12. capitulo

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Lucas.

Lucas.

Lucas

Si, tú.

Llevo mirando al vacío del espejo durante unos largos minutos.

Mi cabeza me dice una cosa, mi corazón dice otra.

No se centran.

Lucas cambia.
Lucas lucha por ella.

Dicen palabras que no quiero oír.

Lágrimas de dolor sean de mi, rompiendome.

No lo entiendo por más que lo intentó no lo consigo.

Lágrimas sin tregua no dejan de caer al suelo, me restriego los ojos in tentando apartar el rastro de gotas calientes bajando por mis mejillas hasta caer como yo.

Necesito de ella.
Necesito nicotina.

No puedo dejar de llorar, dicen que los hombres no lloran, mentira.

Quiero dejar de llorar por ella. Prometo y prometo, pero cuando se trata de Dafne sólo existe promesas rotas, vacías.

Me dirijo desesperado al cuarto de baño, abro la puerta, entró.

Abro uno de los cajones, encontrando lo que necesito.

El paquete de tabaco y el mechero.

Cojo uno de los cigarrillos y lo prendo depositando el cigarro entre mis labios sedientos de nicotina rotos por el frío, guardó las cosas.

Expulsó el humo, me dirijo al espejo y me miró, debería de tener amor propio, debería de dejar muchas cosas entre ellas Dafne.

Respiro el humo.

Doi una calada, otra y otra, hasta que se termina.
Me doi cuenta que he dejado de llorar, tengo el rostro rojo de llorar, el brillo de mis ojos se apagaron, ahor son más oscuros de lo normal.

Suspiró.

Miró y pienso, parece que sólo me miró a mi como Narciso, pero no es así no tengo un punto fijó.

Decido ir a la Universidad, no estoy para faltar sólo por que ella no me quiere.

Un juguete, de usar y tirar, mejor que se compré otro con su falsedad.

Me desprendo de la camisa de tirantes y el boxers.
Entró a la ducha, decido darme una ducha fría para calmar mi ansiedad de ir por ella, de explicaciones falsas.

Al cabo de unos 15 minutos salgo de la ducha.

Ya secó y despeinado decido ponerme una sudadera Nike gris, unos  pitillos negros, y unos tenis Nike, listo, no me peino.

No fumo, pero no quiero que se convierta en un vicio, así que cojo el paquete de tabaco que tengo de emergencia, salgo de casa me dirijo al contenedor de basura y lo tiró, decido ir a la tienda de al lado ya que todavía me queda tiempo, entró y cojo;
Bombones londt
Ferrero Rocher dos cajas.
Nutella.
Helado de chocolate y vainilla.
Doritos picantes.
Donus normales.
Zumo de piña y manzana.
Zumo de naranja.
Batido de chocolate.

Salgo de la tienda cargando una bolsa en mi mano izquierda con todo el contenido.

Me dirijo al departamento subo corriendo, entró dejó las bolsas en la cocina, cojo la mochila bajó, salgo y cojo el auto, conduzco hasta llegar a la Universidad, paro en el aparcamiento, salgo del coche.
Suena el timbre, me dirijo rápidamente a mi clase sin saludar a nadie, no estoy de humor.

A comenzar la clases.
...

Son orgasmos vacíos, gritos de placer pidiendo por más y más, para seguir y no parar, llegar al punto de la culminación y volver a repetir, todo es un hecho desafortunado lleno de dolor, hipocresía y mentira nada tiene un retornó.
El sexo no lo arregla todo, lo destroza si hay sentimientos que nunca serán correspondidos. Lo bueno nunca fue tan bueno y lo malo nunca fue tan malo, es difícil corromper la bondad, pero no imposible, es difícil ser bueno, pero no imposible.
Todo será difícil de olvidar si los gemidos todavía siguen en la cabeza en los recuerdos en el corazón, nada es imposible.
Lo imposible es lo imparable.
Gemidos, orgasmos hasta sobrepasar el límite de la cordura, palabras vacías de afecto, juegos imparables donde todos son perdedores.

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