Por Will.

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Los tres se quedaron mudos un momento. Todos tenían diferentes emociones que no sabían expresar.

—¿En serio Mike?—preguntó Will ofendido, por el "insulto" que le había dicho a Richie, dando fin al silencio.

Este volteo a verlo, confundido por su expresión.

—¿Qué se supone que haces? ¡No lo conoces ni desde hace dos días!—exclamó el mencionado, con enfado.

—Él puede hacer lo que quiera estúpido, no eres su dueño o madre para andar diciéndole que hacer—sentenció Tozier, caminando hacia el, tratando de enfrentarlo, pero desgraciadamente era unos cinco centímetros más bajo y no lograba cumplir con su intimidación.

—Soy su mejor amigo y se cuando algo es bueno o no para él.

Ambos se fulminaron con la mirada.

—Si, eres mi mejor amigo. Pero yo sé cuando algo está bien o no—dijo él castaño—. Tú sabes que odio que crean que no puedo hacer las cosas por mí mismo—espero en silencio a que dijera algo, sin resultados—. Los veo mañana en la escuela ojalá que resuelvan sus problemas—dijo por finalizado, tendiéndole los lentes a Richie.

Fue por su bicicleta y desapareció lentamente por la carretera.

—¡Todo esto es tu culpa!—manifestó Mike exaltado—. Will jamás me había hablado así.

—¿Mi culpa? ¡Tú eres el que le está diciendo que hacer! Y mira, ¿al menos escuchaste lo que dijo?

—Claro que escuche lo que dijo.

—¿Entonces por qué sigues peleando conmigo? Will me interesa, y lo sabes, si tengo que llevarme bien contigo, lo haré.

—Suerte con eso—masculló burlón.

—Pudrete Wheeler.

—¿No puedes estar dos minutos sin ser así?

—¿Así como? ¿Quieres que sea un lame culos como tú? No gracias—alegó cruzándose de brazos—Tengo una idea.

—Una idea tuya... no quiero escucharla. Ve a casa, ¿quieres? Yo seguiré aquí.

—Hazlo por Will, si quieres escuchar lo que pensé, estaré en tu habitación—dejó de hablar un momento alejándose—. Masturbándome con las fotos que tienes de una chica bonita—fastidio sabiendo que era Eleven.

—¿Qué? ¡Maldito!—gritó empezando a correr.

Richie al verlo empezó a correr también. Se volteo un momento, viendo a su gemelo algo lejos y alzó su dedo medio, haciendo que el otro se enfadara más.

Y ahí estaban, corriendo en medio de la noche, divertidos. Obviamente ninguno confesaría eso.

Tozier, gracias a que era bueno escapando de los bravucones, era un gran corredor, por consecuencia llego antes a casa, entro y se dirigió directo a la sala, donde se encontraba su madre, la saludo y después se sentó en un sofá. Minutos después llegó Mike, que tenía una condición deplorable. Venia cansado y con un par de gotas de sudor resbalando de su frente.

—Eres un cobarde—espetó viendo que había ido ahí para que no le hiciera nada frente a su mamá.

Richie le respondió con una sonrisa burlona, se levanto y camino hacia la habitación. Mike lo siguió.

Él primero se arrojó a la cama y él otro se recargó a la pared, junto a la puerta, no sin antes golpear a su hermano fuertemente en el brazo.

—Tranquilo, era broma lo que dije, no haré nada raro con las fotos de tu novia—aclaró, subiendo y bajando las cejas coquetamente, con burla.

—De veras que eres molesto. Ahora habla antes de que te golpee otra vez.

—Lo que podríamos hacer es esto: Primero; Puedes odiarme todo lo que quieras y yo a ti, pero solo aquí o cuando estemos nosotros solos, hay que hacer pensar a Will que nos llevamos bien, y asunto arreglado. Segundo; Podemos tratar de realmente llevarnos bien. Tercero; No hacer ninguna de las dos y lograr que el termine por dejar de hablarnos—finalizó, alzando los tres dedos con los cuales contó sus planes.

—Pues yo creo que la tercera olvídala, esa no la elegiremos ninguno de nosotros. La primera no me convence, no quiero mentirle a Will, aparte de que soy terrible mintiendo. La única opción viable es la segunda, y creo que nos costará bastante, pues eres un idiota—suspiró rendido.

—No creas que tú eres mejor que yo, da igual, ¿por Will?—preguntó extendiendo su brazo.

—Por Will—respondió estrechándola.

—Quédate esta noche aquí—Mike lo vio raro—¿Qué? ¿Acaso no querías que nos lleváramos bien?

—Vale, pero no dormiré en la misma cama que tú.

—Asco. Obviamente no. Dormirás en el suelo.

—Esta es mi habitación, mi cama, mis cosas, tú dormirás en el suelo.

—Bueno, solo por qué no quiero empezar a pelear. Ahora, se un buen hermano y trae las cosas necesarias.

—No lo haré.

—Maldición, tú dormirás en la cama, al menos has eso, iré a ducharme, cuando llegue espero y esté listo—se levanto de la cama con desgano—. Una cosa más, mira lo que me hiciste—dijo señalando sus brazos—. ¿No iras por el botiquín y curaras mis heridas como el buen caballero que vi ayer con Will?—solicitó batiendo las pestañas exageradamente.

—¡Hazlo tú mismo! Ahora lárgate antes de que me arrepienta.

—Idiota—masculló dirigiéndose al baño.

Regresó tal vez una hora después. Cuando salió pudo ver que Mike ya se encontraba dormido en la cama. Se acercó hacia él y lo miro detalladamente. Era extraño, pues sentía que se estaba viendo a él mismo, un poco diferente, si, pero si quitabas esos detalles, eran iguales.

Se acostó en la cama improvisada y trató de dormir, pues el recuerdo de Will no lo dejaba, realmente esperaba lograr algo con él.

˗ˏˋтнε ∂εү ι мεт үσυˎˊ˗ 『ʀʏᴇʀs』『sт/ ιт』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora