Noche

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No les pasa que, siempre que llega la noche nos ponemos algo melancólicos, o sino, estamos tan cansados, pensamos en lo que es y en lo que no, nuestra mente divaga más en la noche que en el día, tal vez la  oscuridad ayuda a que todos nuestros pensamientos fluyan.
Pensaba en que si aceptaba a Dan, tendría que tener en cuenta de que era una relación a larga distancia, y que probablemente, entre su trabajo y el mío, terminaríamos aburriéndonos, o talvez el o yo saliendo con alguien más sin decirnos nada, al fin y al cabo, ojos que no ven corazón que no siente.
Pero hasta que eso ocurriera, que podía perder, si ya me gustaba, lo que el quería, era ponernos un título, nada que no pudiera manejarlo.
Así que la noche me ayudo a pensarlo bien, decidí hablar con el, pero no hoy, mejor mañana, pero porque esperar.
Respire profundo he hice una llamada...
Dan: Agus ??
Agus: hola Dan, se que es muy tarde para ti...
Dan: no, aún estaba despierto, pensé que hablaríamos temprano, intenté llamar pero, tenías apagado el celular.
Agus: quería pensar un poco de lo que me dijiste en la mañana.
Dan: está bien, entiendo que fue una sorpresa. Había pensado en la forma y cómo lo diría, pero no pude esperar y lo dije sin pensar.
Agus: entiendo, y por eso quería decirte que lo pensé y si me gustaría intentarlo.
Dan: hablas en serio?
Agus: si lo digo seriamente, no me estoy riendo.
Dan: bueno, bueno, tampoco así, pero podrías esperar una semana más?
Agus: una semana más? Para qué?
Dan: para pedírtelo de una manera formal.
Agus: que quieres decir?
Dan: no creerás que por un mensaje te pediré ser mi novia?
Agus: no será así?
Dan: claro que no!
Agus: ok, y que estás pensando?
Dan: eso será una sorpresa.
Agus: otra mas?
Dan: si, no te agradan las sorpresas?
Agus: claro que si, me encantan!
Dan: entonces, solo espera una semana.
Agus: está bien! Y bueno Te dejo dormir, que descanses.
Dan: hasta mañana, que descanses.

Cuando termine de hablar con Dan, me sentí extraña pero a la vez, tranquila, ya  había dicho todo lo que tenía que decir, y esa era la verdad, realmente era mi verdad, pero no la de el...

En Manos de un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora