Capítulo 20

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¤Esperanza¤  

Manny me había enseñado el lugar. Tenían un bosque lleno de árboles que daban frutos y una granja donde cosechaban sus alimentos, además en una esquina muy lejos de la multitud y bastante escondido se encontraba un claro, en el cual habían animales hermosos que brillaban de apariencia y agua muy clara, podía ver mi reflejo en ella y los peces que nadaban allí. En este instante, me encontraba ayudando a Manny a cazar algunos, aunque me mantenía alejada, ya que podía arruinarlo todo. Llegó a mi memoria las veces que íbamos al lago con papá y con Liam, también los dejaba porque mi forma de pescar era horrible y siempre soltaba los pescados. 

Monique me había dicho que faltaba mucho para que el tiempo en mi muñeca se acabara, entonces que intentara relajarme, que al día siguiente me pondría al tanto de todo. Así que quedamos en reunirnos aquí en el claro, por eso Manny me trajo a este lugar. 

Esperamos durante un rato más, momento en el cual me tiré hacia atrás y recosté mi cabeza en el verde pasto, hasta que sentí pasos, que debían ser de Monique, pero no. Me levanté para ver que ocurría y resultó ser que niños comenzaron a llegar corriendo, e iban directo a abrazar a Manny y gritaban contentos, algunos se lanzaban al agua, otros se subían a los árboles, era demasiado tierno.

-Ellos lo llaman tío Manny - Monique llegó a mi lado sentándose igual que yo.

-¿Tío? - Me reí con fuerza, cosa que hace mucho no hacía.

Monique me siguió, hasta que no pudimos más y nos calmamos. Le dije:

-Es muy tierno, parecen llevarse bien.

-Si, a Manny le gustan los niños, juegan mucho y le inventan bromas a los adultos - Me dí cuenta de que Monique decía aquello como si Manny hubiera estado mucho tiempo en el limbo, siendo la verdad es que llegó ayer.

-Monique, ¿Cuanto llevan tu y Manny aquí?.

-Yo llevo 1 año, Manny unos meses, 3 quizás, no me acuerdo - No se si me encontraba sorprendida o asustada.

-¿Y yo? - Le pregunte.

Me observó largamente y sonrió de forma triste.

-Sé a lo que quieres llegar, dos meses aquí, pueden ser dos días o viceversa, un día puede ser un mes allá, el tiempo actúa como quiere.

Miré mi cicatriz en la muñeca y si ¿el tiempo aceleraba eso y quedaba sin posibilidades de nada? 

-Pero, ahora quiero hablarte de otro tema, ¿podemos ir a otro lado?, no quiero que los niños escuchen.

Aún anonadada, le respondí que si.

Le avisamos a Manny que íbamos a otro lugar. Seguí a mi hermana fijándome en todos los lugares, hasta que llegamos a lo que parecía ser un manzano. Lo miré atenta, era muy bello.

-Lily, siéntate, después comes manzanas - Se rió y yo la seguí.

No dije nada, no la presione ni nada, deje que hablara cuando quisiera. Esperó un momento antes de hacerlo y comenzó:

-Cuando llegamos aquí, nuestro cuerpo aparece libre de las alas y se asemeja a un humano normal, por lo que creo que si morimos, seremos liberados - Dijo y yo le toqué la mano.

-Lo sé, lo descubrí ayer, con Manny.

Me miró sorprendida.

-Manny fue a la montaña de los ángeles mayores para enfrentarlos, según dijo que era por mi, para pedirme perdón, lo atacaron con armas humanas y luego lo encontré aquí, como humano. Así que concluimos que la solución es que los ángeles mueran, solo falta sacarlos del limbo y como experiencias que he escuchado, supongo que si hay una salida, por esa misma tiene que haber salido Anette - Sentencie y la volví a mirar.

Un Ángel Volador © (LIBRO 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora