Úsame

15. Capítulo.

P.O.V Dafne

Miró las tres pruebas de embarazo esperando que el resultado sea positivo.

Estos cinco minutos se están haciendo eternos, ando dando vueltas en círculos por todo el cuarto de baño. Mis ojos todavía siguen puestos en la tapa del váter donde reposan las tres malditas pruebas que pueden dar un giró a toda mi mierda.

Me acercó a ellas y una profunda tristeza me invade transformándose poco a poco en ira. Tiró las pruebas a la basura, salgo del baño necesitó una copa de vino o dos botellas, tal vez Whisky para no seguir llorando no se.

Mis pies se dirigen rápidamente hasta la cocina, busco las botellas y las encuentro, las abro, me dispongo a coger un vaso, pero me doi cuenta que es innecesario.

Tengo mi teléfono en mano, llamó a Lucas como todos los días pero el no coge mis llamadas como siempre.

Admito ser una auténtica víbora, le he hecho demasiado daño pero no me importa no me siento culpable soy así, aunque intenté cambiar me es imposible. No quiero verlo con otra es como si lo quisiera sólo para mi es mi juguete al que me gusta dañar y jugar con  sus sentimientos es manejable y fácil. Lo usó, más bien lo usé.

No quiere saber nada de mi.

Pensé que quedaría embarazada de él, pero no.

Tomó y tomó.

No lo amó, tal vez todo esto hubiera sido diferente si mi corazón no fuese como el hielo.

Miento a todos, me miento a mí. Soy despreciable, lo se.

Esperado tres malditas semanas para nada, pensé... en quedarme en estado sólo para sentir un poco de amor, sabe e que se siente cuando amas a alguien.

Camilo es un maldito inútil, pensé que funcionaría los dos somos iguales, lo único que no pensé es que tuviera otras preferencias y no pudiera darme lo que más quiero.

El me golpeó una vez, lo que no sabe Lucas es que yo comencé a golpearlo. Lucas sólo vio una parte pequeña de la pelea es tan inocente que da gracia.

Estoy casada, hundida en un matrimonio que no llegará a nada, no tengo amante, no estoy embarazada estoy sola y no tengo a nadie.

No entiendo porque no puedo parar de llorar, ¿esto es normal?

Creo que ya me emborrache, veo a dobles de Camilo acercándose a mi.

-Buenas noches esposa, pensé que estarías mejor disfrutando con tu amante después de un mes fuera- dice Camilo.

-Vete...a la gran....mier..da-digo arrastrando las palabras.

Cada vez se acerca más, intenta sujetarme, pero le doi pelea.

Cuando consigue tenerme bin agarrada, me lleva hasta el dormitorio me desnuda y me vuelve a agarrar llevandome al baño, me arrastra hasta la ducha abre el grifo el agua fría no deja de salir, yo no paro de temblar y como es tan capullo se ríe de mi.

Después de unos minutos, estoy congelada pero consciente salgo, me seca.

Me deposita en la cama.

-¿Qué hacías en aquel estado  de embriaguez?- pregunta curioso.

-No te importa- digo cortante.

-Claro que me importa, no voy a tener una alcohólica como esposa- dice serio.

Ruedo los ojos y lo miro.

-Me hice una prueba de embarazo salió negativo- digo un poco más calmada.

-Mmmmm bueno y, ¿quién iba a ser el futuro Papa que no la dio?- dice con voz neutral.

-Sabes mejor que yo.- digo incorporandome de la cama para coger un pijama y ponermelo.

-Al chico ese al que utilizas muy bien, es un poco inocente no se que te vio sinceramente eres muy dañina y seguro que ya lo has destrozado- dice sintiendo empatía por Lucas.

-Yaa vale, si le he hecho mucho daño. Cerremos este tema- digo terminando de ponerme el pijama.

-Vale- dice con una sonrisa más falsa que el culto de su amante.

-¿Y tú porqué has regresado antes?Te hartastes de tu perro- digo riendome.

-No le digas así Pedro tiene nombre, corte con él. Por lo menos yo tengo un poco de corazón y no dejó que se ilusione más.- dice arrogante.

Ok punto para él.

-  Terminastes con Pene, ¿y ahora qué?- preguntó finalmente.

Se da golpecitos en su larga nariz y termina de decir:

- Hagamos punto y aparte, comencemos de nuevo. Tratemos de ser nuevas personas, cambiemos para bien, me cansé de hacer dañó necesitamos que esto funcione sólo somos nosotros dos, aunque  no tengamos amor tengamos respeto por esta relación inexistente.- dice sorprendido hasta yo no me lo esperaba.

Me quedo unos segundos pensando.

-Trató hecho.

Sellados el trato con un besó.

-Fuera mentiras, adiós a la falsedad, intentemos arreglar los corazones rotos y descongelemos nuestros corazones, hagamos algo bueno por una vez en nuestra vida.

-¿Tienes sueño? Porque todavía son las siete de la tarde- dice sonriente Camilo.

-No, pero me iba a acostar- digo tranquilamente.

Camilo se pone encima mío  sin aplastarme me da pequeños besos hasta progundizarlos poco a poco, mientras me va desvistiendo dejándome en paños menores, yo hago lo mismo.

Cambió de posición ahora estoy encima y el abajo, me gusta jugar. Le doi la vuelta para recorrer toda su amplia espalda, me siento en su regordete culo masturbandome en él dando pequeños saltitos.

-Cierra los ojos- le digo, lo hace.

Me levantó de la cama, abro una cajón sacando el preciado juguete siempre he querido usarlo y esta es mi oportunidad, me lo pongo.

Tocó mi humedad, le abro la boca para que lo chupe, bajo sus boxers sin previo aviso entró en él veo que al principio se queja por la intromisión hasta que se acostumbra y gime de placer, sigo empujando y moviéndo me en pequeños circulos hasta el fondo, hasta que no puedo más no pensé que esto me iba a cansar tan rápido, el ambos de posición y me cabalga rápidamente, muerde mis pechos dejando un rastro de saliva y vuelve a besarme. Hasta que llega a su culminación explota todo el líquido en mi profundo ombligo.

Se desploma en mi mientras recupera el aire, espera unos segundos.

-Dafne ahora te toca a ti- dice con una pequeña sonrisa de satisfacción.

Me quita todo hasta dejarme completamente desnuda.

Entra en mi llenando mi gran vacío. Cada embestida es un nosotros, un intentó, una unión.

No es amor, pero no hace falta. Nos complementamos y eso es suficiente.