-¡Maldita sea! Ese sueño de nuevo- dijo Caleb.
Se levantó sudando frío de la cama y lo primero que hizo fue ver el reloj. Era la 1:07 de la mañana. Detestaba esa hora. Observó las luces afuera de su ventana y la abrió esperando que el aire lo refrescara y se llevara sus sentimientos con él.
Ese sueño (o pesadilla más bien) había sido recurrente en él desde hace 3 años. Desde la última vez que la vio; no lo soportaba. Sin embargo, su instinto lo llevó a abrir ese cajón de su buró, de donde sacó un trozo de periódico y una foto, sus dos cadenas más grandes al dolor.
El periódico decía lo siguiente:
"HORRIBLE ACCIDENTE EN CARRETERA: MUERE FAMILIA ENTERA.
El conductor salió del camino, forenses confirman estado de ebriedad.
27 de Noviembre, 20XX
A la 01:07 a.m. de la madrugada de este sábado, en la carretera XXXXXXX, ocurrió un descarrilamiento que derivó en la muerte de una familia entera que se encontraba de viaje hacia lo que parecía ser un nuevo hogar.
Los restos del vehículo junto con las 3 víctimas fueron hallados en el fondo de un risco, dispersos. El padre XXXXXX XXXXXXX, la madre XXXXXX XXXXXXX y su hija, Kanade XXXXXXX, de 54, 48 y 18 años respectivamente.
[...] al parecer el padre se encontraba en estado de ebriedad. Cabe destacar que tenía antecedentes en un grupo de alcoholismo, [...] la madre se encontraba dormida al igual que su hija, quienes no sintieron dolor alguno, pero murieron debido a [...]
Sólo se encontraron sus pertenencias esparcidas por el lugar, un boleto de avión con dirección a XXXXX y papeles de una nueva residencia en XXXX. El primero a nombre de la jóven.
Al no contar con familiares cercanos luego de una búsqueda en registros y en los contactos del celular del padre (único con este dispositivo de entre las víctimas), amigos de la familia se encargarán de llevar a cabo las respectivas ceremonias el día XX de Diciembre [...]."
Caleb sentía furia cada vez que veía ese trozo de periódico, rayado por él mismo para olvidar los detalles, pero era imposible. Todo estaba grabado como una cicatriz profunda en su mente. Se culpaba por no haber podido entender a Kanade, por no haber sido capaz de protegerla ni del destino, ni de ella misma. Siempre supo que había algo mal... pero que podía cambiar.
Después observó la foto. Era la misma que se habían tomado aquél día en el festejo de cumpleaños de Caleb, el día en que su amor cambiaría completamente, solo que ésta se encontraba un poco doblada y con una mancha en la parte trasera. Era lo único que le habían permitido conservar de ella, junto con su cofre plateado, ahora solo lleno de recuerdos.
Caleb tomó un poco de agua e intentó dormir, sabiendo que volvería a soñarlo o que simplemente caería en espiral.
A veces, la vida se encarga de ponernos los pies en la tierra por cuenta propia, sin importar cuánto luchemos por aferrarnos a algo que no es real, a las posibilidades o al placer, al recuerdo. Simplemente, hay cosas que no podemos evitar. La separación y la muerte siempre van de la mano.
Al día siguiente, Caleb fue al cementerio donde yacían los restos de su amada y más grande pesar, el cual visitaba cada mes para colocar flores. Cuando llegó a la lápida, sacó de su mochila una pala de mano y cavó un hoyo pequeño, en el punto en donde debía estar la mano de su amada en ese ataúd bajo tierra.
Cuando llegó a la madera de caoba que constituía el ataúd, lo rozó con su mano, buscando un tacto que jamás volvería a sentir, acto seguido colocó el cofre con la foto y el recorte de periódico.
-Creo que esta será la última vez que venga a verte. Debo de seguir. -dijo, mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos- No fui el mejor, Kanade, y sé que pude haber hecho más por ti, pero el destino fue cruel y no nos dejó creer en que eso fue real. Sin embargo, ya arrastré mucha culpabilidad en esto. No fui yo quien decidió irse, mucho menos cortar el contacto de la nada.
Caleb se soltó a llorar amargamente, no podía articular más palabras; pero en un impulso de furia y de dolor, continuó:
-¡No merecía sufrir así! ¡Todo lo que hice fue cuidar de ti! ¡Sabía que tenías algo mal, pero siempre di lo mejor para poder sacarlo de tu sistema! ¡Yo no era tu padre! Pero seguramente me tomaste como tal... desconfiabas de tanto amor; era irreal. ¿No es así? - se calmó y prosiguió- Ahora yo soy quien escucha voces. Voces del pasado que me atormentan constantemente. No puedo tener parejas, no puedo seguir adelante porque estás muy adentro de mí. No quiero esto más Kanade. Lo lamento. Te amo, pero ya debo continuar, no sé si me vayas a esperar en la muerte o siquiera sé si hay algo después de morir, pero debo de vivir. No ayer, no mañana, sino ahora. Te amo, de verdad. Estarás siempre en mi corazón. Descansa en paz.
Terminó de enterrar los objetos, junto con sus sentimientos por ella y se fue, para no volver jamás.
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Fantasía
RomansaÉsta es una historia de amor narrada en dos versiones. Cada capítulo alterna entre las versiones de los dos personajes principales. Es una serie que crearé en colaboración de mi amiga Valeria M. Síganla en Tumblr, escribe hermoso: valeriamofi.tumbl...