20. Capítulo

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A pasado una semana desde aquella noche, y vaya noche sonrío.

Las dos se la pasan en mi departamento y no me quejó, es fantástico sentir como me quieren y como las quiero.

A veces, cuando salimos los tres es raro. Parecemos simples amigos hasta que ambas me besan en público y la gente se queda viendo.

Hasta me han llegado a decir, la suerte que tengo por estar con dos mujeres otros han dicho que seguramente las explotó o que ellas no están conmigo por propia voluntad, yo pasó de los comentarios, chismes y miradas. Quiero vivir y ser feliz, y si ellas son mi felicidad y yo la suya, no me preocupa la gente.

Estábamos en el siglo XXI, en este mundo hay de todo que cada cual se meta en su mundo. Que si uno quiere ser bisexual, gay, heterosexual, transgenero que lo sea sin tener que ocultar lo que son y pensar en lo que dirán.

Que si uno quiere tener una relación de dos, tres, cuatro...  que lo haga, que si es asexual que lo sea. No somos nadie para juzgar a los demás por algo que no debe ser juzgado.

Tocan el timbre de la puerta, me levantó del sofá.

Abro la puerta y de la impresión que siento la vuelvo a cerrar de nuevo, no puede ser ¿no? Tiene que ser mi maldita imaginación, pero no es así el timbre suena y suena no para. Aquel ruido, aquella persona y aquel sentimiento se junta todo en uno.

Siento rabia, ¿es normal?

-¡VETE!- gritó.

Sólo quiero que se vaya, y no vuelva ¿es mucho pedir?

Pensé que podía, que sería valiente y no débil como ahora. Todo estaba bien,        ¿porqué mierdas ha venido a estropear mi calma?

-Lucas por favor abre.

-Calla- susurró, mi respiración está acelerada, siento una opresión en mi pecho, duele el recuerdo.

Es como si todo volviera a repetirse todo a cámara lenta.

-Te lo suplicó- dice aquella voz que tantos dolores me ha dado. Tanto daño. Tanta mierda junta.

Soy imbécil y abro. La dejo pasar esta cambiada, el cabello largo completamente negro ahora es un color caoba corto, sus rasgos menos frívolos, su rostro despejado se maquillaje. Esta más hermosa que nunca, ahora que la veo mejor no siento lo mismo que antes. Nada es como antes.

Estamos en el salón, siento que tengo que hablar sacarlo todo y lo haré.

Va a comenzar a hablar y la corto. Está en mi casa y estas son mis nuevas reglas yo primero antes que ella.

-¿Quieres algo de tomar?- Niega- puedes sentarte.

Respiró intentando callarme, me siento en el sillón naranja enfrente de ella. Nos miramos por unos minutos, hasta que decido que y es suficiente.

-Dafne....

-Espera Lucas...

La corto con una fugaz mirada.

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