbots, ahora era yo el que estaba en primera fila ante , poniéndote suma atención a pesar de que lo hacías ver tan fácil yo era un completo desastre...

Sí, había sido partícipe de tus inventos, y sin querer cree el mundo de los muertos con tus microbots, a papá Héctor; que fue en donde me aclamaron más, hasta pude crear a Dante y Pepita en su versión de alebrije... pensaba que había echado a perder tu exposición que te llevaría a grandes compañías, donde tendrás el privilegio de trabajar, a pesar de tu corta edad.

Pero no fue así... me halagabas en cada cosa que yo me imaginaba y lo que hacía creándolo con tus microbots, aplaudías con euforia y claro, la audiencia aclamaba más por mi imaginación tan grande.

Y al final de dicha presentación expositora, tu hermano y tú me elogiarón demasiado, fue ahí en donde habíamos congeniado la primera vez...

¿Quién diría que te agarraría cariño tan pronto "mi chinito"?


AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora