Capítulo 21

417 49 0
                                    

  ¤La Voz Del Corazón¤  

Dos noches habían pasado desde que llegue al limbo, pero a pesar de eso, el número en mi muñeca no ha cambiado. Manny había logrado que me acostará con él y pudiera dormir tranquila, cosa que llevaba días sin hacer.

No sabía lo que estaba sucediendo allá, fuera de este lugar, no sabía porque llegó al limbo, una radio humana. Y lo que era más importante, quien la mandó. Monique me había dicho que nadie podía tener acceso al limbo, menos alguien humano, que este lugar era solo para los ángeles que morían. 

Aún así, siempre hay algo que no logramos ver, quizás la verdad es otra, quizás hay ángeles que nos enviaron esto. 

No podía suponer nada tampoco.

Después de haberme levantado, comí algo y me dirigí hacia donde tenían la radio. Era como una cueva, donde habían puesto el objeto en una mesa de madera alejada, intentando seguramente que no se viera.

No lo lograron mucho.

Iba a caminar hacia la mesa y un cuerpo gigante me detuvo diciendo:

-¿Tienes acceso a este lugar?

Confundida, le respondí que de que estaba hablando.

-Para entrar aquí tiene que tener un acceso de alguno de los lideres.

-Déjala Connor, ella tiene todo el acceso que quiera - Dijo la mujer que nos hablo la otra vez a mi y a Monique.

-¿Quien le dió ese permiso? - Preguntó el chico.

-Ella se lo ha ganado, ha hecho más que tu en los años que estuviste en el mundo de los ángeles - Suspiré, no era la idea que dijeran eso - Además, ella es la salvadora.

El quedó pensativo por un momento y después me dejó pasar.

La mujer me seguía por detrás y fue ahí que comente:

-De salvadora no tengo mucho, no he salvado a nadie y me queda poco tiempo.

Ella sonrió y se situó frente a mi:

-El tiempo solo nos presiona, no es algo de que preocuparse, al final siempre existe una solución, incluyendo por lo que estás pasando. Hemos esperado siglos por alguien que nos pongan atención y tu eres la única que lo ha hecho. La salvadora anterior... y la anterior... y la anterior a esa, solo se preocupaban de ellas mismas...

-Entonces, ¿Han habido muchas más? - Pregunté sorprendida.

-Cariño... un montón, yo estoy aquí desde mucho antes de que los abuelos de tus abuelos nacieran, más de 1000 años y aún no salgo de aquí, no tengo ese poder para salir cuando quiera - Me sonrió un poco apenada.

-Usted, ¿No sabe como lo hicieron las antiguas salvadoras? - Sentía que podía recaudar información a través de ella, solo si quería.

-Creo...no me acuerdo muy bien, hace años, muchos años, yo vi a una salvadora salir de aquí... - La mujer hizo ademán para que caminara con ella, yo la seguí inserta en el relato - Ella se parecía mucho a ti, puede que todas sean reencarnaciones.

-Si, eso ya lo sabía - Susurre recordando a Anette.

-Bueno, entonces, la chica tenía en su mano, lo que parecía ser una piedra, era reluciente, muy hermosa, era de color rojo...

Me detuve respirando lentamente, una piedra rojo y reluciente, solo significaba una cosa.

-¿No era, de casualidad, un rubí? - Le pregunte anonadada.

-Si, si, así se llaman, había olvidado el nombre, resulta que la muchacha solo lo tomó en su mano y luego desapareció, después de muchas investigaciones que hicieron las personas aquí en el limbo, se dedujo que al momento de tener una imagen en tu mente, puedes abrir un portal y así escapar de donde estás - La miré fijamente a sus ojos, ahí vi algo familiar.

Un Ángel Volador © (LIBRO 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora