Dia 3

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La misma hora de siempre? Cuál era la hora de siempre? Creo que las 3 o 4 de la tarde. Y ahí estaba yo, sentada detrás de una Mac esperando la conexión de aquel individuo totalmente desconocido pero real, parecía una cita estaba algo inquieta y nerviosa, bueno tal vez era normal ya que no tenía muchos amigos y era la primera persona con la que hablaba desde hace mucho tiempo, casi un año para ser exactos, por que tanto? Cuando esté lista de los contaré, mientras tanto seguiré esperando a mi nuevo amigo. Ya lleva más de dos horas sin aparecer, me pregunto si le ha pasado algo, al fin y al cabo fue el quien dijo que me conecte a la misma hora.
Mientras revisaba asuntos del trabajo me decía a mi misma: pudo haberle pasado algo, se quedo sin internet, salió tarde del trabajo, fue a comer con sus amigos, en fin no lo sé, solo sé que sigo esperando a alguien por 3 horas y no esperare más. Cerré la laptop y le pedí a Dori que me hiciera algo de comer, al parecer la espera me levanto el hambre, enciendo la tv y me parece tan aburrida la programación nacional, y recuerdo que esa es la razón por la cual tengo cable, Dori se acerca y me trae un delicioso sandwich de atún con un té de limón helado como me gusta, mientras le agradezco con una sonrisa porque mi boca está llena ella sonríe y dice de nada, ya me conoce lleva trabajando en casa más de 20 años, exactamente desde que mi mamá se fue, aún extraño el olor de sus desayunos típicos por la mañana, solo cuando cierro los ojos puedo sentir el aroma del delicioso tigrillo y café pasado, despierto del trance en el que estaba en realidad fue el sonido de la puerta. Creo que llego mi... Hola papá, hola amor me responde y con un abrazo de oso, que tal tu día le pregunto, pues bien nada fuera de lo normal y el tuyo? Todo bien ya comiste? Pregunté, no estoy muy cansado iré a dormir, se despide de mi y se va hacia su habitación, y yo otra vez hablando conmigo misma acostada en el sofá que por cierto es muy cómodo, miro mi reloj y me acabo de dar cuenta de que es muy tarde, así que me levanto de inmediato y voy hacia mi cuarto ya es hora de estar en la cama, luego de hacer todo el ritual de antes de dormir, volvió a mi cabeza Dan y porqué no supe de él, mañana será otro día, debo dormir y dejar de pensar en tonterías, hasta mañana Constantino, dulces sueños. Por si olvidé mencionarlo, Constantino no es mismo amigo imaginario, es mi perro.

En Manos de un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora