Capítulo 23

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*Poco Tiempo*

La gente comenzaba a dispersarse, me agradecían y se iban, a comenzar una vida nueva. Muchos no sabían donde ir, pero Sarah los animaba a buscar cosas nuevas, cosas que nunca habían visto antes y que disfrutaran de está nueva oportunidad.

Cuando ya no había casi nada de gente, le pedí a Karen que entráramos, necesitaba hablar con ella del siguiente paso que teníamos que dar.

-Explícame mejor, por favor - Le dije una vez que llegamos a la sala de la casa de Anette y nos acomodamos en el sofá grande.

Está bien - Suspiró y comenzó - Hace muchos siglos atrás, apareció un ángel junto a un recién creado limbo, según el libro, eso se logró debido a que aquella persona murió de una forma muy torturada y en su vida entera, agrado a Dios con todo lo que hacía. Entonces, Dios lo premió, otorgándole un lugar hermoso llamado "El limbo" y dándole el puesto de guardián de ese edén. Sucede que aquel hombre convertido en ángel, comenzó a crear los objetos que conocemos, el rubí, la corona y la espada, pero hubieron unos seres que se quisieron anteponer y crearon un desequilibrio en el limbo, es decir, las montañas, con ello, los ángeles de alas negras, los de los elementos, los guardianes, los mayores y las sombras, cada una con su lugar aparentemente. Sin embargo, no existen estos tipos de ángeles, era todo un invento de los mayores para controlar a las personas, aunque si hay seres y su principal función era guardar la humanidad, no para convertirlas... en ángeles de alas negras, como te paso a ti. 

No lo podía creer, esos malditos mintieron todo este tiempo. Agaché mi rostro.

-Espera, entonces, ¿los supuestos ángeles de alas negras, no son reales? - Pregunté hundiendome en el sofá impresionada.

-No, ni ningún otro, todos son exactamente igual, y si se ven diferentes, es...solo un espejismo, creado por los angeles mayores, los cuales, lo único que tienen de superior es el nombre - Movió sus hombros hacia arriba sin darle demasiada importancia.

-¿Cómo pudo pasar esto? - Quería llorar, quería frustrarme, pero mi interior estaba tan cansado de toda esta mierda que ya no me salía nada.

-Tu principal función no era ser un ángel de alas negras, por eso tu podías controlar los elementos, porque rompiste un hechizo creado por los mayores que permitía a las personas recién llegadas a las montañas no mostrar su poder para que ellos los designaran, no les permitía tampoco volar, pero tu lo lograste, tu primer objetivo era cuidar y proteger a la humanidad, como lo hacia... nuestra Lily - Dijo tocando mi hombro, haciendo que la mirara.

-¿Qué haría yo sin ti? - La abracé fuertemente.

-Probablemente nada - Se rió - Se que es muy rápido, pero... ¿Qué haremos, entonces?.

Suspire al momento en el que llegaron los chicos, Manny, Chris, Liam, Sarah y Monique.

-¿De que hablan? - Preguntó mi hermano.

Al mirar a Sarah, se me ocurrió una idea, pero sería bastante peligrosa y no sabía como iba a resultar, aún así tenía que intentarlo.

-Vamos a liberar a todos los ángeles - Dije y conseguí una mirada de Karen, la observé de vuelta y volví a hablar - A todos y a cada uno.

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-¿Estás loca o te haces?, por favor dime que te haces y que es una broma, Lily - Manny me había tomado la mano y llevado hacia otra habitación, un tanto alejada de los demás.

-No, no lo es - Lo mire a la vez nerviosa y a la vez desafiante, no quería que me viera que dudaba de esa idea, pero era casi imposible no ver la inquietud en mi rostro - Puede que sea un plan descabellado, pero...

-Muy descabellado, Lily. ¿Crees que por liberarlos, se van a cambiar de bando? - Sus manos se movían al ritmo de su desesperación.

-No, no creo eso, pero créeme, valdrá la pena, por favor - Le toqué la cara y lo besé, intentando transmitirle paz.

-Lily, nos han hecho tanto daño, ¿por qué tendríamos que liberarlos? - Lo miré e intente encontrar al hombre tierno que era, que se había oscurecido después de tanto sufrimiento.

-Primero, no podemos resolver esto devolviendo el mismo sufrimiento que nos dieron a nosotros, no somos ellos y no podemos actuar de la misma manera - Busqué sus ojos - Escúchame, tengo un plan, por favor, confía en mi.

Espere su respuesta y me sentí calmada cuando dijo que si. Le sonreí en forma de agradecimiento.

Cuando estuvimos todos juntos otra vez les expliqué lo que era aquel plan y como funcionaría.

-Bien, tengo entendido que todos los ángeles a pesar de que don tengan, son iguales, ¿no? - Mire a Karen, la cual asintió muy lentamente - Entonces, si los seres de alas negras al morir aparecemos en el limbo, puede que ellos igual, así que serían liberados junto con los demás, sin embargo, podríamos usar el  rubí para armar una especie de prisión para los ángeles mayores.

-¿Cómo armaríamos una prisión?, aún no conocemos bien la magia de este mundo - Dijo Karen con rostro confundido.

-Nosotros no, pero Sarah sabe mucho, además tenemos el libro, podríamos ver algo ahí - Le respondí confiada de que había una solución.

Sarah pidió la palabra y le dí el pase:

-En realidad, si existen prisiones en el mundo de los ángeles, por ejemplo, en la que yo estaba o en la que estoy todavía... - La detuve para que no se entristeciera.

-Puede que sea muy pequeño el espacio - Mencione.

-Mientras ustedes hablan - Habló Liam mostrando su teléfono - Yo busco en google acerca de las prisiones espirituales.

-No creo que eso venga al caso - Le respondió Karen.

Sin embargo, quede pensativa. Cuando Liam y yo eramos pequeños soñábamos con lugares oscuros parecidos a nuestra casa de los cuales no podíamos salir, mi madre nos había llevado a un psiquiatra, el cual concluyó que eran terrores nocturnos hereditarios y nos recomendó un libro acerca de la cárcel emocional de las personas. Resulta que el libro profundizaba mucho el tema de las prisiones espirituales, las que se creaban a partir de experiencias horribles, pero, ¿Cómo crear algo así, para ángeles?.

Y exactamente fue lo que le pregunte a mi hermano y este respondió.

-En realidad, si se encierran a muchas personas en un lugar y se suministra un droga anelgésica, las personas pueden soñar o imaginar algo personal que le cause trauma. 

-Claro, la droga en este mundo, pueden ser los espejismos - Dijo Sarah - Pero debemos aprender cómo hacerlo durar una eternidad.

-Eso está aquí - Karen mencionó el libro.

-Podríamos usar el limbo como prisión, para encarcelarlos ahí y explotar un bomba ancestral... - Manny estaba sentado en el sillón de la sala.

-Una... ¿Qué? - Pregunté sin saber nada sobre eso.

-Bomba ancestral, es una esfera del tamaño de una bomba que abarca kilómetros de espacios, comúnmente se usaban por los ángeles al mando del lado derecho de Dios para defender de los demonios. Podía rellenarse de cualquier poción o poder para atacar tanto fisicamente como psicologicamente. Puede durar una eternidad - Leyó Karen en el libro de Anette - Justo el tiempo que necesitamos, algo eterno - Parecía saborear la palabra en su boca.

Por supuesto, teníamos todo al alcance para nuestro plan.

-Ok, ahora tenemos otro problema - Los miré a todos - ¿Cómo llevamos a la muerte a todos, absolutamente todos, los ángeles?.

-Bueno, lo complicado no es pensarlo, lo complicado es hacerlo - Mencionó Chris, quien no había hablado en demasiado tiempo - Está claro lo que debemos hacer.

No le entendía, y se lo dí a conocer con mi rostro.

-Una guerra - Habló nuevamente - es la única manera de que todos mueran.

Un Ángel Volador © (LIBRO 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora