˗ˏˋтнε ∂εү ι мεт үσυˎˊ˗ 『ʀʏᴇʀs』『sт/ ιт』

Segundo dia.

Lunes, todos odiaban ese día, más aún Richie. Se levanto con desgano de la cama y tomó sus lentes, al final él había dormido en la habitación, mientras Mike había ido directamente al sótano después de la cena. Miro la hora, y se dio cuenta que la alarma no había sonado, le quedaban quince minutos, los cuales solo le daban tiempo para cambiarse.

Tomo rápidamente lo más cercano y bajo, todos estaban desayunando en la mesa, él frunció el entrecejo.

—Estaba a punto de ir a despertarte si no venias—dijo Karen, mientras daba un sorbo de jugo de naranja.

Por más ganas que tenía de decir algún comentario fastidioso, no lo hizo, decidió solo ir y sentase para poder comer lo que estaba en su plato.

Mike se levanto y salió rápido de la casa, todos le miraron confusos pues no hacía eso muy seguido, a menos que realmente estuviera furioso, sin embargo no le tomaron mucha importancia.

—Ya que tu hermano se fue tendrás que ir solo a la escuela, no es muy complejo, está a seis calles de aquí, a menos que ¿quieres que te lleve?—preguntó su madre, a lo que él negó.

—Puedo ir solo, ¿dijiste seis calles no?

Ahí fue cuando su madre le dio un croquis del lugar, marcando su casa y la escuela, estaba bastante cerca a decir verdad. Tomo la mochila que su madre anteriormente le había comprado.

Camino sin prisa aunque ya iba tarde.

Según su hoja, la primera clase que tenía era matemáticas, al leerlo pensó en faltar, ya que era su menos favorita, y aunque no lo pareciera era bastante bueno, no le afectaría perder solo una.

Pero decidió ir, camino, aún a paso lento, hasta llegar a el salón, entro sin tocar. Todas las miradas se centraron en él, y no pudo estar más feliz, pues Will también lo miraba directamente.

Sonrió, el castaño se encontraba en la primera fila. Tenía una idea para poder sentarse junto a él. Camino hacia el maestro, que lo miraba entre confundido y enojado.

—¿Podría mover a Mike a otro lugar? Mi vista no es muy buena y me gustaría estar cerca del pizarrón—solicitó, con una sonrisa ladina, viendo divertido a su hermano, que ya le estaba dando una mirada furiosa.

—Si—dijo de mala gana mientras dejaba de  escribir en el pizarrón—. Wheeler, cámbiate a otra banca.

Su gemelo le miró con odio, para luego tomar sus cosas y moverse a una que no estuviera ocupada. Richie sonrío triunfal para luego tomar el lugar.

—Hey Byers, ¿está mejor tu brazo?—preguntó en un susurro mientras se acercaba.

—Supongo que lo está, ya no me duele, ¿tú, como vas con Mike? No vinieron juntos, supongo que no se llevan muy bien, ¿no es así?

—Que va, ¡si nos llevamos de maravilla!—dijo sarcásticamente mientras hacía un gesto con la mano.

—Él nuevo—espetó el maestro con disgusto—. Estamos en clase, deje de interrumpirla.

Se encogió de hombros, y empezó a hacer garabatos en su libreta, no le interesaba copiar cualquier cosa que estuviera haciendo el señor de avanzada edad en el pizarrón.

La clase paso lenta y tortuosamente, de vez en cuando se quedaba viendo a Will que escribía. Se dio cuenta que ponía demasiado esfuerzo en entender lo que él profesor explicaba, eso significaba que no era bueno en aquella materia, y que por consecuencia podría ayudarle.