11. Capítulo

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No se si quiero demostrar algo, me siento bien y a la vez mal, la miró es tan hermosa, tan peligrosa que me ciega.

Dafne arde con mis besos, me siento con poder fuerte en estos momentos ante ella.

Entró en su interior como un volcán a punto de explotar, su interior es la cascada resbaladiza que me reconforta, sus fluidos se mezclan con los míos por cada estocada que doi en el punto exacto, sus gemidos de placer se mezclan con nuestros cuerpos chocandose.
Sus paredes cada vez se estrechan más y más esta a punto de llegar su mirada me pide más y más, sus ojos brillan de ansiedad, ansía llegar a su libertad y es tan emocionante.

-¡Dame maaaaas! ¡Así!- grita extasiada de emoción.

Lágrimas recorren su rostro, no paro de moverme agilmente.

Dafne no se da cuenta que estoy furioso.

Muerdo, besó y lamo su cuello sin pausa, no dejó que me besé aunque suplique por ello, me acomodo mejor, abro más sus piernas para tener mejor accesibilidad, aprieto sus muslos con fuerza, siento que arraña mi espalda, no hay romanticismo, no hay palabras de amor, no hay promesas, sólo dos personas en búsqueda del placer.

Esta a punto de llegar, no es consciente de nada sólo se deja llevar por el placer y de un momento a otro paró, se le borra su dulce sonrisa, no sabe lo que sucede.

-¡¡LUCAS!!- grita

-¿Qué?- digo inocente.

Me mira boqueabierta.

-No me puedes dejar asi- Dice molesta.

Me levantó.

-Si puedo, pero no lo haré- digo.

-¿Entonces?- dice con los brazos cruzados alrededor del pecho.

-Ponte en cuatro- digo con la voz ronca.

Ella niega pero no me importa lo hará, y sucumbira porque a igual que ella tiene poder en mi yo lo tengo en ella me he dado cuenta tarde, pero ya lo sé.

Se acerca a mi contoneando su sexy cuerpo, agarra mis brazos me dirige hacia el sofá para que me sienta en el, se sienta en cima mía y se empieza a mover encima mía nuestras partes se tocan y ella sigue frotando sin metersela todavía, sientiendo su aire caliente soplando mi oreja izquierda despacio va bajando hasta mi cuello donde deja un beso húmedo, regresa a mi oreja la muerde, baja hasta encontrarse con mi barbilla deja otro húmedo beso y regresa a mi cuello donde comienza la tortura, besa, lame y muerde mi cuello sin tregua, no aguanto más sus movimientos, sujeto sus caderas fuertes me muevo junto a Dafne pero no baja, así que clavó mi miembro en su interior.

-Si estábamos jugando- dice divertida moviéndose.

Rápidamente se levanta dejándome a medias, sonríe y la miró como siempre ella gana no puedo tratar de jugar en su juego ella es la experta profesional nunca llegaré a su altura.

De repente veo como se arodilla delante mía, ve mi miembro en todo su esplendor erguido.

Me abre las piernas y se pone entre ellas, coge mi miembro con sus dos manos lo estruja.

Sus ojos oscuros brillan llenos de oscuridad una oscuridad que me llena.

Relame sus labios hambrientos de probar bocado.

Mueve actualmente sus manos de arriba a bajó, suspiro agitado, abre su hermosa boca metiéndose mi miembro entre sus hermosos labios carnosos llenos de carmín corrido, da lenguetazos como si fuese un helado de vainilla.

Finalmente de de poco a poco consigue metersela entera.

La cojo de sus hermoso cabello negro enroscandolos en mis manos haciendo como una especie de moño, la ayudó a moverse lentamente de arriba a abajo.

Con su lengua enrosca mi miembro lo muerde y lo chupa como loca poseída con mi ayuda hasta finalmente correrme, llenando su hermosa boca intenta tragarselo todo, pero pequeñas gotas caen de sus labios yo las recojo con mis manos, la ayudó a ponerse de pie y es hay cuando la pongo en en cuatro, con mi mano cubierta de las gotas caídas y lo utilizo como lubricante esta tan mojada y me encanta, abre mas sus piernas , me pongo atrás doi un azote suave en su hermoso culo y entro de una estocada sorprendiendola y arrancando un gritó que se convierten finalmente en gritos de placer.

No paro de de dar estocadas, rápidas y profundas, seguimos así sin parar

Un, dos, tres, cuatro y el éxtasis por fin llegó nuestra liberación.

Ella se derrumba en el sofá agotada, me levantó y la cojo entre mis brazos llevándola a mi cuarto a mi cama.

-¿Estas bien?- preguntó preocupado

Asiente.

-Entonces podrás seguirme el ritmo una y otra vez ¿no?- digo.

Me mira sorprendida, pero asiente.

-¿No puedes hablar?- preguntó riendome.

-mmm no- dice un poco menos agitada.

Abro sus piernas y la vuelvo a penetrar está vez dulcemente, esta vez es diferente esta vez es de otra manera.

(...)

Me revuelvo en la cama.
Abro los ojos poco a poco, la luz me hace cerrarlos de nuevo me froto con las manos perezoso, vuelvo ha abrir los ojos miró hacia al frente.

Recurdos aparecen a la vista poco a poco la sonrisa aparece en mi rostro somnoliento, miró la cama desecha sin nadie a mi lado, sin ella. Mi rostro se deforma dejando caer una sola lágrima en mi rostro de tristeza.

Se fue. Tal y como vino se fue consiguiendo lo que siempre busca usar me y abandonar me.

Desperté sin ella, debería de estar acostumbrado a que me use, soy un iluso si fui yo desde el principio dije que me podía usar a su antojó, sentir estar en lo ms alto para bajar en picado la caída duele, debería de estar acostumbrado a este dolor en mi pecho y no volver a llorar por alguien que no vale la pena, Dafne no es un alguien es mi alguien aunque nunca será mía. Es bonito cuando dura, todo lo que se vive es una ahora no hay mañana no hay futuro es el momento todo sin ataduras como a ella le gusta.

Ella es la infiel y yo soy el que se deja engañar.

Tal vez nunca consiga olvidar, tal vez no consiga superar tal vez no me dejé de sentir como un desechó humano una mierda más en este planeta.

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