Entre tus brazos

Episodio 6

Te miré curioso y sonreíste

-Me llamo Hinata Hyuga, tengo 22 años y estoy estudiando urología. Estoy en mi quinto año, ahora mismo estoy de vacaciones, entro en abril. Vivo sola, mis papás viven en Canadá, soy soltera-rió y yo también.

Ahí entendí cuando me confesaste que habías visto varias veces un...

-Hinata, perdón sé que igual exagere...

-¡Eres un nene! Pareces un chico menor que yo-Te levantaste y te sentaste en mis piernas

Siempre fuiste así coqueta, tierna, amable, cariñosa, risueña, no lo sé Hinata lo tenías todo

-Podemos ir a tu casa-me susurraste al acercarte a mí oído, tragué saliva

¿A dónde querías llegar Hinata?

-Aunque prefiero que vayamos a ver una película - me sugeriste cambiando de inmediato tu tono de voz de uno bien atrevido a otro más infantil

-¿Cuál quieres ver? - dije dejando un billete suficiente como para pagar ello y de sobra

Es que si no fuera por ella hubiera esperado la cuenta, pero Hinata tú eras mi condena.

Me tomaste de la mano y salimos de ahí, fuimos a mi auto, yo conducí hasta llegar al cine. Pediste palomitas mientras yo compraba las entradas.

Íbamos a ver Black Panther, luego que llegaste con el pedido me pasaste mi dinero. Pensé que era el cambio pero no fue así

-También puedo pagar yo, de hecho también hay un poco más de lo que me diste para compensar lo de la cafetería

Me sonreíste cálidamente, yo reí, eras una idiota. Pero eras la primera idiota que no le interesaba gastar dinero en mí, de por sí todas las citas y cosas así iban de mi parte

Cuando entramos en la película me costó concentrarme puesto que tomaste mi mano y me entregabas caricias en forma de circulos

Cuando salimos de ahí me suplicaste ir a caminar antes de irnos pero no estaba seguro, ya era muy tarde y al día siguiente trabajaba

Aún así cumplí tu capricho y caminamos por las calles con sólo algunas luces y la luz de la luna alumbrandonos.

Hasta que te detuviste y me miraste

-Quiero verte más - me susurraste, cosa que al principio no pude escuchar bien

-Perdón ¿Qué? - te pregunté agachando mi cabeza

Tomaste valor y hablaste nuevamente - Necesito verte más

De pronto comencé a temblar, al comienzo no sabía si era yo o el frío que calaba mis huesos

Y todavía seguía sin darme cuenta, y es que todavía no entiendo como tú hacías esto, a penas nos conocíamos y ya me tenías babeando por ti, me sentía vulnerable contigo, algo ilógico. Pero la sensación que me regalabas valía todo.

-Mis vacaciones van a terminar y me gustaría pasar más tiempo contigo - hablaste bajo pero lo suficiente para escucharte

-Vamos a tu casa-te dije, me miraste triste y asentiste.

En el camino por más que te hablara tú no me hacías caso.

Me detuve en seco cuando llegamos a tu hogar

-¡Basta Hinata! - te dije realmente molesto-Deja de ignorarme

-No lo hacía-tomaste tu bolso y bajaste

Me baje también del auto y te persegui hasta tomarte del brazo

No sabía que decirte solo había sido mi instinto

-Podemos vernos mañana si quieres, salgo a las 8 del trabajo

Te soltaste de mi agarre

-Tal vez-me dijiste y entraste a tu casa

Ese tal vez me pareció tan vano
Era obvio que no vendrías

Y ese día también me dejaste pensando en ti, debía hacer algo, me estabas volviendo un loco desquiciado

Nunca llegué a comprender porque te habías molestado, quizás estabas en tus días, no lo sé y nunca quisiste contarme

Pd: Odiabas el hecho que dijera que estabas en tus días pero a mí me encantaba ver todas tus facetas.