Entre tus brazos

Episodio 12

Esa misma noche, fue la mejor de mi vida, fue donde ya nuestra relación no se tratarían de solo besos, esa noche descubrí lo que sentía por ti, esa noche fue única y especial.

Esa noche ya no éramos dos, fuimos uno, quizás ninguno de los dos fue la primer vez de alguien pero esperaba con ansias que fuéramos el último de ambos

Esa noche descubrí tu lunar en el abdomen bajo, tu piel tan suave como el trasero de un bebé recién nacido, tus gemidos en mi oído, lo bien que te veías a la luz de la luna, lo bien que se ve tu espalda arqueada y lo pequeña que era tu cintura.

Esa misma noche murmuraste algo que no pude escuchar bien pese a lo silencioso que estaba la habitación.

Dormimos abrazados, mi mano izquierda en tu cintura y tu mano derecha en mi rostro. Nos sonreímos antes de quedar profundamente dormidos. Sin antes darte un beso en la frente como buenas noches.

Los días pasaban y hasta inclusive mi padre vio como nuestra relación iba avanzando. Hinata fuiste tú quién me ayudó en la enfermedad de mi padre.
Pero aunque eso lo supiera él, él no te amaba por ello.

-Oiga joven... - me llamó al entrar a la habitación, yo sólo lo miré interrogativamente-No la dejes ir, un día lo entenderás y no quiero que sea tarde

-Hace un tiempo me preguntaste si me gustaba pero he de serte sincero no me gusta, Hinata no me gusta para nada-suspiré

-¿Qué? - preguntó mi padre sin entender nada

-No nada, a ella la quiero, me siento afortunado a su lado.

Él sonrió

-Vamos a comer, de seguro Hinata ya tiene listo el almuerzo

-Es ella-me dijiste antes de apoyarte en mi hombro y llevarte al comedor.

Cuando llegué estaba todo listo pero tú no estabas. Dejé a mi padre en el asiento y fui por ti, te vi ahí buscando algo mientras dejabas toda tu ropa en la cama

-¿Hinata? - te saqué de tu nube - ¿Qué sucede no comerás con nosotros?

-No tengo apetito - me dijiste brusca

-¡Hey! ¿Qué sucede? - me acerqué a ti y te abracé para tranquilizarte. Al principio forcejeaste luego te quedaste ahí quieta sin más que hacer-¿Qué buscas?

-Te quiero-me susurraste. Era la ocasión perfecta para confesarte lo que sentía pero me acobardé. Recordando que todo lo que quería siempre terminaba yéndose de mi lado

Fue entonces que se escuchó un ruido en el comedor y corrí hacía allá, la escena que vi fue lo peor. Mi padre en el piso, corrí por él, sentí su pulso lento, vi como su rostro estaba tornándose morado y pensé que se atoraba. Lo levanté y lo tomé por detrás para que así botara lo que le estuviera atorando, el tiempo pasaba lento a mi alrededor y esperaba que fuese la única forma de salvarlo, no quería perderlo. No ahora.

De tanto esfuerzo salió el causante de tal catástrofe, era un limón entero. Papá había olvidado cómo se comía y qué cosas.

Fue tanto así que el limón le había lastimado la garganta y el doctor le recomendó más pastillas para el dolor y su inflamación

Hinata se sentía culpable por ello, me costó convencerla que no era culpa de nadie, que eso a cualquier persona con alzheimer podía ocurrirle.

Pd. : Hinata hace unos cuántos capítulos que no te dejo posdatas por ende esta va ser larga. No sé dónde estés, te he buscado por todos lados y aunque sé que es muy tarde quiero decirte que perdón por no ser lo suficientemente bueno para ti. Pero que a pesar de todo, todo lo que pude brindarte era real y desde el fondo de mi corazón. Con amor Naruto.