Miércoles. El día del baile era esta noche. La venganza se llevaría a cabo, y ciertas personas tratarían de frustrarla.
11:00 am.
Carla había enviado mensajes, fingiendo ser de Evie, para que todos fueran al dormitorio de Evie en cualquier horario para agregarles "el último detalle que a ella se le pasó". Obviamente, se trataba de Eva, disfrazada de Evie. Cuando entraban a la habitación de Evie, en realidad iban a la de Eva. ¿Cómo? Pues, Malev puso un hechizo en la puerta del dormitorio de su hermana, las personas abrían la puerta y mágicamente estaban en otro dormitorio; también decoraron la habitación como la de Evie y Mal. Ningún estudiante notaba el cambio. Eva agregaba la poción de pordiosera y nadie se aseguraba de lo que ella agregaba. Cuando habían terminado, salieron al campus para ver el panorama antes de verlo bajo su control. Mientras iban caminando, notaron a alguien que hizo que la sangre de Eva hirviera.
Eva: Quincy-dijo entre dientes con mucho rencor.
Malev: Nadie tiene que vernos.
Él, Carla y Jaden se ocultaron entre los árboles y empezaron a escalar. Eva traía puesto un sombrero y tuvo que
Quincy: ¡Evie! ¿Alguna novedad de tu hermana?
Eva/Evie: Nada que te interese-respondió con indiferencia. Los chicos, desde los árboles, se golpeaban la frente con su mano.
Quincy: ¿Cómo no me va a interesar? El lunes dijiste que ella y sus amigos piensan controlar Auradon de distintas maneras.
Tanto Eva como los chicos voltearon a verlo.
Eva/ Evie: Oh, es cierto. No, no hay ninguna novedad de Eva. Son buenos ocultándose de nosotros.
Quincy: Bueno, esperemos que no sea tarde.
Mientras Quincy se alejaba de ella, los chicos se bajaron de los árboles y se acercaron a la peliazul.
Malev: Ya lo saben.
Jaden: ¿Cómo se enteraron?
Carla: Eso no importa ahora.
Eva: Lo que importa es nuestra venganza.
Malev: Y que esta se realice esta noche.6:00 pm.
El momento había llegado. Los VK se encontraban inquietos ante lo que podría suceder. Volvían a verificar si los chicos instalaron lo que pasó en el sueño de Mal. El baile había iniciado. No dejaban de pensar en ellos. Habían actuado normal durante el poco tiempo que llevaban. Por un momento se habían juntado.
Mal: ¿Han encontrado algo?
Jay: Nada.
Carlos: No los hemos visto en todo el día.
Mal: ¿Preguntaron si los han visto?
Evie: Todos a excepción de Aziz, Archie y Quincy-dijo, señalando al trío que estaba junto y con temor. Les habían advertido del nuevo comportamiento de los chicos, así que, debían de tener cuidado. Las chicas se acercaron al trío.
Mal: ¿No se han encontrado con nuestros hermanos?
A, A y Q: No.
Quincy: Tú misma lo dijiste, Evie: son buenos ocultándose de ustedes.
Evie rápidamente dirigió su mirada hacia él.
Evie: ¿Cuándo te dije eso?
Todos voltearon a ver.
Quincy: Esta mañana. Nos vimos en el jardín.
Mal: Imposible, ella ha estado toda la mañana con nosotros.
Archie: ¿Y por qué las chicas entraban a su habitación en la mañana?
Eso llamó su atención.
Mal: ¿Nuestra habitación?
Aziz: Sí, Evie, habías mandado un mensaje diciendo que olvidaste unas cuantas cosas al hacer los productos que regalaste.
Evie: Yo no mandé ningún mensaje, ni agregué otra cosa a los productos y no me encontré contigo Quincy.
Quincy: Claro que sí. Traías un vestido azul turquesa, tus tacones dorados, un sombrero de copa color azul celeste...
Evie: Un momento. ¿Dijiste que con un sombrero?
Quincy: Sí.
Evie: Era Eva. Ella es la que usa sombrero, no yo.
Quincy: Se veía demasiado a ti.
Mal: Malev le puso un hechizo-dijo con suposición.
Evie: Disfraz. Igual que mi madre.
Se frustró un poco. En cierto momento llegaron Malev y Jaden al baile, con ciertos trajes para la ocasión (el baile, no el plan malvado). El trío ahogó un grito en cuanto los vieron y les indicaron a Mal y a Evie que miraran. Jay y Carlos también los vieron. No eran los únicos; Ben, Jane y el Hada Madrina también estaban al pendiente de ellos y notaron su presencia. Todos se apresuraron hacia ellos. Ben fue por los guardias.
Mal: ¿Qué hacen aquí?
Estos se dieron media vuelta de manera inocente.
Malev: Por todas las ruecas, Mal, es el baile de Auradon.
Jaden: Nos dieron la invitación a este baile.
Jay: Sabemos lo que traman.
Carlos: ¿Dónde están las bocinas?
Evie: ¿Y el polvo?
Mal: ¿Dónde guardas el Huevo del Dragón?
Se acercó a la chaqueta de su hermano pero un ruido interrumpió el lugar. Los guardias habían aparecido en la sala.
Malev: Genial. Mamá es la que tiene la reputación de arruinar las fiestas y ahora son los guardias reales los que hicieron su trabajo. No tenemos nada más que decir, pero... controlar y dañar, llévanos a donde el plan hay que iniciar.
Un humo morado los envolvió y desaparecieron. Las puertas se cerraron automáticamente y se mostraron los mecanismos de Carla. La mayoría se asustó. De uno de los mecanismos, se empezó a proyectar un video. Primero se mostró a Malev, recargado en la parte más alta del museo. No era un en vivo porque se veía que era de día. Vestía una chaqueta morada oscura con una camisa verde oscuro con morado y pantalones negros de cuero.
Malev: Mi nombre es Malévolo. Sí, ese es el nombre que me puso mi madre, Maléfica. Ustedes ya la conocen, hechizos de sueño, ruecas, arruina fiestas... pero también es conocida por su intento de dominar el mundo. Y eso, gente de Auradon, es lo que pienso hacer. ¿Por qué me desquito con ustedes? Porque son los responsables de que haya tenido una niñez inimaginable. ¿Creen que fue normal que tu propia madre te haya encerrado en una bodega porque eras un obstáculo en su plan de salir de la isla y cumplir su venganza, y separarte del mundo "exterior"? Exacto, porque a ustedes los consintieron, siendo o no de la realeza. Para que vean que no soy tan malévolo con ustedes, mi hechizo empezará a las 7:00 pm. No pienso decir otra cosa mas que eso. Disfruten de su tiempo.
El video se cortó. Todos estaban desesperados por salir de ahí. Mal, los VK, Ben, Jane y el Hada Madrina se juntaron.
Mal: Bien, tenemos que alcanzarlos en el museo. Ben, Jane, Hada Madrina, traten de calmar a toda la gente en lo que vamos allí.
Hada Madrina: ¿Y cómo van a salir de aquí?
Mal: Con un hechizo-dijo, sacando su libro de hechizos de la bolsa de Evie-. Evitar lo que se traen entre manos, iremos a donde están nuestros hermanos.
Nada había funcionado.
Mal: Evitar lo que se traen entre manos, iremos a donde están nuestros hermanos-repitió. No hubo respuesta.
Jane: Malev debió de colocar un hechizo para que no funcionara tu magia.
Jay: ¿Solamente con ella?
Jane: Evitar lo que se traen entre manos, irán a donde están sus hermanos.
Tampoco la magia de Jane funcionó.
Evie: ¿Qué haremos? No podemos dejarlos hacer eso.
Ben: Debe de haber una manera de salir de aquí.
Todos se pusieron a buscar maneras de que todos en el salón salieran de ahí. Intentaban quitar los mecanismos, salir por los ductos de ventilación, y hallar pasadizos secretos, pero no encontraban nada. Eran las 6:30 y trataban de apresurarse.
Mal: No lo entiendo, ¿Malev hizo que la magia estuviera en desuso?
Mal aún no creía eso.
Mal: ¿Y si sólo fue con mi magia y la de Jane? ¿O fue con... ?
Mal pensó en una posibilidad.
Mal: ¡Ya sé!-gritó.
Evie, Jay y Carlos estaban junto a ella.
Carlos: ¿Encontraste una forma de salir de aquí?
Mal: Creo que Malev simplemente colocó un hechizo a la magia de quienes sean hadas.
Se fue rápidamente a otra parte del salón donde sus amigos de Auradon estaban allí.
Mal: ¡Jordan, te necesito!
Todos ellos se voltearon a ver. Pero, hay alguien que los distrajo.
Chad: ¿Ustedes sabían que podrían hacer eso? Lo sabía, no es bueno confiar en ninguno de ustedes. Primero, la coronación, después el Baile de Luces de Neón, luego el joyabileo, y ahora esto. ¿Qué sigue? ¿El Baile Real?
Evie: Deja tus comentarios para después, Chad.
Jay: Malev fue poseído y hechizó a los chicos.
Antes de que alguien más dijera algo, se volvió a proyectar un video. En esta ocasión, se mostraba a Eva en un pasillo del museo. No traía el disfraz de Evie. Vestía un pantalón azul oscuro, chamarra de cuero roja con una playera negra debajo, y usando un sombrero de copa azul marino.
Eva: Hola, no, no soy Evie, soy su gemela que tal vez ustedes confundan. Ustedes recordarán a mi mamá, la Reina Malvada, la misma que quería convertirse en la más linda del reino. Bueno, digamos que utilicé unas técnicas de mi mamá para preparar mi venganza. ¿Por qué me quiero vengar de ustedes? No es del todo con ustedes, sino con las personas que son bellas, hermosas, apuestas, lindas-hizo una mueca-. Ellos han sido los malos. Especialmente uno que me utilizó para un trabajo. Han sido unos doble cara. Nunca creí que fueran así. Ahora, veré el resultado de mi venganza. No fue Evie quien los citó esta mañana para ver sus productos; yo fui, gracias a mi cómplice, Malev, que me ayudó con un hechizo para crearme un disfraz de mi hermana. En los productos que Evie les regaló, ya sea el rímel, el gel, la crema, el perfume, el polvo, entre otras, hay un ingrediente que yo agregué, y se trata nada más y nada menos que la poción de pordiosera de mi madre.-Todos ahogaron un grito y empezaron a tocarse las caras y el cabello-. Es increíble que mi madre no haya pensado en hacer esto que convertir su propia belleza en fealdad. Y con algunos trucos de bruja, pude hacer que el efecto se produjera hasta las 9:30 de esta noche. Gocen de su belleza mientras aún la tengan.
Todos aún estaban más desesperados. Mal, quien se distrajo con el video, se volteó hacia Jordan.
Mal: Necesito tu ayuda, Jordan.
Ella volteó a mirarla.
Jordan: ¿Por qué la mía?
Mal: Tengo la idea de que Malev sólo prohibió la magia de hadas. Pero, tú no eres un hada, así que...
Jordan: Mi magia podría ayudarlos con salir de aquí.
Mal: Sí.
Jordan: Bueno, hay que probar.
Los 4 se juntaron.
Mal: Deseo que nosotros salgamos de aquí.
Los VK fueron los únicos en irse. El resto había visto que ellos salieron gracias a la magia de Jordan, pero cuando lo intentaban, ya no se teletransportaban. Los VK aparecieron en un costado del museo.
Mal: Bien, no tenemos mucho tiempo, así que, será mejor que nos dividamos para buscarlos. Evie y yo entraremos al museo mientras ustedes los buscan aquí afuera. Hay que evitar todos los plan. Faltan cerca de 20 minutos para el plan de Malev, cerca de 3 horas para el de Eva, y no sabemos a qué hora sean los planes de Jaden y Carla.
Todos corrieron para empezar a buscar, pero a uno de ellos lo encontraron. Mientras corría, a Carlos casi le cortan la cabeza por un objeto que se clavó en la pared. El resto lo vio y se regresó hacia él. El objeto era el abanico de Carla. Esta apareció ante ellos.
Carla: Carlos Oscar de Vil, ¡qué bien que hallas llegado!
Carlos le pidió a los chicos que lo dejaran con ella. Ellos aceptaron y fueron a por los otros.
Carlos: ¿Dónde está tu plan?
Carla se acercó y quitó el abanico de la pared.
Carla: ¿Acaso no has visto mi video?
Él negó. Mientras tanto, en el salón de baile, cuando aún trataban de salir, se volvió a reproducir un video. Era Carla en las afueras del museo. Traía puesto una camisa negra con rayas blancas, falda de cuero roja, mallas, chaqueta y botas negras junto con una boina roja. Primero se mostró a ella jugando con el abanico.
Carla: Hola, soy Carla de Vil, la hija de Cruella de Vil. Ya deben de recordar a mi madre, la amante de los abrigos de piel; pero algo que distingue a mi madre es la falta de afecto y preocupación hacia alguien que no sea su preciado abrigo de piel. Así es, mi mamá no me quería, ni se preocupaba por mí. Mi hermano y yo fuimos sus sirvientes desde que aprendimos a caminar. Y, al igual que ella, yo no tenía sentimientos, pero tampoco me parecía a ella... hasta ahora, cuando cierto chico me insultó mediante una carta y se portó como un malagradecido. ¿Qué les haré a ustedes? Fácil, hacer que ustedes sientan lo que yo sentí cuando leí esa carta. A las 8:00 de la noche, las bocinas que se encuentran en todo el reino-resaltó lo último-, emitirán una serie de ondas de sonido que estimulará en su cerebro las emociones, cambiando las que tienen por unas emociones pesimistas. Aprovechen este tiempo, porque va a ser la última vez que se sientan así.
Todos ya se volvieron más preocupados y desesperados por salir. Carla le explicó brevemente su plan a Carlos.
Carlos: Estoy consciente de todo lo que nos ha hecho mamá, pero tampoco te tienes que convertir en ella.
Carla: Tú no sabes del todo lo que me ha hecho, Carlos. ¿Sabes por qué siempre traigo este abanico y me causan los ataques de aire? Porque mamá me encerró un mes en su armario. Sí, un mes, de mis 18 meses de vida antes de la bodega. Sobreviviendo a las trampas de su armario, sin un lugar por donde respirar y sin comida. Es milagro que yo aún siga viva después de eso. Y en esos 30 días, mi único compañero fue este abanico, que después Jay robó y Yen Sid le compró al describírselo y dármelo al ver que yo nunca superé lo que viví. Y no, no me estoy convirtiendo en ella; yo no quiero abrigos de piel. Yo lo que quiero es que todos sientan lo que yo sentí.
Carlos: Tú no lo lograrás.
Carla: Suerte buscando mi laptop.
Empezó a atacarlo, utilizando su abanico como arma. Carlos respondió retrocediendo y utilizando técnicas de defensa de sus videojuegos.
En otra parte del museo, mientras el peliblanco se enfrentaba a su hermana, Jay se topó con Jaden, quien portaba una espada estilo arabe en mano.
Jaden: Desear salir de ahí. Sabíamos que funcionaría. No son tan tontos como los de Auradon.
En el baile, se transmitía el último video. Apareció Jaden en el primer piso del museo, vestido con la ropa que Jay traía al llegar a Auradon.
Jaden: Entiendo que ustedes crean que yo, Jaden, hijo de Jafar, se imaginen cosas; como robar, engañar, persuadir... pero nunca creí que me incriminaran. Se supone que este es el reino donde todos son buenos, amables, lindos; y terminaron comportándose como gente de la isla. Comprendo el temor, pero, ustedes vieron que yo me comporté igual que ustedes al llegar a Auradon. Tal vez rompí una regla de R.O.A.R. en cuanto a vestimenta, pero, ¿por ser una buena persona me van a incriminar con un robo? Bueno, devolveré el favor: por ser buenas personas, les haré daño. Tanto temían porque yo fuera igual que mi padre, pues ahora verán que yo soy peor. A las 7:45, cuando estén afectados por algunas de las venganzas de mis cómplices, utilizaré la arma de mi padre para que ustedes me sirvan. Vivirán un infierno conmigo al poder. Recuerden mis palabras, gente. Porque tal vez sea lo único que recuerden.
Ahora trataban de desarmar los mecanismos. Todos intentaban salir. Volviendo con los hijos de Jafar, Jaden le contó de manera breve su plan a Jay, porque sabía que no lo había visto.
Jay: Sé que te hicieron daño, pero no conoces su razones. No sabes por qué Aziz te hizo esto...
A Jaden le interesó lo último. Jay se arrepintió de lo que dijo.
Jaden: ¿Aziz?-preguntó y se formó una sonrisa en su cara- Claro; ¿cómo pude ser tan ciego? No debí de confiarme cuando dijo que no había rencor. Ahora sé a quién convertiré en comida para tigres. Gracias, Jay.
Jay: Tú no vas a esclavizar a nadie. Tú no puedes volverte igual a Jafar.
Jaden: No intento ser Jafar, Jay. Ese hombre sólo fue quien me dio una vida peor, al dejarme en una bodega. Para papá yo simplemente fui un inútil. Ahora, él verá desde su prisión que su inútil hijo hizo algo que él trató de hacer. Se desquitaron con una buena persona, ahora yo me desquitaré con cientos de personas buenas. Incluyéndote. Tú eres un ladrón reformado, pero no confías en mí. De lo único que he sufrido al llegar aquí, fue la desconfianza; por ser el hijo de un villano, por ser un desconocido... eso se acabó. Si quieres detenerme, tendrás que vencerme-señaló una espada parecida a la de él en las escaleras. Solamente Jay se movió para recogerla y rápidamente Jaden lo atacó, pero Jay lo esquivó y agarró velozmente la espada-. No dije que sería juego limpio.
Jay lo empujó y empezó a atacarlo, pero Jaden era más hábil con la espada que Jay. Mal y Evie habían recorrido el museo. Vieron que los objetos mágicos ya no estaban en sus pedestales y en los lugares donde se encontraban. Cuando salieron de un ala, vieron a Eva, con la misma ropa del video. Traía unos listones, que estaban hechos con la tela que ella trajo de la bodega.
Eva: Mal, si buscas a Malev, se encuentra en el techo del museo. Necesito hablar con mi reflejo.
Evie le pidió a Mal que la dejara con su gemela. Mal apresuró el paso para encontrar a Malev.
Evie: ¿No utilicé esa tela en tu vestido?
Eva miró por un momento los listones y después a Evie.
Eva: Sí. Malev quitó el hechizo que puso en mi vestido del baile para poder utilizar la tela para crear estas armas. A ver si hay alguna persona que dude de que una mujer haya creado armas.
Evie: Eva, sé que te comiste la Manzana Envenenada. Esta no eres tú. Te presentó una realidad que no es. Yo ya estuve bajo su poder y créeme en lo que te digo.
Eva: Vi la realidad con mis propios ojos, Evie. La gente bonita es la más cruel que el mundo pueda tener. Quincy me traicionó; Chad te insultó; Audrey también...
Evie: Lo de Quincy no fue a propósito...
Eva: No lo encubras, Evie. Yo antes no creía esto. Tantos relatos que Yen Sid me contaba me volvieron insegura. Te lo había contado; las maneras en que mamá me insultaba por no parecerme a ti. ¿Tú sabes por qué su espejo está roto?-lo sacó de su bolsillo y lo mostró ante Evie- El espejo seguía entero cuando mamá llegó a la isla. En cierto día, antes de que me dejara en la bodega, me repitió las palabras insultantes; y de tanto coraje que me llenó... rompí su espejo. Fue el mayor enojo que pude recibir de mamá; y digamos que, esa acción fue la que la hizo decidirse por dejarme allá. Mamá también fue bella... y me lastimó. Sé que quieres evitar mi venganza sabiendo cómo detenerlo, pero, obtendrás la respuesta...-golpeó sus talones y unas ruedas salieron de sus zapatos- hasta que me atrapes.
Con un listón, la hizo caer y empezó a patinar por el pasillo. Evie se levantó, se quitó rápidamente sus tacones y fue tras ella por todo el museo. Por último, Mal había llegado hasta donde Malev se encontraba. Lo vio en el suelo, mirando a todos los objetos acomodados. Eran las 6:50 pm.
Mal: Malev.
Para él no era sorpresa que ella estuviera ahí. Se levantó del suelo y dio media vuelta.
Malev: Mal Igna, por fin llegaste. Podrás presenciar el control que tendré sobre todo Auradon.
Mal: Malev, este no eres tú. Sé que te poseyó el Huevo del Dragón. Tú no te vengarías de la gente de aquí. No te convertirías en mi madre.
Malev: No pienso ser mi madre. Si me convirtiera en mi madre, estaría vencido y en forma de lagartija. Yo pienso ser peor que todos los villanos existentes. Auradon me ha hecho daño, tanto en mi pasado como en mi presente, y no quiero que dañe mi futuro. De no ser por Auradon, Yen Sid nunca hubiera tenido esa visión y Maléfica no me encerraría en esa bodega; mi niñez fue un infierno. Nunca salí a jugar, ni comí platillos que pasaran de la fecha de caducidad, ni asistí a escuelas... y tampoco tuve a mi madre presente; ni a mi hermana. Llegando aquí, fue peor al ver que tú me estabas mintiendo, Igna. Auradon fue el que te cambió y te formó así como eres. Así que, hacer esto será lo mejor que haya hecho. Y tú no lo evitarás, Mal.
Mal se abalanzó sobre Malev para poder quitarle el Huevo, que se encontraba en su bolsillo. Se notaba su brillo desde lejos. Malev trató de quitársela de encima y ambos cayeron al piso. Mal lo separó de todas las cosas. Vio una espada, sujetó a su hermano y lo amenazó con esta.
Mal: Tú no te apoderarás de Auradon. Si evité que mi madre lo hiciera, lo haré contigo.
Eso le dio una idea a Malev.
Malev: ¿Tal y como lo hiciste en la coronación?-preguntó con una sonrisa maliciosa. Sus ojos se empezaron a tornar verdes. Un humo morado lo envolvió completamente e hizo que Mal se alejara de él. Malev dejó su apariencia humana-hada a convertirse en un dragón verde. El resto vio a Malev en esa forma. En ese entonces Mal se estaba arrepintiendo de lo que dijo. Con Malev volando en el cielo, Mal defendía las cosas de él con espada en mano. Todos estaban peleando con sus hermanos. En el Castillo Bestial, habían encontrado una forma de quitar los mecanismos. Estos se encontraban conectados a un panel que también Carla había instalado. Sólo tenían que ingresar una contraseña.
Jane: ¿Cuál podría ser?
Ben: Sólo es de 3 letras.
Doug: Estará un poco difícil.
Hada Madrina: Hay que apresurarse. Parece que Mal evitó el plan de Malev, pero aún quedan otros 3 planes.
Ben: Prueba con mal.
Escribieron mal y no lo era.
Hada Madrina: ¿El nombre de Eva?
Lo mencionó porque era la única de los 4 que tenía un nombre de 3 letras mientras que el resto era de 5. A pesar de eso, no era la contraseña.
Jane: Espera, fue Carla la que hizo esto. La contraseña debe ser alguna que ella haya pensado.
Doug: ¿Qué palabra de 3 letras pondría Carla?
Hada Madrina: ¿La última parte de su apellido?
Pusieron Vil, y no había resultado.
Ben: ¿El número 101?
Tampoco era la correcta.
Jane: Debe de haber algo... ¡sus iniciales!
Pusieron CDV, y fue la correcta. Desafortunadamente, solo pocos salieron del salón debido a que esas puertas se volvieron a cerrar. Esos mismos, fueron hasta el museo. En la entrada del museo, Jaden y Jay seguían con su pelea de espadas. A Jay a veces se le iba la mano, pero no por eso dejaba de defenderse. Jaden hizo un movimiento y tiró a Jay al suelo y haciendo que su espada cayera alejado de él. Jaden lo amenazó con la espada e hizo algo que dejó sin palabras a Jay. Jaden se quitó el guante izquierdo, mostrando su mano toda sucia, costrosa y oscura, maloliente.
Jaden: Perdiste, y ahora tendrás tu castigo-se hincó, con espada en mano y se acercó a la cara de Jay. No pudo tocarlo debido a que de la entrada, salió Eva patinando y haciendo que se distrajera. Jay quitó su espada y empujó a Jaden, causando que envenenara una parte del césped y se pudriera.
Jaden: Eva, ¡estaba por envenenarlo!
Eva: No me importa, estoy tratando de deshacerme de ella.
Evie, con muy poca respiración, alcanzó a Eva. Volvió a golpear sus talones y sus zapatos volvieron a la normalidad. Jaden volvió a colocarse el guante, que había caído en el suelo. Por último, de los jardines, Carla y Carlos seguían con su pelea y llegaron hasta donde los chicos se encontraban. Todos escucharon un rugido del cielo y vieron a Mal y a Malev peleando.
Jaden: Ustedes no evitarán que cumplamos nuestra venganza.
Eva: Todos pagarán por lo que nos hicieron.
Carla: Incluidos ustedes.
Jay: No podemos con ellos-susurró.
Evie: Necesitamos derrotar a Malev primero-murmuró.
Carlos: ¿Y cómo lo haremos?
A Evie le encendió el foco.
Evie: Saben, Malev tenía razón. Él se vengará de todos. Y también fue cierto el rumor de que traicionaría a sus compinches.
Los nuevos villanos se voltearon a ver.
Eva: ¿Traicionar?-dijo con algo de rencor.
Evie: Sí, digo, él saldrá más beneficiado. Él tendrá el control de Auradon. Ustedes simplemente cambiarán a las personas, que pronto estarán bajo su control.
Carla: ¿Nos usó? ¡Lagartija desgraciada!
Jaden: Eso sí que no. No se lo permitiré. Ese lagarto no se aprovechará de lo que hice.
Eva: ¡Yo era la que lo iba a traicionar!
Jaden: ¿Tú? ¡Ese iba a ser mi trabajo!
Carla: Oh, no, ¡yo lo iba a traicionar!
Jaden: Tú no serías capaz. Eres un simple cachorro con un trauma por la palabra decepción.
Carla: Y tú sigues siendo un inútil para el mal, culebra.
Eva: ¿Se pueden callar? Me van a dar un coraje.
C y J: ¡Cállate, pajarraco!
Eva: ¿A quién llamaron pajarraco?
Los 3 se tiraron al suelo y empezaron a pelear. Mientras, Mal bajó por las escaleras y Malev descendió hasta quedar parado en el suelo de la parte exterior del museo. Los amigos de Mal se asustaron al verlo. Mal seguía peleando con la espada, defendiendo los objetos mágicos.
Mal: No puedo con él. He intentado usar magia, pero no le hace efecto.
De repente, el celular de Evie empezó a sonar. Era una llamada de Jane.
Evie: ¿Jane? ¿Qué ocurre? ¿Pudieron salir?
Jane: No todos. Ben, Aziz, Archie, Quincy y yo alcanzamos a salir, pero el resto se quedó en el salón de baile.
Evie: Bueno, ¿y cuál es el motivo de tu llamada?
Jane: Al salir, vimos un dragón verde, y sé que se trata de Malev. Hay una forma de volverlo humano. Yen Sid había contado que Malev una vez se convirtió en dragón y regresó a su forma humana después de dormir.
Evie: ¿Qué? ¿Eso es cierto?
Jane: Eso lo contó hace meses. Deben de intentarlo.
Vieron a Mal caer al suelo.
Evie: Lo siento, Jane, debo colgar.
Se acercaron a Mal.
Jay: ¿Estás bien?
Mal: Un poco.
Evie: Mal, Jane habló y nos contó una forma de vencer a Malev.
Mal: ¿Y cuál es?
Evie: Dormirlo.
Carlos: ¿Dormirlo?-preguntó confundido.
Evie: Al parecer no es la primera vez que Malev se convierte en dragón.
Mal: Pero mi magia no servirá con él-se frustró. Volteó hacia el museo, y recordó algo-. Distraigan a Malev, yo luego vengo.
Los chicos se confundieron. Malev se había alzado al cielo en cuanto tiró a Mal. Volvió a descender al ver que los amigos de su hermana lo estaban insultando desde abajo. Los chicos se aseguraron de que estuviera muy cerca del suelo para que Mal lo durmiera. Cuando llegó al suelo, Mal se acercó a su cola de dragón y lo durmió. Lo había pinchado con el huso de la rueca de Maléfica. Malev rugió para después caer dormido y ser de nuevo un humano. Mal soltó el huso y corrió hacia Malev, especialmente hacia su chaqueta y le quitó el Huevo del Dragón. Lo alejó de ellos y comenzó a despertar a Malev.
Mal: Malev. Malev. Malev.
Malev había despertado. Mal vio que sus ojos verdes desaparecían.
Malev: ¿Mal?-cerró los ojos, como si tuviera un dolor de cabeza- ¿Tan pronto oscureció?-se miró la ropa- ¿Por qué estoy usando esto?
Mal: Ay, Malev-lo abrazó muy fuerte. Malev vio el Huevo del Dragón lejos de ellos.
Malev: ¡El huevo!-saltó de un susto.
Mal: Mantente alejado de eso. El talismán te poseyó, te volvió malvado, y hechizaste a tus amigos.
Malev echó un vistazo al lugar y vio a sus amigos peleándose.
Malev: ¡No puede ser! ¿Hice tantos daños?
Mal le contó de todo lo que sabían.
Malev: No debí de entrar a ese lugar. Sólo recuerdo que alguien susurraba mi nombre, luego tropecé y me encontré con el talismán.
Mal: No fue tu culpa. Sabemos que fuiste poseído.
Malev se acercó a sus amigos.
Malev: Dejen de pelear y gritar, la Manzana Envenenada van a vomitar.
Como bien decía el hechizo, los tres jóvenes se separaron y empezaron a tener ascos. Vomitaron todo, y entre eso, vomitaron el pedazo que cada quien había comido, formándose de nuevo la Manzana Envenenada. Se enderezaron y vieron a Malev. Jaden ajustó sus guantes mientras Eva se quitaba la tierra de la ropa y Carla abría su abanico para recuperar un poco el aliento después de vomitar.
Jaden: ¿No ibas a conquistar Auradon?
El resto volteó a verlos.
Jay: ¿Ustedes están conscientes de lo que hicieron?
E, J y C: Sí.
Evie: Tampoco hay que culparlos. La manzana les hizo ver una realidad tan creíble.
Eva: Intentábamos no caer en su poder.
Carla: Pero lograron hacernos caer.
Jaden: El maestro se va a decepcio... digo, se va a molestar.
Carlos: Dejen de pensar en eso.
Evie y Carlos abrazaron a sus hermanas mientras Jay colocaba una mano sobre los hombros de Jaden. Mal seguía consolando a Malev. Cerca de ahí, aparecieron Ben y Jane.
Ben: ¡Chicos!
Mal: ¡Ben!
M, J, E y C: ¡Jane!
Ben abrazó a Mal y después a Malev. Jane abrazó en grupo a Eva, Carla y Jaden, y después a sus hermanos. Después Ben se dirigió al resto y Jane fue con Mal y Malev.
Carla: ¿Cómo salieron? ¿Adivinaron mi contraseña?
Jane: Sí, pero el resto de las personas no pudieron salir.
Carla: Fue algo que me pidió Malev.
Ben: Malev, ¿recuerdas algo?
Malev: No, lo último que recuerdo, fue que me encontré con el Huevo del Dragón y de ahí todo se volvió oscuro y aparecí aquí, en el suelo. ¿Hicimos daños en tu castillo?
Ben: No, sólo que, hay cosas que los chicos agregaron.
A unos metros de distancia, se alcanzaron a ver Aziz, Quincy y Archie. Jaden, Eva y Carla lo notaron.
C, E y J: ¡Tú!-exclamaron enojados y casi se iban a abalanzar sobre ellos pero sus hermanos los detuvieron.
Jaden: ¡Tú me incriminaste!
Eva: ¿Cómo pudiste llevarte el crédito de un trabajo que fue idea mía?
Carla: ¿Cómo te atreves a verme después de la carta que me enviaste?
Ben: ¡Alto! Déjenlos hablar. ¿Aziz?
Aziz: Yo te inculpé, Jaden. Lo admito. Es que, tú y Malev son unos grandiosos jugadores que R.O.A.R. haya tenido, y yo quería ser uno. Así que, creí que si te echaban del equipo, yo podría serlo; así que, el día del juego, mientras tú y Malev salieron del gimnasio, fui a los vestidores, agarré las cosas y las metí en tu casillero. Después de eso, la culpa me comía vivo y le conté a tu hermano, y a los chicos. En verdad, perdóname, Jaden.
Jaden: ¿Y por qué te fuiste por mí?
Aziz: Yo convivía más contigo que con Malev. Haré lo que sea, pero quiero que me perdones.
Jaden: Me hiciste daño, Aziz. Pero, yo no quiero hacerle daño a alguien, y algo que me han enseñado, es el perdón. Te perdono.
Él y Aziz se abrazaron.
Carla: ¿Y ustedes 2 qué tienen que decir?
Los 2 se miraron.
Archie: Carla, yo no escribí esa carta. La acabé de escribir llegando a mi casa, y antes de irnos a la feria, iba a enviarte la carta, pero no me di cuenta de que te envié una carta de mi papá. Papá se enojó con un socio suyo y le escribió una carta, que es la que leíste.
Ben: Hmm, Carla, yo comprobé la letra de la carta, y sí era la letra de Roger Radcliff.
Ella dirigió su vista hacia Archie.
Carla: ¿Y qué decía la carta?
Archie: Que... te agradecía por tus asesorías y por el baile del viernes, y que te prometía enviarte fotos de la feria. ¿Estoy perdonado?
Carla: ... Sí.
Archie sonrió. Eva se volteó hacia Quincy.
Quincy: Entiendo que estés molesta conmigo.
Eva: ¿Por qué no lo estaría?
Quincy: Cuando enviaste el trabajo, yo tenía otro en caso de perder el original, pero en ese no había puesto tus datos. Antes de que llegara el autobús, yo había escrito mi nombre y el tuyo, pero al momento de ver el autobús, envié por error el otro, donde sólo tenía mi nombre.
Eva: Quincy...
Quincy: Y aquí tengo la prueba.
Sacó su celular y le mostró el trabajo, guardado en el día y hora en que iban a entregarlo.
Quincy: Yo sí quería darte el crédito. ¿Me perdonas?
Eva: Perdonado.
Se acercó a abrazarlo. Todo parecía bien hasta que:
Eva: ¡Por todos los espejos! ¡La poción de pordiosera!
Carla: ¡Y las ondas de sonido!
Ben: Hay que regresar al Castillo Bestial. Tenemos que arreglar esto.
Malev: No, no, esto fue culpa nuestra, estando conscientes de esto.
Eva: Malev tiene razón. Ustedes no limpiarán lo que nosotros provocamos.
Jaden: Y, bueno, también tenemos que regresar los talismanes, el huso, y... sacar a los guardias de la sala de vigilancia.
Ben: Yo lo haré, ustedes regresen al salón de baile.
Mal: ¿Ustedes saben cómo quitar todo eso?-preguntó a las chicas.
Carla: Por supuesto. Sólo tengo que ir a mi laptop, que está en el Castillo Bestial.
Evie: ¿Y en cuanto a la poción?
Eva: Fácil: el desmaquillante.
Jay: ¿Es broma?
Eva: No. Sigue siendo maquillaje.
Carlos: ¿Y qué hay de los chicos?
Eva: Ahí requeriremos sacarlos al jardín y usar una manguera.
Malev: Ya tenemos que regresar. Casi son las 8:00.
Mal: Es cierto, vámonos.
Regresaron al castillo. Carla desactivó los mecanismos y todos estaban aliviados. Fue rápidamente a su laptop y quitó el programa de las ondas de sonido y las bocinas que se colocaron en el reino. Eva empezó a desmaquillar a todas las chicas que se encontraban ahí. Malev y Jaden mojaban a los chicos para quitarles las esencias de los perfumes, cremas y gel. Carla retiraba los mecanismos junto con Carlos y se los llevaban a otra área. Malev le propuso a Carla viajar a los reinos para quitar las bocinas. Como vieron que fueron ellos los que arreglaron todo lo que provocaron, a los invitados ya no les molestó todo lo que pasaron. Los chicos siguieron disfrutando del baile, unos sin ropa para la ocasión, algunos mojados y algunas sin maquillaje, pero alegres de ya no tener esa experiencia. Ahora, se venía una nueva forma de ver a los nuevos ex-villanos.
ESTÁS LEYENDO
Descendientes/ Secretos revelados, villanos revelados
ספרות חובביםAdaptación de "La Otra Mitad de los Descendientes " Los chicos descubren secretos de su pasado, al igual que nuevas amenazas.