Amnesia

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Recuerdo el primer encuentro que tuvimos en San Fransokyo.

Yo, jamás pensé que en mi corta vida llegará a sentir el miedo y la adrenalina recorrer en todo mi ser.

Estaba en busca de un trabajo, al igual que en busca de Hiro.

Fue en un segundo que sentí mi vida pasar delante de mí, fue en un segundo de distracción de mi parte, fue en un segundo que... la navaja se posaba por sobre mi cuello.

¿Qué deseaban?, ¿Qué querían?, yo no tenía nada.

Temblaba de miedo, quería llorar, quería salir ya, pero estaba acorralado, no me podía mover, estaba estático...

« Danos todo lo que tengas, no deseamos estropear tu lindo rostro »

Las palabras se impregnaban con terror sobre mis oídos, haciendo que hicieran eco sobre mi mente.

❝ Ayuda, por favor ❞, era lo que pensaba, no podía emitir sonido alguno que sea de auxilio.

Solo cerré los ojos, los cuales ya sentía como mis lágrimas se derramaban como cascada sobre mi rostro.

« Más vale que lo liberes » fue la voz un tanto reconocida para mi pero el miedo bloqueaba por completo todo y lo que realmente pasaba a mi alrededor.

Quería abrir los ojos, pero fue el filo de la navaja recorrer con suavidad mi piel, estaba frío, lo sentía tan frío, estaba en peligro...

Solo fue un gemido de dolor que escuché, ya no sentía opresión alguna en cualquiera de mis miembros.

« Oye, ¿estás bien? » escuche la voz de mi salvador « tranquilo, ya paso todo, estás a salvo » de nuevo hablo.

Con algo de desconfianza abrí mis ojos, ante mi estaba un gran sujeto de armadura roja con toques morados. Me asombre ante la gran figura parada ante mi, estaba con la boca abierta y no podía ejercer palabra alguna, era más increíble que en televisión.

Detrás de su espalda, apareció un cuerpo más pequeño que el que tenía enfrente, curioso lo miré, ladeando un poco mi cabeza.

Fue entonces que bajó rápidamente de la espalda del mayor y con rapidez me envolvió en sus brazos, extrañandome por completo.

¿Por qué me abrazaba?