Amnesia

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Toda espera era una tortura, caminaba de un lado para otro en la gran sala tapizada en colores mate, el piso alfombrado con seda roja y toques dorados. Las pinturas eran una gran obra de arte realista de tantos paisajes y la gran familia millonaria de Fred.

¡Me valía tanto en ese momento! Solo te quería a mi lado. Hiro, regresa... no lo harás, ¿Verdad?

— Joven, Rivera — escuché al mayordomo de Fred, lo miré. Tenía el semblante decaído.

No por favor, no lo digas, ¡No Lo Hagas!

— Me pidieron que lo llevara con urgencia, junto con la señora Cassandra al hospital — informó.

— ¿Por qué?, ¿Qué pasó? Hiro, Hiro está bien, ¿Verdad? — bombardeo y suplique que me dijera que estabas bien...

El silencio inundo la habitación, la cabeza del mayordomo de Fred bajo... ¡Callate! Por favor no lo digas... ¡CALLATE!

— El joven Hamada, junto con los demás fueron atacados severamente,, mi señor Frederic, el joven Wasabi y las señoritas Gogo y Honey Lemon, no sufrieron tanto daño por la protección del innovador invento del hermano mayor del joven Hamada pero él... — se detuvo, dejándome con un mal sabor de boca — Al parecer él... no tuvo la misma suerte que los demás. Él fue llevado al hospital, está en urgencias y en estos momentos seguro en terapia intensiva, lo lamento... — era una broma en ese momento, no lo quería creer, no deseaba creerlo.

Corrí, corrí al auto junto con el señor, fuimos rápidamente por mamá Cass. Se fue a mi lado, ella de igual manera que yo temía...